Cuando la creatividad se entrelaza con la calidad

 |   7 de abril del 2015
Cuando la creatividad se entrelaza con la calidad

El vínculo entre creatividad y calidad puede tener distintas formas:


1. La calidad y la creatividad tienen un vínculo débil


Es la postura más arcaica. Es el modo en que se veía a la creatividad (y a la calidad) en el pasado: la calidad pertenecía al mundo de la perfección, la precisión, los procesos, el análisis, las rutinas, la seriedad, las secuencias. Es propia, se pensaba, de áreas como Producción, Logística, Distribución… Y nada tiene que ver con la creatividad. Al contrario: muchas veces, ser creativo en estos temas “puede ser contraproducente”, se creía. Porque la creatividad significa tener ideas, probar, equivocarse… Era más adecuada para áreas como Marketing o Investigación y Desarrollo.


2. La creatividad puede estar al servicio de la calidad


Es una postura intermedia: la creatividad es también una forma de Resolución de Problemas, de cualquier tipo de problemas. Entonces, podría estar al servicio —también—de la calidad. ¿Cómo?:

• Produciendo mejoras. Por ejemplo, generando ideas novedosas para reducir drásticamente la espera de los clientes en determinado servicio.
• Explorando profundamente al consumidor e inventando nuevos criterios para definir qué significa calidad en determinado negocio. Por ejemplo, diseñando un sistema logístico que llegue al cliente en momentos record.
• Generando ideas para comunicar o demostrar la calidad de maneras novedosas. Por ejemplo, mostrando en tiempo real el recorrido de un envío, desde la fábrica hasta la puerta del consumidor.

3. La calidad al servicio de la creatividad y la innovación


Es la perspectiva más actual. Y sugiere que sin calidad, la creatividad no tiene chance de prosperar.
Para que la creatividad se difunda, se valore y sea adoptada por los mercados (es decir, para que se convierta en innovación), es imprescindible que las novedades que producimos cuenten, al menos, con una calidad equivalente a las opciones “no novedosas” que ya existen. Hace años era posible que a las propuestas novedosas se les perdonara la falta de calidad. Hoy no.


Nos pueden elegir porque ofrezcamos un producto o un servicio novedoso. Nos pueden probar, sí. Pero si la calidad de lo que ofrecemos no satisface las expectativas que ya tienen nuestros clientes, nuestra creatividad sólo será excentricidad, pero no innovación.


La calidad, y en especial la calidad sustentable, es el componente clave que, entrelazado con la originalidad y la creatividad, nos lleva a la innovación.

 

 

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Redacción Énfasis Logística

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