En diálogo con Énfasis Logística, Martin Lopez Ramos, Gerente de Tecnología de Pointer Argentina, nos brinda sus reflexiones sobre la actualidad de los desarrollos tecnológicos frente a un mercado, al menos por ahora, distinto al que conocíamos.
Énfasis Logística: ¿Cuál es el impacto de la actual crisis sanitaria y económica en la implementación de nuevas tecnologías vinculadas con la logística?
Martín López Ramos: En lo que respecta a la logística de personas, en el transporte hay una afectación muy grande. Son tiempos en los que se debe evitar juntar gente dentro de un transporte cerrado, entonces muchas iniciativas que existen para el transporte público se ven demoradas por esto. De la misma forma hay muchas otras tecnologías que se impulsan, como las que brindan la posibilidad de gestionar activos de manera remota a través de telemetría y sensorización, porque muchas veces son capaces de evitar que una persona se tenga que movilizar y pueda resolver situaciones a distancia.
Por eso muchas implementaciones dentro del ecosistema de IoT (Internet of Things) o de lo que es gestión de activos móviles resultan muy interesantes en este contexto. A la vez, en países más avanzados, este contexto abre posibilidades interesantes para los desarrollos de vehículos auto-conducidos o con capacidades de auto-pilotaje en sus distintos niveles. Existen muchos fabricantes de vehículos que ya tienen prototipos de estos desarrollos en los cuales el conductor tiene solo un mínimo contacto con el vehículo para su conducción, lo que en situaciones como esta resultaría muy conveniente.
Por otro lado la pandemia y sus condicionantes complican muchísimo a ciertas innovaciones, como en el caso de “Car to Go”, que es un modelo de alquiler de vehículos, conectados mediante una app, que se encuentran estacionados repartidos por la ciudad, que uno puede ubicar fácilmente y utilizar, y luego pagar por el uso que realizó del vehículo. Eso, al igual que las soluciones de “Car Pooling” desarrolladas recientemente, son soluciones que están muy complicadas bajo las condiciones actuales, ya que hoy en día utilizar esos vehículos, sin implementar las medidas de seguridad e higiene necesarias, resulta sumamente riesgoso.
En relación a esto, también podemos citar el ejemplo de Boeing, que desarrolló para sus aviones un baño autolimpiante, que mediante luz ultravioleta se desinfecta automáticamente luego de cada uso, una tecnología que ahora resulta por demás interesante para diversas aplicaciones.
É. L.: En el ámbito local, ¿cuáles son las tecnologías más demandadas actualmente?
M. L. R.: Más allá de la pandemia, existen aplicaciones diversas para el mismo tipo de tecnología, de acuerdo a la particularidad de cada rubro. El clásico de dispositivos telemétricos y GPS como los que nosotros instalamos, se aplica para cuestiones de seguridad, gestión de productividad, también ahorro de costos, para tener una trazabilidad completa de tu mercadería, y en muchos casos también para conocer el estado de las cargas, tanto en transporte como en depósito: la temperatura a la que está siendo transportada, la cadena de frío en la manipulación, nivel de humedad, de luz, diferentes aspectos que se pueden sensorizar y te permiten tener esa información para una visibilidad total.
Por otro lado también está creciendo en el mercado la demanda de soluciones de manejo seguro, fundamentalmente para industrias como Oil& Gas, transporte público de personas, minería, donde cada vez se comprueba más la importancia de contar con una solución que sume seguridad a partir de tener una noción bien clara de cuál es el comportamiento de manejo de los choferes, y así analizar si se necesitan hacer correcciones o capacitaciones para evitar futuros accidentes, y todos los perjuicios que estos generan.
En su modalidad básica, estas tecnologías registran todas las maniobras que realiza el vehículo, información que es almacenada en la nube y a la que se accede a través de una plataforma online y reportes. Adicionalmente existen accesorios que la complementan y agregan mucho más valor, uno de ellos es una interfaz de “Feed Back” en cabina, que sirve para entrenar al chofer a partir de identificar sus malos hábitos de manejo: cada maniobra que el sistema detecta de carácter peligroso genera una alerta de audio y, través de una pequeña pantalla, muestra qué tipo de maniobra peligrosa se realizó. Esto resulta sumamente útil porque se ha demostrado que, muchas veces, los choferes tienen malos hábitos muy incorporados y no los reconocen como tales.
Existen también soluciones que, a través de una cámara que mapea las facciones del chofer, vectoriza la posición de las pupilas para detectar si el conductor está durmiéndose, fatigado o presenta síntomas evidentes de distracción. Al detectar cualquiera de estas condiciones, mediante una alarma sonora, se llama la atención del chofer y, en paralelo, se genera un registro de ese evento. Adicionalmente, ante una recurrencia de los mismos registros, se genera otro nivel de alerta en el centro de control, que permite evaluar la necesidad de contactar al chofer para indicarle la necesidad de realizar una parada y descansar.
Para mercados como el transporte de mercaderías peligrosas estas tecnologías de manejo seguro, si bien no son obligatorias, son naturalmente adoptadas por las empresas. Y desde luego también son muy recomendadas para quienes hacen transporte de personas.
É. L.: ¿Cómo es actualmente el nivel de cobertura y conectividad en el territorio argentino y cómo impacta esto en la funcionalidad de estas soluciones?
M. L. R.: Tenemos un país geográficamente muy extenso y estamos muy lejos de contar con cobertura celular en todo el territorio. Existe cobertura en las ciudades principales y en muchas rutas, pero no en su totalidad, como sí sucede en muchos países europeos por ejemplo, donde por su menor extensión y por la mayor densidad de población, tienen cubierto en algunos casos hasta el 90% de su territorio. Esto sí presenta un problema para lo que hay dos cuestiones importantes a tener en cuenta: la primera es que el dispositivo telemétrico tiene que poder siempre almacenar información aunque pierda conectividad, para poder enviarla posteriormente desde su memoria interna a partir de protocolos que se activan cuando recupera la señal, y a la vez hacerlo de forma ordenada para poder generar un historial preciso. Desde luego esto es útil, pero no soluciona los casos donde se necesita información en tiempo real. En esos casos siempre es posible tener redundancia implementando comunicación satelital, pero la realidad es que la misma es carísima incluso para transmitir poca información, por lo que su uso se justifica solo en determinadas ocasiones.