El presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, confirmó que la petrolera aplicará durante esta semana una reducción promedio cercana al 2% en el precio de las naftas en todo el país. La medida se inscribe en la política comercial que la compañía viene implementando desde fines de 2023, basada en un seguimiento permanente de las variables del mercado y en un esquema de actualización flexible de los precios en surtidor.
Según explicó Marín, la baja no se reflejará de manera uniforme ni simultánea en toda la red. La implementación será gradual y con diferencias regionales, en función de las estructuras de costos y de la dinámica de la demanda en cada zona. El directivo sintetizó el mecanismo como un ajuste diario y segmentado, sin cambios abruptos.
Desde YPF señalaron que la definición de los precios no responde exclusivamente a la inflación, sino a un conjunto de factores que incluyen la evolución del crudo internacional, el tipo de cambio, los costos logísticos y el comportamiento del mercado interno. En ese marco, la empresa ratificó que la baja es el resultado de ese análisis integral.
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Marín vinculó la decisión con lo que definió como un “acuerdo de honestidad con los consumidores”, al sostener que los precios deben ajustarse tanto cuando los costos suben como cuando bajan. En ese sentido, recordó que la compañía ya aplicó reducciones en otras oportunidades, en contraste con esquemas de actualización más rígidos de etapas anteriores.
En términos nominales, el litro de nafta súper en la red de YPF se ubica en torno a los $1.571, mientras que la versión premium Infinia ronda los $1.800. Desde la empresa explicaron que estos valores se modifican a través de microajustes, una modalidad que busca acompañar las variaciones de las variables clave sin generar saltos bruscos en los precios.
Especialistas del sector coincidieron en que este esquema de micropricing no siempre se refleja de manera directa en el Índice de Precios al Consumidor, que mide promedios mensuales y nacionales. En ese contexto, el ajuste anunciado por YPF se inscribe en un escenario de recomposición de precios relativos y búsqueda de mayor previsibilidad, aun cuando su dinámica no coincida linealmente con la del IPC.
