Por Julián Costábile (*)
El reporte integrado va directo al grano: explica cómo la empresa crea valor sostenible a lo largo del tiempo, enfocándose en aquellos aspectos realmente relevantes para tener rentabilidad en el tiempo. Organiza la información en seis capitales: Financiero, Físico, Intelectual, Humano, Social y Natural.
Si un analista de riesgos de un Banco o un potencial inversor le pregunta: ¿su compañía gana o pierde dinero? Va a decirle que mire los estados contables, ya que ahí están los resultados, patrimonio, deudas y todo lo necesario, generalmente auditado y conforme a normas nacional e internacionalmente reconocidas (como las NIIF).
Si, en cambio, le preguntan: ¿es su negocio amigable con el medio ambiente? ¿Es socialmente responsable? Lo más probable hasta hace algunos años es que la empresa no tenga mucha información sistematizada, y simplemente responda “por supuesto que sí”. A lo que posiblemente su interlocutor le pida un informe sobre esto.
En los últimos años este tema evolucionó para que la mayoría de las empresas pueda responder: “Sí, tenemos un reporte de sustentabilidad”, preparado bajo lineamientos también reconocidos (como SASB o GRI) donde se incluye toda la información sobre los aspectos de la gestión social y ambiental de la compañía, incluyendo la huella ambiental.
¿Cómo ser sostenible en el tiempo?
Si el interlocutor es un evaluador de un fondo de inversión o un banco, y ni qué decir si es de un organismo multilateral de crédito, créame que va a seguir preguntando, y la pregunta siguiente es “¿cómo se conectan ambas cosas? Es muy lindo que tenga Responsabilidad Social, pero ¿cómo su negocio va a ser sostenible en el tiempo?, ¿puede aprovechar las oportunidades y mitigar los riesgos en temas ambientales y sociales?, ¿tiene su empresa capacidad de crear valor en un mundo más complejo?”. La respuesta ahora es más compleja. No es una lista de buenas acciones, tengo que poder conectar la última línea con aspectos hasta ahora considerados más “intangibles”. Y las empresas y mercados de valores han estado los últimos años buscando un formato que permita explicar cómo se crea valor sustentable en el tiempo. La solución que está ganando terreno es el reporte integrado.
El reporte integrado va directo al grano, explica cómo la empresa crea valor sostenible a lo largo del tiempo, no contando todo lo que hace de positivo por la sociedad y el ambiente, sino enfocándose en aquellos aspectos realmente relevantes para tener rentabilidad en el tiempo. Para esto organiza la información en seis capitales: el capital Financiero, Físico, Intelectual, Humano, Social y Natural.
El marco para su elaboración ha sido desarrollado por International Integrated Reporting Council (IIRC), una coalición de organizaciones a nivel mundial que se organizó para brindar herramientas para este desafío, y ya ha sido adoptado por más de 2.500 empresas, con fuerte presencia en Europa, Japón, Asia y Africa, hasta ahora con un menor nivel de desarrollo en nuestra región.
Ha tenido una muy buena repercusión por parte de aquellos a quienes va dirigido, los analistas de inversión de bancos y fondos, ya que les permite ver con mucha más claridad y simplicidad cuáles son los aspectos “no financieros” relevantes para el proceso de creación de valor sostenible. Finalmente, de eso se trata, de asegurarnos que las empresas crean valor para ellos y para la sociedad de forma sostenida. Si no crean valor para sí misma todos sabemos que no son viables, pero a la vez empezamos a ver que, si sólo crean valor para sí mismas, y destruyen valor para la sociedad y el plantea, tampoco serán viables financieramente a largo plazo.
El año pasado se revisó este marco o framework y por primera vez un grupo de actores de América Latina pudo participar organizadamente del mismo, con empresas, representantes de mercados de valores y expertos de México, Argentina, Colombia y Chile dando sus comentarios y visión. Esto es muy positivo, ya que el tema, como muchas cosas, llega un poco más tarde a la región, pero finalmente llega y ya vemos cómo las principales empresas de esta parte del mundo se empiezan a preparar para este tipo de reportes. Con un buen reporte integrado tendremos la respuesta completa para todas las preguntas que le interesan a un financiador, ya sea un banco, inversor institucional o incluso individuos que compran los bonos o acciones de la empresa.
Sin duda es un camino. No es simple pasar de un balance complementado con un informe de RSE, a una evaluación completa de valor sostenible. Sin embargo, el camino vale la pena y aparece la posibilidad de contestar estas preguntas también a alguien muy importante: nosotros mismos. La mayor parte de las empresas que empezaron a realizar Reportes Integrados se encontraron con información muy interesante para que el propio directorio de la empresa la utilice en un mundo lleno de oportunidades para aquellos que sepan cómo generar un negocio rentable para sus accionistas, positivo para el planeta y favorable para las personas y comunidades donde se desarrolla.
Según la 6° Encuesta de Logística Sustentable, presentada por el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), el 59% de las empresas argentinas con más de 500 empleados miden el impacto de sus acciones, mientras que en Uruguay desciende a un 33% y en Brasil más del 80% declara hacerlo. El análisis de las prácticas relacionadas con la sustentabilidad en el transporte demostró que en Argentina el 68% de las empresas implementa al menos dos prácticas en transporte y un 81% al menos dos prácticas en depósitos. Las prácticas más utilizadas en transporte son la optimización de ruteos y la optimización de carga. Mientras que, en depósitos, se destacan el uso racional de energía eléctrica y agua, y cambios en los sistemas de iluminación. También se desprende de esta encuesta que el 52% de las organizaciones tiene programas de capacitación en temas de gestión ambiental y el 59% ha adoptado alguna norma de gestión ambiental.
(*) Director de Sustentabilidad y Finanzas Sostenibles de SMS Buenos Aires, firma miembro de SMS Latinoamérica.