El evento tuvo lugar el pasado 28 de agosto y debido a la alta volatilidad que presenta la economía argentina, los analistas anticiparon que en el mes de diciembre difundirán una “actualización” de los datos, una vez conocidos los resultados de las elecciones generales y cuando, se espera, el panorama económico presente mayor previsibilidad.
Jorge Jares, de DYC, fue el encargado de analizar el contexto económico local y exterior, y su impacto en las operaciones logísticas.
En cuanto al contexto exterior, señaló que se deben tener en cuenta fundamentalmente tres factores:
• Las dificultades de Brasil (y con Brasil).
• Las dificultades arancelarias China – EEUU, que pueden apaciguarse o llevar a una guerra comercial.
• La pérdida de competitividad de Argentina frente a los países limítrofes, especialmente en productividad, ya que la devaluación nos vuelve un poco más competitivos por el tipo de cambio pero los problemas de productividad persisten.
Destacó que la ecuación que mueve toda la economía, y por ende a la logística, está compuesta por: La demanda: que es lo que consumimos más lo que exportamos, más los recursos necesarios para la inversión que se haga en el país. Esta demanda se satisface con el PBI de bienes y servicios, que es todo lo que producimos y las importaciones. “Estos son los términos que nos van a mover los flujos logísticos, sin esta ecuación no se explica la economía”.
Continuando con su análisis, precisó que de todas estas variables solo la de las exportaciones, principalmente por el agro que ha tenido valores récord, es la que muestra buenos resultados: “El consumo privado viene bajando, registró un positivo en 2017, -2.4 en 2018, -5.5 el 2019 y -0.5 está proyectado para el 2020, lo que podría indicar que dejará de caer, pero sin embargo hay que tener en cuenta que estos porcentajes son acumulativos. En cuanto a la inversión bruta fija a precios constantes está en valores inusualmente bajos, si lo comparamos con 2017 baja del 20.5 al 16.3 que tenemos proyectado para este año y a 15.7 para el que viene. Esto quiere decir que el segundo motor que impulsa la producción y los servicios también está bajando y recién ahora se estaría estabilizando. El único aspecto positivo son las exportaciones, que han venido subiendo año tras año y, a pesar de que hubo una sequía muy importante en 2018, los volúmenes de 2019 hacen que esto haya cambiado. La ecuación nos da que en 2019 el PBI va a ser negativo en -2.2% y un -1.5% en 2020 por efecto de arrastre”.
El impacto logístico
El consultor precisó que el PBI de bienes es la variable que más impacta en el sector logístico, el cual tuvo una baja bastante grande en 2018 por la sequía agropecuaria, pero que sin embargo “aunque parezca mentira” sube en 2019 un 1.4%, fundamentalmente explicado por el flujo agropecuario.
En este sentido Jorge Jares destacó que para un análisis más certero se deben distinguir dos flujos logísticos: uno industrial y otro agropecuario. “Uno es un flujo logístico próspero y el otro ha descendido y trata de estabilizarse. El problema para el análisis es que, salvo para una parte de la población de camiones, estos flujos no utilizan los mismos recursos logísticos”.
En lo que respecta al flujo industrial, de acuerdo con el índice IPI de FIEL hasta julio de 2019 registra una baja de 7.5% y hay señales de que deja de caer y se estabiliza, “siempre recordando que en diciembre FIEL publicará una actualización de estas estimaciones debido a las dificultades para el análisis que plantea la volatilidad actual”, recordó y señaló “como para el año que viene tenemos también un PBI negativo podemos esperar que, en el mejor de los casos, se estabilice, pero no habría posibilidades un cambio muy significativo. Este índice guarda además una estrecha relación con las importaciones, que también están bajando. El 70% de las importaciones son para la producción industrial, y aproximadamente un 20% de bienes de consumo, por lo que al disminuir el consumo disminuye tanto la producción nacional como el deseo de comprar bienes importados”.
Como aspecto positivo, el especialista indicó “empezamos a tener en importaciones vs. exportaciones un saldo positivo de la balanza de pagos en 2020, que va a ser una buena herencia para el nuevo gobierno, sea cual fuere”.
En definitiva, “se prevé un panorama de economía ajustada, cuyos flujos logísticos se están estabilizando a cero en la parte industrial y con una pujanza bastante fuerte en los valores agropecuarios que probablemente crezcan otro 8% el año próximo, y representan uno de los valores más ciertos siempre que no haya un problema climático”.
La demanda de recursos operativos
Sobre los recursos que requiere la actividad logística para su funcionamiento se analizan tres elementos: Transporte, Recursos humanos y la incorporación de depósitos modernos.
Comenzando por los camiones, Jares señaló que “no parece que falten camiones” y así lo reflejan los números, ya que la incorporación de camiones pesados 0km se ubica en la mitad que durante el mismo periodo del año pasado, enero a julio: 7.000 unidades contra 14.000 en 2018, “lo cual es razonable en este escenario”.
En cuanto a los RRHH, “el Ministerio de Hacienda publicó un análisis muy interesante que se puede relacionar con la incorporación de las nuevas tecnologías. En el año 90, 61.7% de los puestos de trabajo estaban ocupados por gente que tenía la secundaria incompleta; en 2017 ese valor bajó casi 26 puntos y es solo el 35%. Si nos vamos al otro extremo, en el año 90 los universitarios, tanto con estudios completos como incompletos, representaban el 21.3%, y ahora representan el 36.3%. Esto muestra que hay entre un 23 y un 27% de los trabajadores que solo tenían la instrucción secundaria incompleta que fueron de alguna manera reemplazados por personal más calificado. Para lo que no tenemos respuesta es sobre qué pasó con esa gente, si está dentro del grueso núcleo de desocupados o si se han capacitado”.
Con respecto a la incorporación de almacenes triple AAA, el consultor de DYC destacó que “hay que hacer una salvedad. La incorporación de estos almacenes tiene que ver con proyectos estratégicos e inversiones a largo plazo, por lo que se desarrolla en cierta forma independiente de la coyuntura, y tiene que ver con un tema de modernización, de una inversión rentable, pero con su propio ritmo. Este año se incorporaron una buena cantidad de metros cuadrados con los que se llega a un inventario de 1.882.000 m2, pero sin embargo hay una superficie vacante mayor a la habitual que tiene que ver con la disminución de los stock en general. El ratio de vacancia está en 13.2% cuando normalmente estaba en 7%. No obstante eso hay 315.000 m2 más en construcción”.
“Salvo esta última variable, se puede ver claramente cómo los recursos logísticos acompañan los mejores volúmenes y también la necesidad de recursos humanos más capacitados. Además que está empezando a crecer un poco la desocupación lo que es lógico con las cifras mostradas anteriormente”.
Los Flujos logísticos
Los principales flujos logísticos en la actualidad se relacionan con la agricultura que está en alza y la minería que se presenta estable. La crisis económica y de consumo queda en evidencia ya que los números totales muestran que este año se movilizaron 7 millones de toneladas menos que en 2018 y 14 millones de toneladas menos que en 2014.
“En un entorno económico complicado los flujos logísticos muestran comportamientos muy disímiles. El flujo agropecuario muestra un importante crecimiento que seguramente continuará en 2020 si los factores climáticos son normales. Los flujos industriales han decrecido considerablemente y se espera que se estabilicen en los valores actuales. Ambos flujos requieren recursos logísticos muy diferentes, especialmente en almacenamiento. Por lo que los incrementos y caídas no pueden ser neteados y las capacidades ociosas permanecerán”.
Panel empresario
Con la moderación del Director Técnico de CEDOL, Carlos Musante, se desarrolló un panel de empresarios, donde protagonistas de la actividad logística compartieron sus expectativas y análisis de la actualidad. Entre otros temas, fueron consultados sobre cómo imaginan el futuro de sus clientes, es decir, el nivel de demanda de servicios logísticos que prevén en el futuro cercano.
Hernán Sánchez, Director Comercial de CELSUR
La realidad por la que está atravesando el país no es ajena a ninguno de los que está en esta sala, independientemente de eso el espectro en que la empresa desarrolla sus negocios es sólido. Nosotros no hemos tenido un impacto muy significativo, sí estamos operando entre un 15 y un 20% menos de volumen, pero nuestro diseño de operaciones en el marco de un operador logístico integral incluye una previsión de flexibilidad para subas y bajas. Nos apalancamos en este diseño para poder sobrellevar la coyuntura actual y además es importante la cuestión del apoyo financiero, que al ser una empresa básicamente de capital nacional resulta mucho más fácil de sobrellevar, así como también tiene sus desventajas en otros momentos.
Eduardo Bastitta, CEO de Plaza Logística
El negocio de los parques logísticos e industriales no puede estar atado a la coyuntura, porque son inversiones que demandan décadas de repago. Desde el punto de vista de los inversores, requieren financiamiento de muy largo plazo y desde el punto de vista de nuestros clientes son decisiones de transformación. Como siempre decimos, acompañamos decisiones de transformación, que hacen a una visión de muy largo plazo. A partir de ahí, la mayoría de las herramientas que hemos ido construyendo en estos diez años que tenemos operando en argentina fueron basadas en poder evitar que la coyuntura nos impacte, esto implica: el tipo de inversores que tenemos, el tipo de financiamiento con el que contamos y el tipo de inversión que llevamos adelante. La coyuntura nos impacta de todas maneras, tratamos de que no nos haga modificar nuestros planes, y seguir con nuestras inversiones.
David Bottaro, Director General de ID Logistics
Ante la coyuntura y como empresa multinacional, en Argentina somos un poco más modestos que en el resto del grupo. Si bien este año, antes de las PASO, cumplimos nuestros objetivos con un 65% de aumento en los ingresos, que obviamente si le quitamos la inflación representa un 12%, pero de todas formas es un buen resultado. Vemos que el futuro está bastante incierto y eso genera un entorno de congelamiento y demora de decisiones de avance en algunos proyectos, lo que obviamente nos va a impactar. Lo positivo es que continuamos adelante con los valores del grupo en cuanto a la innovación, el mejoramiento y formación de nuestros recursos humanos, sumar a los mercados tradicionales todo lo relacionado con el eCommerce con foco en la satisfacción del consumidor, lo que nos genera la necesidad de seguir adelante”.
Vigo Iker, Director Comercial de ULMA (España)
Es cierto que argentina no está en el mejor momento, pero esa búsqueda de competitividad, de procesos logísticos eficientes y la mejora diaria no solo se registra acá sino que es un tema internacional. Nosotros tenemos presencia en múltiples países y es una casuística que ya hemos vivido, y entendemos que es un momento fundamental para reflexionar y pensar. El mundo no para y la Argentina tampoco, y en el país hay un potencial de mejora muy grande.