En la industria aérea, la eficiencia logística depende de la sincronización precisa de múltiples actores, desde aeropuertos y agencias de viaje hasta proveedores de carga y servicios de mantenimiento. La automatización financiera se ha convertido en un instrumento clave para garantizar que estas interacciones se desarrollen sin fricciones, al acelerar procesos de facturación, conciliación bancaria y liquidación de pagos con socios estratégicos.
El volumen de operaciones aéreas globales multiplica la complejidad logística. Según la Secretaría de Turismo de México, en el primer trimestre de 2025 se trasladaron más de 31 millones de pasajeros, mientras que la IATA proyecta que el flujo anual mundial alcanzará 4.990 millones. Cada transacción implica movimientos de recursos que deben ser gestionados de manera coordinada, desde la asignación de equipaje y carga hasta el abastecimiento de combustible y mantenimiento de aeronaves.
“La automatización financiera no es un lujo, es un requisito de competitividad. Al integrar sistemas inteligentes, las aerolíneas ganan visibilidad total de sus finanzas y pueden tomar decisiones estratégicas basadas en datos en tiempo real”, afirma Enrique Mendoza Arce, CEO de enITma. Esta integración permite que los departamentos de logística y operaciones ajusten itinerarios y recursos con mayor rapidez, optimizando tanto la planificación de vuelos como la gestión de aeropuertos asociados.
Procesos más ágiles
Entre los procesos que más impacto tienen se encuentra la facturación electrónica, que facilita la emisión automática de comprobantes para pasajeros y socios de carga en distintos países, reduciendo errores y demoras. De manera similar, la conciliación bancaria automatizada asegura que los pagos a proveedores de servicios aeroportuarios, agencias de viaje y operadores de carga se registren con precisión, evitando retrasos que podrían interrumpir la cadena de suministro aérea.
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La automatización también permite prever escenarios críticos mediante analítica predictiva. Por ejemplo, si se anticipa un aumento en la demanda de transporte de carga en ciertas rutas, las aerolíneas pueden reprogramar vuelos, asignar recursos adicionales o ajustar los contratos con aeropuertos y operadores logísticos antes de que los cambios impacten en la operación. Este nivel de anticipación fortalece la resiliencia de la cadena logística frente a contingencias.
Al reducir la dependencia de tareas repetitivas, la automatización libera al personal para centrarse en la planificación estratégica de rutas y en la mejora de la experiencia de pasajeros y clientes de carga. Los departamentos de operaciones logísticas pueden así supervisar en tiempo real los flujos de entrada y salida de aeronaves, optimizando la coordinación entre hangares, puntos de carga y zonas de embarque.
Un requisito a escala global
Normas internacionales refuerzan la necesidad de esta integración. La OACI señala que “la estandarización y digitalización de procesos financieros contribuye a la seguridad operacional y fortalece la interoperabilidad entre actores del transporte aéreo”, subrayando que la eficiencia contable tiene un impacto directo sobre la logística global del sector. Además, la IATA promueve sistemas de gestión integrados que conecten finanzas y operaciones, con el fin de mejorar la trazabilidad de recursos y la capacidad de respuesta ante eventualidades.
En el rubro hay consenso, la automatización financiera se consolida como un habilitador de la logística aérea resiliente, que va más allá de la contabilidad. Facilita decisiones informadas, fortalece la coordinación entre múltiples actores y permite a las aerolíneas mantener la continuidad operativa en un entorno de alta complejidad, cumpliendo estándares internacionales y optimizando la gestión de recursos críticos.

