El nacimiento de estos sistemas se produce, sintéticamente, a partir del atentado a las Torres Gemelas en 2001, que provocó que se extremaran controles y privilegiar el comercio seguro entre los países.
Desde ese momento histórico, la Organización Mundial de Aduanas (OMA) elaboró una serie de normas para el control y la facilitación del comercio denominado MARCO SAFE, por medio del cual, el OEA es un actor del movimiento internacional que debe cumplir con dichas pautas, para mejorar la gestión aduanera y generar un equilibrio entre la seguridad y la facilitación del comercio global.
Desde esta óptica, la responsabilidad de asegurar la cadena de suministros internacional no recaería sólo en las Administraciones, sino que se asignaría también a los demás sujetos relevantes, como son los exportadores, importadores, despachantes de aduanas, transportistas, cargadores, líneas aéreas, etc.
El MARCO SAFE reposa sobre dos columnas centrales, que son los acuerdos entre las administraciones aduaneras y las asociaciones entre las Aduanas y el sector privado. Algunos de los elementos que suelen valorarse son: información anticipada de la carga, estrategia de administración de riesgos, programa de beneficios a sujetos adheridos.
Y las recomendaciones para las administraciones aduaneras tratan diversos aspectos, entre los que pueden señalarse: procedimientos de control aduanero integrado, autoridad para inspeccionar cargamentos con uso de tecnología, sistema de administración de riesgos para identificar envíos de riesgo potencial, envíos anticipados de información sobre la carga y los contenedores.
Cuál es el objetivo
El objetivo es un “reconocimiento mutuo” de procesos seguros de los distintos actores y cadenas, a fin de que las distintas administraciones puedan lograr el marco de “confiabilidad deseable en los operadores”, y éstos puedan beneficiarse con ventajas razonables, vinculadas a su esfuerzo en inversión constante para calificar. Lo que además, le permite a los Estados focalizarse en los operadores que no acreditan dichas pautas.
La OMA desarrolló una Guía para el OEA en el Marco de Normas SAFE, puntualizando ciertas “ventajas” a considerar, tales como: un menor número de fiscalizaciones, un trato prioritario, reconocimiento mutuo en programas OEA con otros países, menores requisitos de garantía, liberación y despacho expedito, etc. Pero el OEA debe cumplir todos los requisitos exigidos, entre los cuales podemos mencionar: mantener vigente la garantía para operar como OEA, mantener confiabilidad fiscal, adoptar las pautas que fije el servicio aduanero en materia de seguridad, instaurar un intercambio abierto de datos con el servicio aduanero, no exportar o importar mercaderías sin las autorizaciones correspondientes de otros organismos, cumplir con estándares de seguridad en la cadena logística, entre otros.
Situación en Argentina
En términos generales, se puede decir que el mayor valor radica, más allá de que se califique a los operadores que corresponda como OEA, en celebrar el Acuerdo de Reconocimiento Mutuo (ARM) entre las Administraciones, lo que permite que los OEA puedan operar ágilmente en los distintos mercados.
Lo cual está siendo moneda corriente en los países centrales con relación a los distintos sujetos de la cadena y se trata de pasos que, inexorablemente, deberá transitar nuestro país. No para operar ágilmente, sino para que sus proveedores (exportadores hacia terceros mercados) sean elegibles.
Se entiende que la Argentina está avanzando en este sentido con Brasil, a fin de concluir “pruebas” que permitan afinar los esquemas y comenzar a operar de manera rápida y perfectible, pero cada vez más dentro de este régimen que conlleva, desde luego, cierto concepto de autogestión del operador y, ciertamente, una responsabilidad ampliada y significativa de los eslabones de la cadena.
Es probable que la reglamentación local deba aún ser afinada y que se aprenda sobre la marcha, pero no parece que sea conveniente ni factible retroceder, sobre todo cuando el camino está balizado por los acuerdos internacionales que obligan a profundizar el concepto de “facilitación”, no como un eslogan sino como un fin y efecto concreto. Nuestro país debe trabajar seriamente y mostrar resultados.
Según datos de la OMA, de los 75 países con mejor desempeño logístico, 59 tienen el programa OEA en marcha. Y de los que mejor “rankean” en el ítem de operaciones aduaneras, 56 tienen el OEA. La Argentina está en el puesto 77.
En proceso aún… hay países que están logrando pasar de una declaración de “operación por operación” a tener una cuenta corporativa con las aduanas y los terceros organismos en fronteras. Si bien son iniciativas que están en estudio, todo indica que hacia allí nos dirigimos y seguir esta corriente es, cada vez menos, una elección y, cada vez más, un compromiso con la comunidad internacional.
* El autor es Presidente de ALL IN.