En cambio, una visión pragmática, que integre el factor humano y la tecnología, puede ayudarnos a superar este dilema.
Más allá de las reflexiones, la complejidad de los negocios y la realidad nos interpelan a actuar.
En la actualidad, ante la incertidumbre y los potenciales cambios, muchos empleos pierden atractivo para las nuevas generaciones, provocando una escasez de mano de obra calificada que se torna muy difícil de suplir.
Un caso que afecta al sector es la escasez de conductores de profesión, una problemática de escala global y similar a otros oficios del rubro como clarkistas, estibadores, y operarios de terminales.
El oficio del chofer hasta hace unos años se transmitía de generación en generación. El conocimiento, en muchos casos, se mantenía en la familia y los choferes desarrollaban un oficio “de toda la vida”, que les permitía alcanzar una visión integral del negocio. Esto, a su vez, facilitaba el ingreso de nuevos conductores, que contaban con el apoyo y la experiencia de alguien de su familia en sus inicios.
Pero el oficio de conductor poco a poco se está perdiendo. No es un fenómeno propio de Argentina sino del mundo. Es un problema más integral, que no está solo relacionado con la cantidad de mano de obra, sino con cambios más profundos que se produjeron en ese trabajo.
Hay que acompañar y ayudar a los choferes en su labor diaria que es tan importante y compleja.Por otra parte, el autónomo -dueño de camión y conductor a la vez-, necesita también apoyo para renovar su vehículo y mantenerse.
Esta situaciónse da en un mercado cada vez más exigente y agresivo, donde los clientes requieren de procesos sistematizados en toda la cadena logística, una tendencia que va en crecimiento.
Por eso, es vital acompañar a los choferes en este proceso de aprendizaje para la adopción de las competencias requeridas, enriqueciendo así sus roles y logrando una excelencia en el servicio.
En esta realidad donde lo único constante es el cambio, tenemos que ocuparnos de las personas, promoviendo y apoyando la preparación y el aprendizaje continuo, porque vamos a necesitar gente con capacidad de interpretar información, identificar mejoras, dispuestas a aprender, con pasión y compromiso. La creatividad de las personas es y será esencial para la evolución y supervivencia de las empresas.
Oficio y tecnología son eslabones de una misma cadena. Ocupémonos hoy de las personas y de la tecnología apoyando a los oficios.
(*) El autor es CEO de GEA Logistics y autor del libro “Dejarse enseñar”