Por: Sergio Della Maggiora, CEO de Teamcore
Septiembre sabe a chiles en nogada, pozole, tostadas, tequila y cerveza. Cada año, las Fiestas Patrias desatan una ola de consumo que, además de unir a las familias mexicanas alrededor de la mesa, representa un verdadero desafío para los retailers. Porque si algo no puede fallar en estas celebraciones es la disponibilidad de los productos clave en el momento exacto en que el consumidor los busca.
La demanda que hace vibrar los anaqueles
Las cifras hablan por sí solas: el 78% de los hogares compra cerveza, seguida de tequilas y destilados de agave (30%), whisky (14%), brandy (6%), vodka (6%) y ron (4%). 72% de los mexicanos elige refrescos de cola como acompañante de la comida patria. Las ventas de tostadas y totopos crecen 80%, las de botanas 60% y las de tacos congelados 38% y en plataformas digitales, el boom es aún mayor: carne de cerdo (+435%), pollo deshebrado (+350%) y chiles en nogada (+101%).
Las fechas de celebración tienen un impacto directo en el consumo interno del país. Durante el mes patrio, por ejemplo, el gasto promedio por familia se ubica entre $1,500 y $2,000 pesos (mexicanos), lo que en 2024 se tradujo en una derrama económica superior a los 23,000 millones de pesos, con un crecimiento interanual de 12.2%. Se trata de un mercado enorme, pero cuyo potencial solo se materializa si los productos están disponibles en el momento y lugar adecuados; de lo contrario, los retailers enfrentan pérdidas por ventas no realizadas y los consumidores ven frustrada su experiencia de compra.
El fantasma que acecha a los retailers: el OSA
Imagina que llegas al supermercado buscando lo necesario para disfrutar la conmemoración de la Independencia de México, pero lo único que encuentras es un espacio vacío en la góndola. Extraño, pero común. De hecho, más del 10% de los alimentos pueden estar ausentes en anaquel en temporadas críticas, aun cuando la tienda tenga inventario en bodega.
Aquí entra en juego un concepto vital: OSA (On Shelf Availability), es decir, la disponibilidad del producto en el anaquel justo en el momento de la compra. La diferencia entre OSA e in-stock puede alcanzar hasta 10 puntos porcentuales. En otras palabras: que un producto esté registrado en el sistema no significa que el cliente pueda encontrarlo.
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Las causas son múltiples, van desde el abastecimiento, que implica quiebres de stock o inventario insuficiente; hasta operacionales, que integra inventarios fantasmas, desajustes o mercancía “atrapada” en bodega, que deriva en el mismo resultado: ventas perdidas y clientes frustrados.
El dilema de las Fiestas Patrias
Las Fiestas Patrias representan un caso de estudio ideal para dimensionar la presión que enfrentan los retailers: en cuestión de días, la demanda se dispara mientras los precios de insumos clave como pollo, cerdo, maíz y lácteos pueden incrementarse hasta un 30%.
Aún cuando el 94% de los consumidores planifica sus compras con antelación y el 78% busca promociones en línea, esta planeación multiplica la exigencia sobre la cadena logística. Además, una sola familia puede llegar a visitar hasta 11 puntos de compra para abastecerse, lo que fragmenta y complica aún más la experiencia de consumo.
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La respuesta tecnológica: visibilidad en tiempo real
En este contexto, la tecnología juega un papel clave como herramienta de apoyo para los retailers. Los modelos predictivos permiten anticipar patrones de consumo y responder con mayor agilidad ante la alta demanda. Gracias a estos sistemas:
- ● Se identifican picos en productos críticos como botanas, bebidas o proteínas.
- ● Se optimiza el reabastecimiento para reducir el riesgo de quiebres durante las fechas de mayor consumo.
- ● Se logra una mejor sincronización entre inventarios físicos y digitales, garantizando que el cliente encuentre disponibilidad en cualquier canal de compra.
Dejar de improvisar, empezar a anticipar
Las Fiestas Patrias no deberían convertirse en una carrera contrarreloj para los retailers. Con el apoyo de datos, inteligencia artificial y monitoreo en tiempo real, el inventario deja de ser un dolor de cabeza para transformarse en el héroe invisible de la temporada.
Porque en un mercado donde la experiencia de compra es tan importante como el producto en sí, no hay margen para pasillos vacíos ni consumidores insatisfechos. En septiembre celebramos a México, pero también celebramos la posibilidad de que ningún cliente se vaya con las manos vacías.

