La Asociación Argentina de Logística Empresaria (ARLOG) organizó un desayuno de profesionalización y actualización para entender por qué el coaching es la forma en que los miembros de una organización puedan ser más productivos y cómo puede generar un mayor compromiso en la relación entre la empresa y su gente. El encuentro se llevó a cabo el 20 de octubre en la ciudad de Buenos Aire. Contó con las disertaciones de Mauro Sperperato, expresidente de ARLOG y socio fundador en SINAPSYS Logística y Coaching, y Guillermo Coccoz, director asociado de Energética Argentina.
En primer lugar, Mauro Sperperato se refirió al liderazgo, al expresar que cada vez resulta más desafiante liderar un equipo en el sector logístico. «Los mandos medios son quienes llevan el ritmo de la operación y su desgaste produce baja productividad». Para paliar esa crisis del liderazgo, sostuvo que es necesario cambiar de paradigma de gestión, generando líderes cuyo propósito sea ayudar a la gente a triunfar, apoyándola y eliminando barreras. «Como consecuencia, hay un cambio en la forma en la que se organizan las compañías», sostuvo.
El nuevo paradigma de gestión, según Sperperato, habla de agilidad, flexibilidad, colaboración, transparencia y autogestión. «Los desafíos técnicos se pueden resolver dentro del marco de nuestra experiencia anterior, simplemente usando conocimientos, metodologías y herramientas que ya existen. Los desafíos adaptativos son poco claros y difíciles de identificar, principalmente porque están muy vinculados a los hábitos y costumbres más arraigados en los miembros de una organización. Las personas involucradas son a la vez parte del problema y de la solución», indicó.
La innovación va de la mano con la forma en que se gestiona, de acuerdo con el experto. El coaching consiste, entonces, en ayudar a las personas a aprender en lugar de enseñarle.
Sperperato expresó que hay dos tipos de coaching. Por un lado, el que ejerce un líder coach, dentro de la dimensión del desarrollo de las personas y como tarea indelegable. «Es vital para lograr el compromiso de las personas que conforman un equipo», precisó. Y por otro, el coaching profesional, a cargo de una persona externa a la organización certificada como coach. «En este caso, acompaña a un ejecutivo y un equipo para el desarrollo de sus competencias o en situaciones de estrés y cambio», señaló.
El coaching es un proceso conversacional y de aprendizaje. Se basa en la premisa de que los resultados, sea en el trabajo, en la familia o en cualquier otro lugar, son consecuencia de las acciones que emprendemos o no. En el coaching hay tres fundamentos, dijo Sperperato. El primero es que cada uno ve la realidad desde un lugar distinto y la verdad es compartida sin importar quién tiene razón. El segundo es que el coaching es un trabajo personal y transformacional. Y el tercero es que hay que estar dispuesto a liberarse de los prejuicios.
Con respecto a la logística y el coaching, destacó que la cultura de la empresa debe estar conformada por un equipo y una mística, formada por el conocimiento, la comunicación y la pasión. «Si queremos incrementar la productividad, por un lado, hay que alentar a las personas a que trabajen en su propio desarrollo. Y por otro, es necesario trabajar en los modelos de gestión, para crear nuevas organizaciones más ágiles, participativas, abiertas, transparentes y centradas en las personas», completó.
A continuación, fue el turno de Guillermo Coccoz, quién señaló que la gente hace la diferencia en una organización y definió al coaching como un acompañamiento profesional para mejorar el desempeño de los empleados. «El coaching es un proceso de aprendizaje, que transforma el tipo de observador que somos, expande nuestras posibilidades y capacidad de acción, incrementa nuestra efectividad e impacta positivamente sobre nuestro bienestar», aseguró.
En cuanto al coaching en equipo, señaló que en un buen equipo debe haber muchas conversaciones públicas, las que se expresan, y pocas privadas, es decir con los juicios de cada uno. «Se deben blanquear los pensamientos y debe primar la confianza», indicó. Con respecto a los juicios en los equipos, el consultor señaló que, precisó que se deben emitir juicios sobre las acciones y no sobre las personas. «Hay que evitar los mecanismos defensivos que anulan el aprendizaje y todos estos ítems se logran a través del entrenamiento del coaching», enfatizó.
Para finalizar Coccoz remarcó que el coaching acompaña a expandir las posibilidades y capacidad de acción. «No es el ser el que condiciona nuestras acciones sino son nuestras acciones las que definen a nuestro ser. Nuestra principal misión en la vida es la de diseñarnos. Somos el producto de nuestras acciones. Si modificamos el tipo de observador que somos, modificaremos nuestras acciones y en consecuencia nuestro ser», concluyó.