Por Juan Barba, Gerente de Operaciones de Skynde
El Día de la Niñez en agosto, el de la Madre en octubre o el Black Friday de noviembre son algunos de los eventos comerciales más relevantes del año y representan una oportunidad única para las compañías de cara a aumentar las ventas y atraer nuevos clientes. Ahora bien, para que eso ocurra es fundamental una planificación logística adecuada. Más aún considerando la cantidad de compañías que han fortalecido sus áreas de e-commerce en los últimos años y que tienen que resolver los desafíos del “último kilómetro”, la etapa final del producto desde un centro de distribución hasta la ubicación del cliente.
Planificación logística: 5 puntos a tener en cuenta
Una logística acorde a semejante desafío implica la gestión de la cadena de suministro, el almacenamiento, el transporte y la distribución de productos de manera eficiente y efectiva. Para anticiparse a las necesidades de estas fechas, que las mismas sean rentables y cumplir con las expectativas de los clientes, desde Skynde consideramos vitales los siguientes puntos:
1) Abastecimiento adecuado
La planificación logística debe comenzar mucho antes del evento. Un análisis detallado de datos históricos de ventas y comportamiento del consumidor, mediante técnicas de pronóstico y análisis predictivo, hará que la empresa pueda estimar con mayor precisión la demanda esperada durante ese día y así tomar decisiones informadas sobre el inventario necesario.
2) Diversificación de fuentes de suministro
Puede ser una estrategia inteligente para reducir los riesgos, más aún en un mercado tan volátil como el actual. Depender de un solo proveedor puede aumentar la vulnerabilidad de la cadena de suministro, especialmente durante eventos de alta demanda. Buscar proveedores alternativos y establecer acuerdos comerciales sólidos brindará mayor flexibilidad y seguridad en momentos cruciales.
3) Optimización del inventario
Tener un inventario excesivo puede aumentar los costos operativos, mientras que un inventario insuficiente puede llevar a la pérdida de ventas y a clientes insatisfechos. Hacer análisis regulares del inventario y disponer de un muy buen stock, fundamentalmente de los productos más buscados, puede lubricar la cadena de suministro. En este punto, la coordinación entre los distintos actores involucrados, como proveedores, distribuidores y transportistas, será vital para asegurar que los productos lleguen en tiempo y forma a los clientes.
4) Logística inversa sólida y robusta
Al incrementarse el volumen de ventas y la demanda de pedidos, desarrollar una logística inversa resulta oportuno para gestionar posibles devoluciones que puedan darse por algún desperfecto o arrepentimiento. También aumenta la satisfacción del cliente y la posibilidad de que reincida en la tienda el hecho de que pueda recibir un reembolso en caso de que lo recibido no se ajuste a lo que buscaba. Si se lo gestiona bien puede terminar generando un ahorro de costo, incluye costos de transporte, manejo, almacenamiento y reacondicionamiento de productos devueltos. Y a la vez esta empatía hacia el cliente puede traducirse en “mayor engagement” y fidelización hacia la compañía.
5) Optimización del transporte
Es un componente crítico en la planificación logística. El uso de tecnología avanzada y datos estadísticos puede marcar la diferencia en la eficiencia de la cadena de suministro. Mediante el análisis de datos históricos respecto a envíos, volúmenes de carga y curva de pedidos, las empresas pueden identificar patrones y tendencias que les permitan tomar decisiones informadas sobre las rutas de envío más eficientes.
La implementación de sistemas de gestión de flotas y de rastreo de vehículos en tiempo real brinda una mayor visibilidad y control sobre las operaciones logísticas. De esta manera, las empresas pueden ajustar las rutas en tiempo real en caso de surgir inconvenientes en el tráfico o condiciones climáticas adversas. Además, las tecnologías de optimización de rutas pueden calcular la mejor secuencia para realizar las entregas, reduciendo los tiempos de transporte y disminuyendo los costos operativos. Al minimizar las distancias recorridas y reducir el tiempo de inactividad de los vehículos, se logra un uso más eficiente de los recursos, se contribuye a reducir la huella de carbono y se da una mejora en la productividad.
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