El paro que iniciaran el miércoles pasado los trabajadores agrupados en la CGT San Lorenzo, continuará por tiempo indeterminado junto al bloqueo de diecisiete plantas cerealeras del Gran Rosario, en la provincia de Santa Fe.
«El conflicto sigue en pie con la misma metodología en todas las plantas de la zona, es un paro total» expresó Walter Cabrera, secretario gremial de la CGT San Lorenzo y replicó que «si llegan telegramas de las empresas con despidos o suspensiones de los obreros en conflicto, la protesta podría endurecerse».
Por su parte, el sindicato de aceiteros de San Lorenzo informó su oposición ante esta medida y alertó al Ministerio del Trabajo que las empresas del sector suspenderán a operarios. «Varias empresas ya informaron que empezarán a notificar durante las próximas horas las suspensiones de los trabajadores de las fábricas» indicó Pablo Reghera, secretario general del gremio.
Los ingresos que se encuentran bloqueados pertenecen a las plantas de Dreyfus y Noble, en Timbúes; Aceitera General Deheza, Terminal 6, Nidera, Cargill y Bunge, en Puerto General San Martín; y ACA, Molinos Río de la Plata y Vicentín, en San Lorenzo.
El conflicto entre los trabajadores de la CGT San Lorenzo y las empresas aceiteras del cordón industrial del Gran Rosario, desde Puerto San Martín hasta Arroyo Seco, comenzó el miércoles y desde entonces se encuentran paralizadas todas las plantas. Los huelguistas reclaman un sueldo de 5.000 pesos (US$1.243) -el mismo que ya perciben los aceiteros- para todos los trabajadores que se desempeñen en ese sector, sin importar su gremio.
Según el dirigente, «no han habido contactos ni con las empresas ni con el Ministerio del Trabajo». La huelga sucede en momentos de escaso procesamiento de granos a la espera de la cosecha de soja en marzo.
Desde San Lorenzo sale el 39% de las exportaciones de cereales y soja del país, el 73% de sus subproductos y el 68% de los aceites, según datos del sector. Argentina es el primer exportador mundial de aceite de soja y el 70% de su producción tiene como destino China, el tercero en grano de soja, el segundo en maíz y el cuarto en trigo.
La paralización de actividades impide una gran cantidad de exportaciones -la capacidad de molienda cesante es de 110 mil toneladas en las 10 plantas afectadas- y causa pérdidas por el alquiler de los buques que no operan (cerca de 12.000 dólares al día por cada planta), según datos aportados por voceros del sector empresarial.
Alberto Rodríguez, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara), expresó que «en el sector crece la preocupación por este conflicto, que es uno de los más importantes de los últimos tiempos. La verdad, no se recuerda un paro total en todas las plantas».
Fuente: La Nación / Mundo Marítimo