Específicamente, este trabajo de profesionalización es requerido en áreas de operaciones que integran procesos de planificación, compras, depósitos, administración de ventas, transporte y distribución, los cuales se abarcan en lo que denominamos “operaciones logísticas o supply-chain”.
Los resultados en operaciones dependen de la interacción entre distintas áreas; distintas personas van sumando tareas como una carrera de postas, para que al final el cliente reciba su producto en tiempo y forma.
Luego se integra el área comercial y de finanzas, grandes interesados en la optimización de procesos de logística punta a punta o Supply Chain.
El proceso de profesionalizar significa atravesar una transformación, en la cual el conocimiento tácito se transforma en conocimiento explícito, las maneras de llevar a cabo las tareas, en procesos, los supuestos en datos y la mirada de corto plazo en objetivos de corto y largo plazo.
Se comprueba un impacto diferencial cuando un equipo se profesionaliza; tiene aporte directo en los resultados.
Desde hace unos años, para operaciones, hemos adoptado conceptos de metodologías ágiles, entendiendo que responde muy bien a la dinámica actual de los negocios, particularmente a procesos complejos multi-áreas.
Agiles nace en el área de tecnología y sistemas, y propone un cambio en la metodología para resolver problemas complejos.
Enfoque Tradicional:
• Analizar qué pasó.
• Busca quién fue el responsable.
• Induce a desarrollar rutinas defensivas en las personas.
• Pone la atención en las personas, y no en la resolución del problema.
La propuesta de agilidad es:
• Poner el foco en qué va a pasar.
• Quién tiene la mejor visión.
• Cómo construimos confianza para seguir aprendiendo juntos.
• Foco en los problemas y no en las personas.
¿Por qué en procesos de supply-chain esto es importante?
Porque dado la cantidad de variables que se manejan en los procesos de supply chain, este es un proceso complejo en que interactúan muchos actores, con poco tiempo para la toma de decisiones, lo que observamos es que muy buenas intenciones individuales no logran alcanzar un buen resultado en el resultado total.
Un ejemplo simple de esto es una compra de oportunidad: un responsable de compras recibe una oferta de su proveedor, es una mercadería que se vende constantemente, que actualiza su precio en base al dólar, y normalmente lo miden por los ahorros que consigue; nada indica que debería dejarla pasar.
Sin embargo, una mirada más amplia, puede cambiar el resultado. Si me bloquea el depósito, generando improductividad o necesidad de alquilar más metros, si me genera un problema financiero de disponibilidad de cash flow, si me pone presión en ventas para vender más allá de lo que el mercado demanda, si el resultado de esa venta forzada le bloquea crédito de clientes para comprarme otros artículos, ¿será tan bueno el efecto real de este negocio?
Este tipo de ejemplos ocurren a diario, y cuando se suman generan situaciones complejas en que no se entiende por qué a pesar de hacer el máximo esfuerzo individual el resultado colectivo no es acorde.
Es fácil describirlo en un ejemplo puntual, pero poder analizarlo en tiempo real, con la cantidad de cosas que llevamos al mismo tiempo, además de la velocidad en que operamos, cuando entendemos qué paso, ya tenemos 10 problemas más para resolver. Cuando se trabaja mirando el pasado, los problemas van quedando acumulados; y cuando posiblemente los entendemos, ya los hemos repetido varias veces.
La mirada integral del negocio es clave para tomar buenas decisiones pero no tenemos el tiempo suficiente para compartir toda la información y tomar decisiones en equipo. Por eso debemos desarrollar una mirada integral en cada uno de los actores.
Lo profesional está en el conocimiento técnico de su propia área y el desarrollo de metodologías de trabajo adaptadas a las dinámicas actuales. Ser profesional en cada área es lo básico, pero no es suficiente, la integralidad y el entendimiento del impacto en el todo es necesario.
Los negocios cambian, los competidores ya no se sabe de dónde vendrán, la flexibilidad y adaptación son requerimientos necesarios para poder responder efectivamente.
Desarrollar una organización profesional que aprende es vital en estos días.
¿Está tu empresa trabajando en estos temas?
(*) Sinapsys – logística y coaching