El 84% de las empresas ya se involucraron en el uso de la tecnología blockchain, aunque más de la mitad (52%) se encuentran aún en la etapa de investigación y desarrollo, según los resultados de la encuesta efectuada por PwC, Global Blockchain Survey. A pesar de los avances, las organizaciones siguen cuestionando la confiabilidad de esta tecnología.
“El blockchain se ha convertido en la tecnología que, al parecer, revolucionará el entorno de los negocios y la forma en la que depositamos confianza en las transacciones digitales”, comenta Alejandro Rosa, socio de PwC Argentina de la práctica de Gobierno Corporativo, sobre el concepto que, en una primera etapa, parecía secundario dentro del mundo de las Bitcoins. Sin embargo, esta tecnología disruptiva del entorno de los negocios no ha despejado todavía las dudas sobre la confiabilidad de los procesos, un tema que acapara la atención de las compañías y gana espacio en sus agendas.
Las empresas están preocupadas por la confiabilidad, velocidad, seguridad y escalabilidad de esta tecnología, pero sobre todo por la falta de regulación/estandarización y, de algún modo consecuencia de lo anterior, los potenciales problemas de compatibilidad e interacción entre cadenas de bloques desarrollados por entidades diversas. Según la encuesta de PwC, las tres principales barreras para su adopción son: incertidumbre regulatoria (48%), falta de confianza entre los usuarios (45%) y la capacidad de unir distintas redes (44%).
A pesar de la incertidumbre, algunos de los beneficios de una cadena de bloques bien diseñada son: reducción de costos, mayor alcance y velocidad en las operaciones, más transparencia y trazabilidad.
Si bien la industria de servicios financieros es actualmente líder en cuanto a su utilización, esta tecnología se está expandiendo en otros sectores como la salud, la consultoría y los productos industriales.
¿Qué deberían saber las empresas sobre blockchain? A continuación, algunos conceptos básicos que surgen de la encuesta realizada por PwC a 600 ejecutivos de empresas de 15 países.
Las empresas deben, en primer lugar, entender la tecnología, considerando sus oportunidades y riesgos. Preguntarse si podrían adaptarla a su estrategia y modelo de negocio, analizar a la competencia y contemplar los riesgos de seguridad y privacidad. Existen ciertos temas que podrían afectar significativamente el negocio de las organizaciones y que conllevan cierta complejidad técnica. En ese sentido siempre es recomendable contar con el soporte de especialistas externos que ayuden no solo a entender la temática, sino fundamentalmente a prever impacto y riesgos que puedan generar para el negocio de la empresa.
“Un blockchain es un registro digital distribuido y a prueba de manipulaciones de todas las transacciones que se lleven a cabo en una red. Está descentralizado, lo que significa que ese registro o “libro de cuentas” no se almacena en una sola ubicación. Además, los participantes en la red confirman las transacciones, o bloques, ellos mismos. Esto significa que no hay necesidad de un intermediario externo. Las funciones criptográficas inherentes a la tecnología garantizan la integridad y seguridad de la información”, explicó Rosa.