Por: Fabián Chafir (*)
La biomimética y la economía circular son dos conceptos que, aunque diferentes, tienen un objetivo común: crear sistemas sostenibles que imiten la eficiencia y la resiliencia de la naturaleza.
La biomimética se basa en los patrones y estrategias encontrados en la naturaleza para resolver problemas humanos y diseñar productos más eficientes y sostenibles. Por ejemplo, las superficies autolimpiantes que replican las propiedades de las hojas de loto, o los adhesivos no tóxicos inspirados en las cualidades adhesivas de las patas de gecko.
Por otro lado, la economía circular busca transformar nuestra economía actual, basada en el modelo lineal de «extraer, fabricar, desechar», hacia un modelo que promueva la reutilización, la reparación, la renovación y el reciclaje de materiales y productos. Este enfoque no solo reduce el desperdicio y la contaminación, sino que también fomenta la innovación y la eficiencia en el uso de recursos.
Al aplicarse conjuntamente, ambos conceptos tienen el potencial de transformar industrias enteras, creando un futuro más sostenible y en armonía con el mundo natural que nos rodea. Esta introducción puede servir como punto de partida para explorar cómo la biomimética y la economía circular están cambiando el panorama de la sostenibilidad en el mundo empresarial y más allá.
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La biomimética es una disciplina apasionante que busca soluciones sostenibles a problemas humanos imitando estrategias y mecanismos encontrados en la naturaleza. En el contexto de la cadena de suministro, la biomimética ofrece un enfoque innovador para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad.
Ofrece un camino prometedor hacia una cadena de suministro más verde y eficiente. Al observar y aprender de la naturaleza, podemos encontrar soluciones innovadoras que no solo mejoren la cadena de suministro, sino que también contribuyan a un futuro más sostenible para nuestro planeta.
Innovación inspirada por la naturaleza
La naturaleza ha perfeccionado sus sistemas a través de millones de años de evolución. Por ejemplo, las termitas africanas construyen montículos con sistemas de ventilación que mantienen una temperatura constante, a pesar de las fluctuaciones extremas del clima exterior. Este principio se ha aplicado en la arquitectura, pero ¿cómo puede influir en la cadena de suministro?
Aplicaciones en la cadena de suministro
Imaginemos un centro de distribución diseñado con principios biomiméticos, donde la regulación térmica se logra sin necesidad de sistemas de calefacción o aire acondicionado, reduciendo así el consumo energético. La estructura del edificio podría inspirarse en los nidos de termitas para mantener una temperatura óptima para el almacenamiento de productos.
Logística y movilidad
En la logística, la biomimética puede inspirar vehículos de transporte más eficientes. Observando a los pájaros y su formación en V durante el vuelo, se pueden diseñar rutas de transporte que aprovechen la aerodinámica para reducir el consumo de combustible.
Embalaje sostenible
El embalaje es otro aspecto crucial. Inspirándonos en la piel de los frutos, que protege su contenido de forma natural y biodegradable, podríamos desarrollar materiales de embalaje que no solo sean eficientes en proteger los productos, sino también completamente sostenibles.
Gestión de inventarios
La biomimética también puede aplicarse a la gestión de inventarios. Al igual que las colonias de hormigas que ajustan sus rutas y distribución de trabajo basándose en la demanda y la oferta de alimentos, los sistemas de gestión de inventarios podrían auto-ajustarse en tiempo real para optimizar el flujo de productos.
Experiencias actuales
Existen hoy en día empresas e industrias que ya han comenzado a aplicar estos principios al desarrollo de sus productos o servicios. A continuación, menciono solo algunos ejemplos que han sido utilizados para promover la biomimética:
- Energía renovable: Las turbinas eólicas inspiradas en las aletas de ballenas jorobadas han mostrado mejoras en la eficiencia y reducción de ruido.
- Diseño de producto: Botellas de agua que imitan la capacidad de recolectar agua de la niebla de ciertos escarabajos del desierto ofrecen soluciones innovadoras para su recolección.
- Industria textil: Los tejidos deportivos biomiméticos han demostrado una disminución de hasta un 15% en la resistencia al aire.
- Industria náutica: El uso de recubrimientos inspirados en la piel del tiburón ha permitido una reducción del 18% en el consumo de combustible de las embarcaciones.
- Arquitectura: Edificios con regulación térmica inspirada en los sistemas de ventilación de los montículos de termitas africanas.
- Ingeniería: Biohormigón y redes energéticas inteligentes que emulan procesos y sistemas orgánicos.
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Estos ejemplos demuestran cómo la biomimética puede conducir a innovaciones significativas y sostenibles en diferentes sectores, aprovechando las estrategias que la naturaleza ha optimizado a lo largo de millones de años.
La biomimética, con su potencial de innovación y sostenibilidad, representa una oportunidad para que las organizaciones se renueven y se alineen más estrechamente con los ritmos de la naturaleza. Sin embargo, es importante reconocer que la incorporación de estos principios no es una tarea sencilla, especialmente en el contexto de la compleja situación económica actual.
Las empresas deben abordar la biomimética con una mentalidad abierta y dispuesta a experimentar, sabiendo que el camino hacia la integración de estas prácticas puede estar lleno de desafíos. La inversión en investigación y desarrollo, la reestructuración de procesos y la formación de alianzas estratégicas son pasos esenciales que requieren recursos y tiempo.
A pesar de estos obstáculos, el potencial de la biomimética para transformar industrias y fomentar un futuro más sostenible es inmenso. Las organizaciones que se atrevan a explorar y adoptar estas soluciones estarán a la vanguardia de una nueva ola de innovación consciente del medio ambiente. Por lo tanto, aunque la tarea es compleja, el estudio y la implementación de la biomimética son pasos cruciales hacia un progreso que respeta y emula la sabiduría inherente en nuestro entorno natural.
(*) Socio IFC Consulting. Autor del libro “Lecciones de Organización Industrial”.
Nota completa publicada en Revista Énfasis edición agosto 2024. Ingresá aqui.