La crisis provocada por el COVID-19 está cambiando la manera de vivir y de trabajar exigiendo, cada vez, más rapidez y flexibilidad a las empresas. En función de esto, el sector logístico se enfrenta a nuevos desafíos y necesidades, dado que se trata de una de las actividades más relevantes para la sociedad en esta etapa donde nuestros hábitos cotidianos se ven modificados y nuestra industria, debe dar respuesta a ellos.
Existen, a mi entender, dos aspectos fundamentales para aportar positivamente a esta “nueva normalidad” que nos invitan a conjugarlos de la mejor manera. Se trata de la tecnología y la gestión humana.
Por un lado, sabemos que la tecnología juega un papel preponderante para lograr la eficiencia que requieren los nuevos procesos de intercambio. ¿Pero qué sería de la tecnología sin la gestión humana? Un aspecto vital en el desarrollo de las nuevas tecnologías, es garantizar la personalización de los servicios y el entendimiento de las particularidades de cada requerimiento. Para eso, es necesario mantenernos constantemente informados y actualizados, conocer el mercado y cuáles son los nuevos medios y hábitos de consumo y estar al tanto de las tendencias actuales y futuras. Es preciso tomar conciencia de dónde estamos parados, con qué recursos contamos y qué herramientas son aconsejables desarrollar para entregar una mejor calidad y experiencia a nuestros clientes.
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Somos conscientes de que estamos en un momento donde la tecnología sirve para optimizar tiempo y recursos, simplificar tareas, obtener información en tiempo real y acortar distancias, pero también sabemos de la importancia que tiene una gestión excelente de parte de profesionales calificados, basada en ser flexibles, saber empatizar y lograr generar vínculos y comunicaciones de gran calidad para alcanzar la satisfacción esperada. La gestión de las personas, la coordinación de los equipos de trabajo, permite aportar competencias, agregar valor y creatividad para lograr una logística más eficiente y productiva.
Están claros los beneficios y oportunidades que la tecnología nos acerca, sin embargo nuestro nivel de compromiso con la gestión, nuestro nivel de especialización y la pasión por lo que hacemos cada día, continúa marcando la diferencia.
(*) El autor es CEO de GEA Logistics
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