Con la presencia de 120 asistentes, la Asociación Argentina de Logística Empresaria (ARLOG) llevó a cabo, en Buenos Aires, su sexto desayuno de capacitación y actualización del año. El eje del encuentro fue la contratación del transporte. Contó con las disertaciones de Carlos Musante, director técnico de la Cámara Empresaria de Operadores Logísticos (CEDOL); Matías Castro Castellano y Daniel Irañeta, socio y director comercial de Server Group, respectivamente; y Carlos Leymarie, gerente general de AssitCargo.
El desayuno comenzó con las palabras del presidente del XXI Encuentro Nacional de Logística, Raúl Garreta, quién invitó a la concurrencia a participar de dicho evento, que se llevará a cabo el 18 de octubre próximo, en La Rural.
Luego, Carlos Musante, director técnico de CEDOL, inició la serie de disertaciones comentando cuál es el impacto del transporte en la cadena logística y sostuvo que una buena gestión parte de mantener sistemas de medición de costos y servicios. «Cada vez son más las empresas conscientes de que el costo de transporte es significativo y dejan de tratarlo como una commodity», indica.
Con este propósito, el especialista recomendó armar un modelo de costos que responda exactamente al nivel de servicio de la compañía en cuestión y mantenerlo actualizado de acuerdo con una fórmula validada con el proveedor y la evolución de cada driver de costo. «Estos modelos toman en cuenta parámetros como los días en que la unidad trabaja, los radios y kilómetros recorridos, la cantidad de vueltas, el costo laboral e impositivo, el mantenimiento del vehículo y la rentabilidad», ilustró.
En el mismo sentido, explicó que la principal amenaza a las operaciones de transporte terrestre es «la inflación, que presiona fuertemente sobre los costos de los insumos y compromete la financiación de las operaciones». El otro grave problema, desde su óptica, es la continua degradación de la productividad por la falta de infraestructuras adecuadas.
«Ya no alcanza con mejorar las estructuras, sino que es hora de ponernos a pensar en políticas de Estado para la infraestructura logística. Por eso, es necesario concretar el Consejo Nacional de Logística», enfatizó. También destacó la relevancia en materia de improductividad de conflictos como los piquetes, la piratería del asfalto, los accidentes viales y los problemas de estacionamiento, junto con el aumento de las demoras en las descargas.
Como toda contratación de servicios de un tercero, conlleva una responsabilidad, Musante destacó que en el caso de la logística se crea una relación laboral indirecta entre los empleados del proveedor y el contratante. Esta situación de solidaridad se traslada a los siniestros que puedan sufrir u ocasionar. «Por ello es tan importante conocer al proveedor, seleccionarlo y gestionarlo en forma correcta y oportuna. Esto trae mejoras para todo el proceso», aseguró.
El dirigente de CEDOL observó al respecto la carencia común de una estrategia para encarar la tercerización y contratación del transporte, lo mismo que la falta de una metodología de trabajo que tome en cuenta todo lo que es conveniente medir sobre los oferentes y sus recursos. «Es necesario mantener una base de proveedores saneada y actualizada respecto del cumplimiento de sus obligaciones previsionales, tributarias y de seguridad», puntualizó además.
Por último, se refirió al Manual de Buenas Prácticas de Contratación de Operaciones Logísticas de CEDOL, cuyo objetivo consistió en elaborar una herramienta de gestión para todos los interesados en realizar un exitoso proceso de contratación profesional y obtener como resultado una tercerización bien hecha.
A modo de conclusión, señaló que es necesario «desarrollar una estrategia de contratación del transporte, establecer un riguroso proceso de selección del operador; definir las expectativas y armar un modelo que responda al servicio contratado en forma habitual; desarrollar un buen contrato; establecer políticas y procedimientos, e identificar y evitar potenciales puntos de fricción».
Luego fue el turno de Matías Castro Castellano y Daniel Irañeta, socio y director comercial de Server Group, respectivamente, quienes describieron las maneras de contratar un seguro. En este sentido, señalaron que hay dos formas de preservar el patrimonio. Por un lado, la tradicional, en la que el productor de seguros entrega una póliza en función de los movimientos. Por otro, la innovadora, en la que el productor de seguros arma una póliza a medida y la administra, dejando en claro sus preferencias por esta última.
Agregaron que, en el momento de contratar un seguro, se debe tener en cuenta «la cobertura, los medios de transporte utilizados, las medidas de seguridad, los costos, las sumas transportadas y el movimiento anual». Además, manifestaron que la letra chica resulta fundamental, puesto que incluye «medidas de seguridad, franquicias y deducibles, exclusiones de póliza, valores asegurados versus prestaciones, cómo actuar ante un siniestro y motivos de rechazos».
Por último, Carlos Leymarie, gerente general de AssitCargo, subrayó la importancia de la prolijidad en la contratación del transporte y agregó que la siniestralidad está ligada más a la logística que a la seguridad. En este sentido, informó que la medida de seguridad más efectiva contra el robo de mercancías es la custodia física del camión. «Si bien, por su elevado costo, se procura sustituir su uso por sistemas de rastreo electrónico, la falta de una implementación adecuada de esta herramienta, se traduce en resultados poco alentadores hasta el momento», precisó.
En cuanto a la reducción del costo global, la experiencia en los distintos países indica, según el experto, que la clave del éxito se basa en la implementación de sistemas de loss control a medida y en programas de risk management activos para el riesgo de cada asegurado. «Es necesario recrear un ambiente de seguridad económicamente eficiente», completó.