La sequía que afecta a las principales zonas rurales del país está haciendo estragos en el campo. Y sus efectos -presentes y futuros- repercuten directamente en la economía argentina.
«El sector agropecuario se encuentra atravesando una fuerte sequía», consideró y subrayó que el fenómeno aún no terminó y ya recortó una porción significativa de la producción agrícola para la campaña 2017/2018. La consultora advirtió así que «la cosecha de soja y de maíz será la peor del último lustro».
Según este análisis, la «menor producción presionó a sus precios internacionales», por lo cual resaltó que «el impacto sobre la actividad económica será mayor que sobre las exportaciones».
«Concretamente, conforme a nuestras estimaciones, el impacto de La Niña obligará a recortar 0,7% el crecimiento del PBI para 2018, incluso por encima de las estimaciones oficiales de 0,5%», indicó. Y puntualizó que la producción primaria demanda insumos, bienes de capital, servicios de transporte y funciona como materia prima de otras actividades.
De ese modo, resaltó que «el impacto de La Niña se sentirá más allá del sector agrícola, golpeando al entramado productivo local e incluso puede presionar los precios».
Ecolatina evaluó que «la tasa de crecimiento se ubicará este año más cerca del 2% que del 2,5%» que la propia consultora estimaba a fines de 2017. «Producto del shock de la sequía, la aceleración de la inflación y la volatilidad financiera internacional, la proyección oficial de crecimiento de 3,5% del Presupuesto de 2018 luce cada vez más lejana», sostuvo.
Así, la sequía «podría provocar una pérdida de u$s 2000 millones de exportaciones respecto del valor de 2017, aunque la cifra podría ser aún más acotada», en el caso de que se redujeran «al mínimo los envíos al exterior de porotos de soja y se destinan al crushing para exportar harina y aceite de soja».
Por su parte, el Estudio Broda calculó días atrás que la sequía le costará al nivel de actividad económica entre 0,7% y 0,8% del PBI.
Con el golpe de la sequía, en Broda consideran que será difícil alcanzar la meta oficial de 3,5% de crecimiento del producto para este año. En cambio, prevé que la economía crezca 2,5% en 2018, también por un gasto de consumo aletargado.
La estimación del estudio Broda para el rojo de la balanza comercial asciende a US$ 11.000 millones, desde los US$13.000 millones a los que se acercaba con el atraso cambiario. En 2017 fue de US$ 8471 millones.