Siguiendo la tradición de los Papamóviles que data de principios de siglo XX, el pasado martes 19 de marzo, el Papa Francisco eligió el Clase G que lo paseó por la Plaza de San Pedro y le permitió bajar a saludar a algunos de los presentes durante la ceremonia de asunción en el Vaticano.
Se trata de un Mercedes-Benz Clase G 500, con un motor naftero V8 de 5.5 litros de cilindrada, 388 caballos de potencia y tracción a las cuatro ruedas. Este ejemplar fue donado por Mercedes-Benz al Vaticano en diciembre del 2007.
El vehículo fue desarrollado sobre la base del modelo G500. Está equipado de un parabrisas plegable con una posición en la que es fácilmente visible por toda la multitud, pasamanos y todas las comodidades necesarias. Al igual que sus precursores, el Papamóvil es por tradición blanco y en el interior cuenta con detalles color rojo.
La historia de los Papamóviles Mercedes-Benz y el Vaticano se inició hace 83 años. Desde entonces, todos los Papas han elegido la calidad, la seguridad y el confort de los vehículos Mercedes-Benz.
En noviembre de 1930 se le entregó al Papa Pío XI el primer Mercedes-Benz. En aquella ocasión se trataba de una limusina de 8 cilindros, modelo Nürburg 460.
Más adelante, en la década de 1960, el Papa Juan XXIII recibió un Landaulet 300D cabrio con cambio automático que fue conocido como el Mercedes Adenauer, por ser el que utilizaba el primer canciller de la RFA, Konrad Adenauer.
Luego, en 1965, durante el papado de Pablo VI, este vehículo fue sustituido por una versión especial del Mercedes-Benz 600 Pullman Landaulet y luego por un Mercedes-Benz SEL 300.
Tras la llegada de Juan Pablo II, Mercedes-Benz decidió entonces adaptar un Clase G 230.
Seguidamente, en los años 90, Mercedes-Benz donó nuevos Papamóviles a la Santa Sede. Primero se entregaron varios Clase S modificados, pero como Juan Pablo II prefería dejarse ver siempre por la multitud, decidieron desarrollar un vehículo totalmente nuevo, en la misma línea que el Clase G de los 80, pero con una cúpula fija y blindada.
En 2002, Mercedes-Benz hizo entrega de una ML 430 al Papa Juan Pablo II. Este modelo especial de la Clase M con una cúpula de cristal, de color nácar, estuvo concebido de tal forma que el Santo Padre podía estar siempre cerca de la gente que se encuentra en sus viajes.
Finalmente, en diciembre de 2012, en una ceremonia especial realizada en el Vaticano, el CEO del Grupo Daimler Dieter Zetsche entregó personalmente a Benedicto XVI un nuevo Papamóvil construido sobre la base de una Clase M.
Después de que llegan al final de su «vida laboral», los Papamóviles pueden ser vistos como parte de las colecciones que se exhiben tanto en el Vaticano y el Museo Mercedes-Benz en Stuttgart, Alemania.