Stellantis dio un nuevo paso en el desarrollo de la conducción autónoma con la presentación de STLA AutoDrive, su sistema de asistencia avanzada que alcanza el nivel 3 de automatización según la clasificación de la Sociedad de Ingenieros Automotrices (SAE). Este sistema permite que el vehículo tome el control total de la conducción en determinadas condiciones, reduciendo la intervención del conductor y mejorando la experiencia de manejo. Su implementación marca un avance significativo dentro de la industria, especialmente entre los fabricantes generalistas.
La funcionalidad de STLA AutoDrive se basa en una red de sensores de alta precisión, que analizan en tiempo real el entorno del vehículo. Entre estos sensores se encuentran cámaras, radares y sistemas LiDAR, que permiten la detección de obstáculos, señalización y condiciones climáticas. Además, estos dispositivos cuentan con un sistema de auto-limpieza para garantizar su correcto funcionamiento en diversas circunstancias.
Uno de los aspectos más innovadores de esta tecnología es su capacidad para operar sin intervención humana hasta una velocidad de 60 km/h, permitiendo que el conductor pueda apartar la vista de la carretera o incluso realizar otras actividades dentro del vehículo. Esto lo convierte en una herramienta especialmente útil en situaciones de tráfico denso o congestión, donde la conducción autónoma puede reducir la fatiga del usuario y mejorar la seguridad vial.
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Funcionamiento y características
El sistema se activa mediante un botón y evalúa constantemente las condiciones del tráfico y la vía antes de permitir su uso. Si las circunstancias son aptas, el vehículo toma el control y ajusta la velocidad, mantiene la distancia de seguridad y ejecuta maniobras de dirección, aceleración y frenado de manera autónoma. Sin embargo, una vez que se superan los 60 km/h, STLA AutoDrive se desactiva automáticamente y el vehículo vuelve a depender de sistemas de asistencia de nivel 2 y 2+, que requieren la supervisión del conductor.
Una de las características más prometedoras de esta tecnología es su futura capacidad de adaptación a terrenos off-road. Si bien la mayoría de los sistemas de conducción autónoma actuales están diseñados para el uso en carretera, esta innovación busca extender su funcionalidad a caminos no pavimentados, ofreciendo asistencia en terrenos irregulares. Esta evolución podría representar un avance significativo en la conducción todoterreno, facilitando la movilidad en entornos desafiantes.
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En cuanto a su regulación, la conducción autónoma de nivel 3 ya ha sido autorizada en países como Alemania, Reino Unido, Canadá y Estados Unidos. Sin embargo, la disponibilidad de STLA AutoDrive dependerá de las normativas locales. En Argentina, la conducción autónoma de nivel 3 fue recientemente habilitada, aunque aún falta definir en qué condiciones y rutas podrá ser utilizada.
Con esta tecnología, Stellantis busca posicionarse como un actor clave en el desarrollo de la conducción autónoma accesible y funcional. La compañía ya trabaja en una actualización que permitirá su uso hasta los 95 km/h, lo que ampliará las posibilidades de conducción automatizada en ruta abierta. Con estos avances, STLA AutoDrive se perfila como una innovación con el potencial de transformar la movilidad, mejorando la seguridad y la comodidad de los conductores en distintos entornos.