Desde agosto, la circulación de camiones por carriles no permitidos en las autopistas urbanas de la Ciudad de Buenos Aires está sujeta a un sistema de fiscalización electrónica. El mecanismo identifica de manera automatizada a los vehículos que incumplen la normativa y registra las infracciones para aplicar sanciones económicas, sin requerir la presencia de agentes de tránsito.
La normativa establece que “los vehículos de pasajeros y de carga, salvo automóviles y camionetas, deben circular únicamente por el carril derecho, utilizando el carril inmediato de su izquierda para sobrepasos”. Según esta disposición, camiones y ómnibus solo pueden desplazarse por el carril derecho, utilizando el segundo para adelantar, con el fin de reducir riesgos asociados a su presencia en carriles centrales o de alta velocidad.
En agosto se incorporaron ocho nuevos puntos de control electrónico distribuidos a lo largo de las autopistas. Los dispositivos permiten una vigilancia constante del cumplimiento de la norma y registran las evidencias necesarias para la aplicación de la sanción. La ubicación de los controles se definió con el propósito de cubrir tramos donde la circulación de vehículos pesados es más intensa.
La circulación indebida de camiones y ómnibus genera situaciones de riesgo debido a sus dimensiones y peso. Estos vehículos requieren distancias de frenado más largas y presentan puntos ciegos que afectan la visibilidad de otros conductores. Además, su desplazamiento por carriles no habilitados puede ralentizar el flujo de tránsito, con impacto directo en los tiempos de transporte urbano y en la logística de carga.
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El sistema de fiscalización contempla una multa de $146.000, correspondiente a 200 unidades fijas de $731,62 cada una. La aplicación automatizada permite registrar las infracciones de manera sistemática y almacenar evidencia, eliminando la necesidad de operativos presenciales. La medida funciona como un mecanismo de control, sin que existan datos públicos que permitan evaluar su impacto sobre la reducción de infracciones hasta el momento.
La instalación de estos equipos se enmarca dentro del Sistema Integrado de Movilidad Urbana, que regula la circulación de distintos tipos de vehículos en autopistas urbanas. Desde la autoridad de tránsito se señala que la fiscalización busca “mejorar la seguridad vial a través de herramientas tecnológicas y normativas actualizadas”, sin que se hayan publicado indicadores sobre la efectividad real en términos de fluidez o reducción de accidentes.
La automatización del control elimina la intervención discrecional de los agentes y permite que las sanciones se registren de manera uniforme. En el contexto del transporte de carga, esto genera un registro formal de infracciones y un marco normativo claro, aunque la medida no proporciona información sobre cambios en la eficiencia logística o en la planificación de recorridos de vehículos pesados.

