De acuerdo con información de la Bolsa de Comercio de Rosario, el calado máximo permitido en las terminales de Rosario – San Lorenzo – Timbúes ya se encuentra en torno a los 29 pies (contra un calado “habitual” alrededor de 34’), agudizando las precauciones que deben tener los operadores a la hora de cargar los buques y recortando los volúmenes que pueden embarcarse por unidad.
Estimando una pérdida promedio de capacidad de carga de sólidos para buques de tipo Panamax (o similares) de unas 2.000 toneladas por cada pie perdido de calado, podríamos decir que la bajante les está costando a los operadores la posibilidad de cargar unas 10.000 toneladas por cada buque de este tipo que sale del Gran Rosario.
El miércoles 20, el buque MV MSXT ARTEMIS, operado por la compañía ADM, sufrió una varadura, situación que perdura hasta la fecha a pesar de los intentos para zafarlo con la asistencia de remolcadores. Esto generó la paralización de actividades en los muelles de la Unidad 6 de Rosario (concesionada a Servicios Portuarios), donde se procedió a dar de baja todos los cupos de descarga de camiones con fecha al día jueves, a la espera de solucionar el inconveniente. Esto aportó más complicaciones a la logística de entrega en plena cosecha de la gruesa, y aún más considerando que se estaba priorizando la celeridad en la descarga, dados los pronósticos de precipitaciones en los próximos días en gran parte del área.
Cabe destacar que el concesionario de las tareas de dragado y balizamiento de la vía navegable troncal no está obligado a dragar cuando el nivel del agua está por debajo de los 2,47 m en el hidrómetro de Rosario. Sin perjuicio de ello, lo ha seguido haciendo lo que implica que puede prestar su servicio a una mayor cantidad de buques y para los cargadores significa que han podido continuar con su logística, más allá de estar cargando volúmenes inferiores a los habituales. A título de referencia, si agregásemos esos 2,39 m adicionales al calado de despacho de la fecha, podríamos zarpar desde Rosario con 11,47 m.
Lo descripto no hace más que confirmar el agravamiento de la situación en el arco portuario del río Paraná, “con una disminución fuerte de las lluvias sobre toda la cuenca del Plata…”, tal como lo hace notar el Instituto Nacional del Agua (INA) y el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) en un informe actualizado al jueves 21.
También prevé un panorama desfavorable para la navegación fluvial. “En el trimestre considerado, mayo-junio-julio, no se registrarían lluvias significativas en las áreas de respuesta más rápida, como la cuenca del río Iguazú, la cuenca no regulada del río Paraná en Brasil y la cuenca misionero-paraguaya del Paraná. Por lo tanto, la recuperación fluvial deberá esperar a la segunda mitad del invierno, en principio con baja probabilidad de una recuperación sensible.”.
Fuente: Bolsa de Comercio de Rosario