Con un costo de 200 millones de colones (poco más de 22 millones de dólares) y más de un año en stand by, el Presidente de El Salvador Mauricio Funes anunció oficialmente la apertura de la terminal marítima.
Prevista por el gobierno para transformarse en un hub logístico en la región centroamericana, La Unión estuvo año y medio en espera de su apertura debido a que los involucrados no cerraban el acuerdo sobre el esquema de operación de la infraestructura.
Ante esta incertidumbre, la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA) tomó en junio la operación, con un proceso moderado y con equipamiento básico para empezar a trabajar las instalaciones. En ese tiempo solo han llegado un par de buques: el que entregó las grúas tipo RTC para manejo de contenedores, y una nave con fertilizantes.
«Como todos los puertos, éste ahora comienza su camino, no será rentable al principio; sin embargo, ese no puede ser el criterio para iniciar o no las operaciones, como algunos han querido insinuar», expresó el mandatario salvadoreño.
por su parte, el Presidente de CEPA, Luis Enrique Córdova, explicó que «probablemente el primer año de operación las cifras estarán en rojo», y para pasarlas a negro arrancaron programas de comercialización y promoción. «Estamos apostando a que en un año podamos manejar la suficiente mercadería en el puerto para tener números positivos en la operación», previó.
De acuerdo con cifras estimadas por el gobierno, en el primer semestre de operación se alcanzará una movilización de 25 mil contenerores, y en el segundo se duplicará esa cantidad. Para los tres años de funcionamiento, se estarían alcanzando los 300 mil contenedores movilizados.
Sin embargo, reconoció Mauricio Funes, «habrá que esperar unos cinco años para que el puerto de La Unión mueva en torno a un millón de contenedores, tres veces más de los que ahora entran al país por mar y por tierra juntos. Y si todo sigue su curso, para ese entonces habrá que anunciar la construcción de la fase II, una ampliación de la estructura actual de este puerto».
Para que esto ocurra, el Presidente se comprometió a canalizar inversiones: «el gobierno va a poner recursos para mejorar la infraestructura de esta ciudad portuaria, va a dar garantías y va a trabajar incansablemente para garantizar la seguridad pública». A la par, ofreció facilitar el establecimiento de tarifas competitivas para incrementar el tráfico en el puerto.
