A una semana de comenzado el conflicto que tuvo a más de 3000 camiones demorados en la frontera, la Embajada de Chile informó que el pedido de FADEEAC para reunirse con el Embajador en Argentina, Nicolás Monckeberg, fue remitido a las autoridades trasandinas y que “se están analizando los problemas planteados y buscando soluciones a los problemas ya conocidos”.
“Destacamos la importancia de abordar este tipo de conflicto de manera conjunta con las autoridades responsables del transporte internacional de cargas. Es urgente encontrar una solución para un tema que provoca un importante perjuicio económico y social para las empresas y los choferes”, dijo Roberto Guarnieri, Presidente de FADEEAC.
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Cada día de detención de un camión en frontera representa un costo extra de US$700 diarios, de acuerdo con datos del Departamento De Transporte Internacional de la Federación que nuclea a 43 cámaras de transporte de la Argentina.
El cuello de botella se generó a partir del cambio en la política de control sanitario por parte de las autoridades chilenas, que llevó a testear al 100% de los choferes en frontera, aun cuando sigue vigente la obligación de presentar un PCR hecho en origen para poder ingresar al vecino país.
“No cuestionamos la medida soberana de una nación, sin embargo, debemos priorizar en un nivel de jerarquía superior a esa medida, lo acordado en la Reunión Extraordinaria de los Organismos de Aplicación del Acuerdo de Transporte Internacional Terrestre (ATIT), el 30 de junio de 2021, en la que los países se comprometieron a comunicar a los demás signatarios todas las medidas que afecten al transporte internacional terrestre, con la mayor antelación posible, antes de su entrada en vigencia”, dijo Silvia Sudol, Directora del Departamento de Transporte Internacional de FADEEAC.
Junto con la Asociación de Propietarios de Camiones de Mendoza (APROCAM), la Federación reitera el pedido para que se habiliten de modo urgente la cantidad de centros de testeo necesarios para agilizar el procedimiento, al tiempo que se garanticen condiciones dignas para los choferes durante la espera del resultado y en el caso hipotético de aislamiento posterior.
La situación no sólo perjudica a empresas y choferes argentinos, sino también de otros países de la región que forman parte del ATIT. «El tema ya se está analizando en el ámbito del Consejo Empresarial de Transporte Internacional de Cargas del MERCOSUR”, concluyó Sudol.