De ese total, que equivale a 37 días de ventas, 155.180 unidades están en las playas de las terminales y 243.616 en los salones de ventas de las concesionarias, de acuerdo a los datos de ANFAVEA, la cámara que agrupa a las automotrices del vecino país. En 2010, el stock medio fue de 30 días y en 2009 de 24 días. El mayor promedio se alcanzó en noviembre de 2008, en medio de la crisis con la quiebra de Lehman Brothers, cuando trepó a 56 días.
Para desagotar esos stocks, la semana pasada varias terminales, como Volkswagen, General Motors y Fiat, suspendieron la producción durante algunos días . Desde ayer se sumó Ford, que mantendrá parada la planta en el Estado de Bahía cuatro semanas, hasta el 12 de octubre, afectando a 11.000 trabajadores. El objetivo es dejar de producir 30.000 unidades. Según ANFAVEA el incremento de los stocks se debe a que las terminales produjeron más y hubo lanzamientos de nuevos modelos por la mayor demanda doméstica y del exterior. Pero desde hace varias semanas por la crisis internacional, y la fuerte revalorización del real, la actividad interna comenzó a desacelerarse. Y eso se refleja en la revisión de las metas originales de producción automotrices y la depreciación del real que ayer rozó los 1,72 reales por dólar, un 8% más que una semana atrás.
Por su parte, un informe de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desenvolvimiento Económico) que reúne a los países más desarrollados, difundido ayer, señala que Brasil es uno de los países que pueden tener en los próximos 6 a 9 meses una fuerte desaceleración económica. «No podemos medir la intensidad de esa desaceleración ni si será más intensa en Brasil que en otros países, pero con certeza se producirá», aseguraron los voceros de la OCDE.
Fuente: Clarin
