El relevamiento, que abarcó 621 empresas de todo el país, muestra que el 31,1% de las firmas registró caídas en sus exportaciones en el primer cuatrimestre del año, y un 11,4% directamente las interrumpió. Esta última decisión respondió, en el 57,8% de los casos, a dificultades relacionadas con la competitividad y los costos internos. Además, un 10,8% de esas firmas atribuyó su salida del mercado externo a problemas logísticos específicos, lo que resalta la incidencia directa de los fletes y el transporte en la viabilidad exportadora.
Dentro del universo de empresas que identificaron el aumento de costos como su principal preocupación (30,4%), un 6,1% señaló que el componente logístico es el más relevante. Esto lo ubica por encima de otros ítems como materias primas importadas y servicios financieros. Aunque el transporte no representa el mayor gasto operativo, su peso relativo se amplifica al competir en mercados internacionales, donde diferencias mínimas en costos pueden definir la permanencia o la exclusión del comercio global.
La encuesta también refleja que las PyMEs son las más expuestas a este escenario. “La combinación de fletes elevados, infraestructura insuficiente y barreras burocráticas termina por desalentar la proyección internacional de muchas firmas”, sostiene el documento. Las grandes empresas, en cambio, disponen de una estructura más robusta para mitigar estos impactos y conservar la capacidad exportadora aun en contextos adversos.
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Desde el punto de vista territorial, las compañías radicadas en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y en la región Centro del país fueron las más perjudicadas en términos de caída de ventas internas y niveles de producción. Esta situación limitó aún más su margen de acción en los mercados internacionales. En paralelo, el índice de difusión del empleo industrial retrocedió 5,3 puntos porcentuales, reflejando las dificultades para sostener planteles estables frente al aumento de costos y la baja demanda.
En este contexto, la disposición a invertir se muestra condicionada. Si bien un 56,8% de las firmas considera adecuado el momento para adquirir maquinaria o equipo, esa cifra baja al 42,8% cuando se trata de inversiones de corto plazo como el capital de trabajo o mejoras logísticas. Por otro lado, las expectativas económicas también muestran una tendencia descendente: el 64,3% de las empresas mantiene una visión optimista a nivel país, frente al 68,4% que lo hacía a principios de año.
El informe de la UIA concluye que “la logística debe ocupar un lugar prioritario en la agenda industrial y exportadora argentina”. En este sentido, mejorar la infraestructura, reducir costos de transporte y revisar las normativas que inciden sobre el comercio exterior aparece como una oportunidad para destrabar parte del potencial exportador. En un escenario global marcado por tensiones geopolíticas y reconfiguraciones de las cadenas de suministro, la eficiencia logística se vuelve un elemento central para definir el rol de la industria nacional en el comercio internacional.