Por: Ester Sánchez Sierra (*)
Desde Centro Español de Logística (CEL) diferenciamos tres subgrupos que nos ayudan a definir aún más los que están llamados a ser los «perfiles de futuro»:
- En primer lugar, la formación operativa, aquella dirigida a carretilleros y repartidores, entre otros. Ésta está relacionada con la falta de atracción de talento, donde la formación no solo fomenta la profesionalización de la logística, sino que refuerza el sentido de pertenencia, posicionándose como una herramienta de atracción, pero también de fidelización.
- En segundo lugar, se encuentra la formación para técnicos que, con el nuevo contexto, deben ser profesionales híbridos que tengan competencias tanto en logística como en tecnología. Este tipo, a diferencia del anterior, se vincula a la atracción de nuevo talento.
- Finalmente se encuentra la formación de directivos, también vinculada a la retención de talento, así como a la atracción de nuevos perfiles, aunque está mucho más enfocada en el liderazgo de esa transformación digital y tecnológica.
En conjunto, la suma de todos estos elementos aminora la ya mencionada brecha entre las necesidades corporativas y los perfiles disponibles que, actualmente, lleva a que el 19,6% de las vacantes en estos ámbitos se queden sin cubrir en España.
Y es que la formación juega un papel crucial para afrontar el que está llamado a ser uno de los principales desafíos de la cadena de suministro en los próximos años, donde, sin duda, la colaboración entre cada uno de los eslabones se demuestra esencial para definir las necesidades actuales y futuras de la logística.
(*) Directora de Formación y Contenidos del Centro Español de Logística.
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