El grupo español Repsol anunció ayer la venta de su filial chilena de Repsol Butano a un consorcio de inversores chilenos encabezados por LarrainVial. La operación se cerró por US$ 540 millones.
Este acuerdo se inscribe en el marco de la estrategia de desinversión de la empresa española para adaptarse tras la expropiación de la filial argentina YPF y es la primera operación que se realiza después de la aprobación de un nuevo plan estratégico del grupo.
En un comunicado, la firma detalló que «la transacción generará una plusvalía neta de algo más de US$ 170 millones y reducirá la deuda del grupo en unos US$ 317 millones «, precisó.
Esta operación «se enmarca en los objetivos de desinversión en activos no estratégicos recogido en el Plan Estratégico 2012-2016 de Repsol, que prevé hasta 4.500 millones de euros de desinversión para dicho periodo», añadió.
Estas desinversiones, que ascienden ya a 1.850 millones de euros, junto con otras medidas de la empresa, están destinadas a mejorar la estructura financiera del Grupo y a acometer las inversiones previstas en el área de Exploración y Producción, motor de crecimiento de la compañía», puntualizó el comunicado.
Hacia fines de junio, la agencia de calificación financiera Moody’s había reducido la perspectiva de la nota del gigante petrolero a «negativa». La calificadora sancionó a Repsol bajando su nota un escalón hasta Baa3, debido al «impacto negativo de la expropiación de Argentina», explicó en ese momento.
A partir de la nacionalización de la petrolera, en abril, Repsol tuvo que revisar su estrategia dado que no cuenta con las grandes reservas de los yacimientos locales. La situación se precipitó en abril, cuando la Presidenta argentina Cristina Fernandez de Kirchner anunció el control del Estado sobre el 51% de la compañía dominada por Repsol en un 57,4%, tras reprochar al grupo español por no haber invertido lo suficiente en el país.
