El sector del retail alimentario se enfrenta a un desafío permanente: conservar la frescura y disponibilidad de sus productos mientras se minimizan pérdidas y se optimizan márgenes. Esta tarea exige precisión y rapidez, junto con un profundo conocimiento del comportamiento del consumidor y la dinámica de inventarios. En este escenario, la inteligencia artificial (IA) ha emergido como una herramienta revolucionaria, modificando sustancialmente la gestión de productos frescos en supermercados.
Un claro ejemplo de esta transformación es Freshflow, una startup europea que ha desarrollado la primera plataforma de IA específica para departamentos de productos frescos. Recientemente, la compañía cerró una ronda de financiamiento por 6,5 millones de euros, liderada por fondos como World Fund y Capnamic, lo que refleja la confianza del mercado en su propuesta disruptiva.
La principal ventaja de analizar datos en tiempo real mediante modelos predictivos y algoritmos avanzados, es que permite anticipar la demanda futura y optimizando las decisiones relacionadas con compras, reposiciones y promociones. Este enfoque inteligente permite reducir el desperdicio y mejorar la rentabilidad, aspectos críticos para los supermercados que manejan productos perecederos como frutas, verduras, carnes y lácteos. Las plataformas, por lo tanto, no solo son una herramienta digital más, sino un diferencial estratégico en un sector donde cada hora cuenta y cada decisión puede afectar la rentabilidad, la sostenibilidad y la experiencia del cliente.
Los resultados obtenidos por las cadenas que ya implementaron este tipo de soluciones son significativos. Se reporta un aumento en las ventas de frescos entre un 2% y un 5%, gracias a recomendaciones precisas sobre el inventario y la gestión dinámica de reposiciones. Asimismo, la reducción del desperdicio alimentario en torno al 20 % constituye una mejora importante no solo desde la perspectiva económica, sino también en términos de sostenibilidad ambiental y responsabilidad corporativa.
Adopción de tecnología
La adopción de tecnologías de IA en el retail alimentario implica un cambio cultural y operativo profundo. Los supermercados deben adaptar sus procesos, invertir en capacitación y tecnología para aprovechar el potencial de estas soluciones. La automatización inteligente permite responder con rapidez a variaciones en la demanda y ajustarse a tendencias emergentes, ofreciendo así una experiencia de compra más satisfactoria y ajustada a las expectativas del consumidor actual.
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Además, la gestión predictiva y automatizada de frescos responde a una demanda creciente por parte de consumidores y empresas: la sostenibilidad. Reducir el desperdicio es una prioridad ineludible, y la capacidad de anticipar y ajustar inventarios con precisión representa un avance significativo. Como señala el sector, “la gestión manual, basada en estimaciones y planificación estática, dará paso a decisiones dinámicas, automatizadas y basadas en datos”.
La integración de la inteligencia artificial en la gestión de productos frescos abre un horizonte prometedor para el retail alimentario. Las cadenas que lideren esta transformación no solo obtendrán beneficios económicos, sino que también fortalecerán su compromiso ambiental y la fidelidad de sus clientes. La innovación tecnológica, lejos de ser una opción, se consolida como una necesidad estratégica para competir en un mercado cada vez más exigente y responsable.