Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 50% de las vacunas a nivel mundial se desperdician debido a problemas en la cadena de frío, un dato que deja en evidencia la fragilidad de la logística médica. Este desafío se agrava en emergencias, donde las interrupciones en el suministro eléctrico, las rutas de transporte bloqueadas y la falta de contenedores adecuados pueden comprometer la estabilidad de los insumos médicos, afectando directamente a los pacientes que dependen de ellos.
Uno de los errores más costosos en la logística de insumos médicos es subestimar el impacto de la temperatura en la viabilidad de los productos”, explica Carlos Humberto Infante y Loya, presidente del Consejo de Administración de Kryotec. Agrega que “para evitar fallos en la integridad de los medicamentos, el monitoreo de la cadena de frío es un elemento clave. Además de que contribuye a mejorar la eficiencia y optimizar costos”.
Desafíos para la logística en emergencias sanitarias
Cuando ocurre un desastre natural o una crisis sanitaria, garantizar el acceso oportuno a insumos médicos se convierte en un desafío crítico. Las infraestructuras dañadas, la escasez de transporte adecuado y los problemas en la distribución pueden retrasar la llegada de suministros esenciales, poniendo en riesgo la vida de los pacientes que dependen de ellos.
Esta situación es aún más compleja cuando se trata de medicamentos biológicos y vacunas, que requieren condiciones específicas para mantener su eficacia. Según un estudio de la Universidad Estatal de Pensilvania, más del 80% de los medicamentos biológicos y el 90% de las vacunas necesitan temperaturas controladas para conservar su estabilidad. Sin una logística eficiente y precisa, estos tratamientos pueden perder su efectividad antes de llegar a quienes más los necesitan.
Otro desafío es el transporte de órganos para trasplantes, donde existe un margen de error mínimo para la coordinación logística. Un retraso, ya sea por un fallo en la ruta de transporte o un problema con el empaque, puede significar la pérdida irreversible del órgano y, con ello, la vida de un paciente que lo espera con urgencia.
La nota completa en la Revista Enfasis Logística.