Autor: Alejandro Arroyo Welbers (*).
La diferencia entre ellos viene dada principalmente porque con el azulado se relaciona a todas las actividades que de algún modo se originan y se potencian a través del mar, océanos y ríos. Abarca una serie de actividades que se desarrollan en distintas partes del mundo como ser el transporte marítimo y fluvial, puertos, pesquerías, industria naval, exploración y explotación de hidrocarburos costas afuera. En este contexto, cabe preguntarse ¿qué oportunidades podría ofrecerle la Economía Azul al país?
Hay un amplio abanico de oportunidades, entre las que se encuentran offshore oil & gas, minería offshore, energías marinas como medio instrumental para – junto a un plan nacional de migración – poblar la Patagonia por medio del establecimiento y desarrollo de industrias costeras basadas en la investigación, la industria, el turismo; y las economías regionales, que una vez conectadas con corredores bioceánicos nos proyecten al Asia-Pacífico vía Chile. Claro está que este tema requiere de un plan de desarrollo integral a partir de la planificación de energías marinas (mareomotriz, undimotriz y eólica), infraestructura habitacional y de transporte binacional.
Te puede interesar: Logística sustentable: un objetivo inmediato
Para citar algunos ejemplos, todos los países del norte de Europa poseen un gran avance en la generación de energías marinas, para lo cual han desarrollado tecnologías específicas, al igual que Canadá y los Estados Unidos. Australia cobra varios cientos de millones de dólares al año como resultado de una correcta planificación y promoción de sus recursos pesqueros recreacionales con pescadores de todo el mundo. ¿Por qué no lo podría hacer Argentina? Singapur tiene gran experiencia como hub portuario de escala global, además de construir plataformas petrolíferas offshore. Los países escandinavos y Alemania poseen gran experiencia en la industria naval de buques científicos y de investigación y abastecimiento polar – todo lo cual podría conformar una transferencia tecnológica sustancial dentro del acuerdo Mercosur-UE.
Desde una perspectiva crítica, la Argentina debe emprender un proceso de integración inteligente con los principales bloques comerciales – siempre dentro del contexto del Mercosur- y mejorar la situación macroeconómica actual. Hoy, Brasil es la décima economía del planeta y puede ser un facilitador de una parte de la inversión que nuestro país requiere. De ese modo, captar el interés de socios en el mundo sería una tarea aún más atractiva. Tener acceso a la transferencia tecnológica, financiamiento, gestión e innovación, así como también a los últimos avances internacionales en la materia, solo se logra a través de alianzas estratégicas entre privados que quieran llevar adelante un proyecto. El Estado, debe ser el ordenador del formato dentro del cual los actores privados puedan funcionar con seguridad jurídica.
En este contexto, cabe destacar que en la Argentina hay profesionales expertos en el tema que pueden llevar adelante este desarrollo, aunque ese conocimiento se encuentra disperso y subutilizado. Este sería un gran tema de agenda en el país que generaría empleo, desarrollo tecnológico, un planteo geopolítico con diversas aristas de interés e incluso una agenda ambiental positiva direccionada a la captura de carbono. Un ejemplo de esto se da en el dragado de la Hidrovía Paraná-Paraguay, la cual se podría desarrollar con dragas construidas en astilleros nacionales y propulsadas con combustibles de baja emisión, lo que provocaría en la captura de carbono una nueva área de desarrollo, además de reducir los costos de transporte fluvial para la exportación de granos.
En síntesis, este tipo de economía y apostar por este tipo de actividades económicas generan en las empresas un campo de acción mayor para investigar y evaluar opciones de inversión con mercados exportables, sobre todo en un país como Argentina donde los recursos relacionados al mar y ríos interiores resultan gigantescos. Nuestro país, dentro del contexto del Mercosur, debe abrirse al mundo y aliarse a bloques comerciales de importancia. Los mismos les permitirán a las empresas, argentinas y extranjeras, acceder a capitales de financiación, transferencia tecnológica, mejora de la infraestructura, generación de economías de escala y, finalmente, ganar productividad y competitividad.
(*) Director de la Maestría en Supply Chain Management del ITBA.
Nota completa publicada en RevistA Énfasis edición agosto 2022. Ingresá aqui.