Estos valores que preocupan al sector se dan en un contexto de alta inflación mayorista y minorista, a partir de la devaluación del tipo de cambio del orden del 30% a partir de la segunda semana de agosto. Como consecuencia de ello, en el noveno mes del año continuaron en alza varios de los principales rubros que mide el Índice. Fuertemente relacionado con la depreciación de la moneda, lo que más aumentó respecto de agosto es el Material Rodante, que trepó un 18.66%, seguido por Reparaciones (10.79%), Lubricantes (5.5%) y Seguros (4.75%).
En el caso del combustible, el insumo de mayor gravitación en el sector, se incrementó 6.40% en septiembre -cifra que abarca los segmentos minorista y mayorista- en el marco de la Resolución 557/19 de la Secretaría de Energía de la Nación que limitó en hasta 4% los aumentos de precios minoristas y desreguló los precios mayoristas.
El estudio, realizado por el Departamento de Estudios Económicos y Costos de FADEEAC, mide 11 rubros que impactan directamente en los costos de las empresas de transporte de cargas por carretera de todo el país, y es referencia, en buena medida, para la fijación o ajuste de las tarifas del sector.
Aumento y desabastecimiento: las preocupaciones en torno al combustible
Solamente en el caso del combustible, durante el tercer trimestre del año (enero-septiembre de 2019) el aumento promedio alcanzó el 25.3%, tras haberse incrementado un 77% en 2018. Como se desprende de esas cifras, los grandes aumentos nominales y relativos del combustible atacan el normal funcionamiento del autotransporte de cargas en Argentina. Esta situación se ve agravada por el derrumbe de la inversión en equipos y la fuerte baja del consumo de gas-oil.
Como si fuera poco, sobre el autotransporte de cargas también pesa una presión impositiva del orden del 40% en la tarifa final que, junto a las altas tasas de interés y la incertidumbre cambiaria, pone en riesgo el futuro de uno de los sectores más estratégicos para el funcionamiento de la economía argentina.