Por: Marcela Vincenti (*)
Según un informe elaborado por Deloitte, durante la primera fase de la pandemia, denominada impacto, se ha propagado una actitud reactiva, que es una fase de respuesta, un periodo en el que la empresa actúa en el presente para preservar el negocio. Una vez organizados los recursos y establecidas métricas capaces de evaluar daños y consecuencias. Iniciaría un tramo de recuperación, para encarar el relanzamiento y recuperar la normalidad.
Fernando Balzarini, Managing Director en Miebach Consulting, aporta su analisis al respecto.
¿De qué manera afecta la pandemia a las tercerizaciones logísticas?
Fernando Balzarini: Yo diría que afectó positivamente desde el punto de vista de los operadores logísticos. Creo que esto tiene que ver con que la logística se complejizó muchísimo. Y los operadores logísticos tienen, en teoría, un expertise más grande que lo que puede tener un dador de cargas. Por otro lado, me sorprendió agradablemente la reacción positiva de los operadores. Han hecho una reconversión y una puesta en marcha en la pandemia, casi única.
F.B.: ¿Cuál es la parte gris de todo esto? Que Argentina es un país pobre, de escala pequeña, donde hay incertidumbre y no se están desarrollando los cambios de infraestructura, de diseño y la tecnificación necesaria para poder sostener esta actividad súper buena que hay, de una manera más sustentable, más económica y más eficiente.
¿Cuál es la diferencia con otras partes del mundo?
F.B.: En Europa y Estados Unidos los operadores están creciendo de una manera más racional, con inversiones. No se trata de know how, de iniciativa o de inteligencia. Se trata de tener capital disponible a una tasa amigable. En Argentina no faltan los proyectos, lo que falta es dinero. Tampoco es que los operadores logísticos no sepan qué es lo que hay que hacer. A veces se piensa que hay una falta de profesionalización. Yo creo que no. Si nos preguntamos cuáles son las diferencias entre los grandes operadores y los más pequeños, yo diría que son la envergadura, el capital integrado y un mercado más amigable. Y eso no tiene que ver con las personas, tiene que ver con el ambiente de trabajo.
¿Cuáles son los parámetros que debe tener en cuenta una empresa a la hora de seleccionar a un operador logístico?
F.B.: Una de las variables más importantes a tener en cuenta es el tamaño relativo que va a tener el dador de carga dentro del operador logístico. Hay que buscar operadores que le vayan cómodo al tipo de empresa. Lo que se busca también es que la facturación del cliente, si se estudia el listado de clientes que tiene ese operador logístico, esté entre la cuarta y séptima posición dentro del ranking de facturación, para que resulte importante y atractivo al operador logístico. Y otro de los puntos cualitativos es el matcheo de culturas. Los operadores logísticos no son todos iguales.
¿Qué impacto tuvo la tecnología?
F.B.: Esto tiene que ver con las necesidades que tiene el cliente y con la velocidad de implementación que el cliente quiere respecto a lo que encuentra en el mercado. La automatización influye en eso porque normalmente el cliente necesita mayor velocidad y precisión y la única manera de lograrlo es a través de la automatización. El operador logístico se resiste un poco a la automatización porque es anclar un montón de capital de trabajo. ¿Y si después el cliente se va? ¿Qué hago con eso? El costo de capital, la incertidumbre, la baja escala, la volatilidad, hacen que el operador logístico invierta millones de dólares en infraestructura. Y ahí está uno de los problemas. Pero en el mundo cada vez se automatiza más y esto no tiene que ver con perder mano de obra. Tiene que ver con la velocidad y la precisión. Hay que hacerlo más rápido y bien y la única manera es la automatización.
¿Cuál es la tendencia futura?
F.B.: Yo veo que va a haber un campo para la gente con visión estratégica y cierta audacia. Hay operadores logísticos que, sin tener un panorama súper brillante, están apostando en ese proyecto de automatización. Y también hay clientes que, si se tienen que modernizar, antes de hacerlo ellos mismos prefieren que haya un partner que los modernice. Esa es la sinergia positiva, pero para buscarla hay que tener audacia estratégica. Hay que estar atento y ver la problemática de los clientes para ofrecerles algo mejor.
(*) Gerente de Contenidos de The Food Tech.
Nota publicada en RevistA Énfasis Sudamenricana, edición abril 2021. Ingresá aqui.