Hoy BASF abre el camino para su nueva planta de producción de metilato de sodio en Guaratinguetá, Brasil, su planta más grande en América del Sur. La planta tendrá una capacidad de 60.000 toneladas métricas anuales y abastecería principalmente el mercado regional. Es la segunda planta de BASF para este producto, además de la planta en Ludwigshafen.
El proyecto implicará una inversión de capital por una cifra en millones de Euros en el rango bajo de dos dígitos.
El metilato de sodio es un catalizador eficiente y confiable para la producción de biodiesel, que en los últimos años se ha desarrollado como una alternativa de importancia y en aumento para los combustibles diesel.
El biodiesel satisface los requisitos de los fabricantes de motores para combustibles de alta calidad.
«La construcción de nuestra planta de metilato de sodio es una decisión estratégica para cubrir la demanda futura de nuestros clientes en el mercado en rápido crecimiento del biodiesel en América del Sur», dice Stefano Pigozzi, Presidente de la división Inorgánicos de BASF, durante la ceremonia.
BASF espera que alrededor del 15% de la demanda global anual de biodiesel, que representa unas 30 millones de toneladas, provenga de América del Sur en 2015.
«Este desarrollo y la inversión en una nueva planta muestran la significancia del biodiesel, además del compromiso de BASF con este mercado y la región. Nuestra planta en Guaratinguetá ofrece sinergias con plantas y servicios existentes, además de ventajas logísticas para nuestros clientes,» reafirma el Dr. Rolf-Dieter Acker, Presidente de BASF para América del Sur.
Se espera que la planta este en funcionamiento a partir del año 2011.
La legislación brasilera requiere que a partir de 2010 el combustible contenga un 5% de biodiesel. Argentina también ha estipulado que el biodiesel componga el 5% del combustible desde 2010. Otros países sudamericanos tienen leyes similares.
