El mercado de combustibles en Argentina sigue atravesando un período de cambios significativos. En enero, la venta total de combustibles registró una nueva caída, acumulando catorce meses consecutivos en descenso. Sin embargo, la demanda de productos premium mostró una leve recuperación, marcando un contraste con el desempeño de la nafta súper y el gasoil común. A este panorama se suma la expectativa de nuevos aumentos en marzo, impulsados por la actualización impositiva y las condiciones del mercado internacional.
El escenario actual en datos
Según datos oficiales, la venta de combustibles cayó un 3% en comparación con enero de 2024 y un 4,9% respecto a diciembre. En total, se comercializaron 1.422.211 metros cúbicos entre naftas y gasoil. La retracción se produjo a pesar del crecimiento del parque automotor, lo que sugiere un cambio en los hábitos de consumo y una mayor búsqueda de eficiencia en el uso de combustibles.
El comportamiento de los consumidores mostró diferencias entre los segmentos del mercado. La nafta súper registró una caída del 2,2% interanual, mientras que el gasoil común sufrió un descenso más pronunciado del 17,3%. En contrapartida, la línea premium experimentó un repunte del 14% en el caso de la nafta y del 7,5% en el gasoil, lo que podría indicar un cambio de tendencia luego de un año de caídas sostenidas en este segmento.
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El impacto de esta variación también se reflejó a nivel regional. Mientras que ocho provincias registraron aumentos en la venta de combustibles, destacándose Salta, Catamarca y La Rioja, en otras jurisdicciones como Santa Fe, Entre Ríos y la Ciudad de Buenos Aires se produjeron fuertes retrocesos. La concentración de ventas también mostró diferencias, con la nafta predominando en distritos como CABA, mientras que en otras provincias el gasoil mantiene mayor participación.
Por otro lado, Argentina sigue posicionándose entre los países con los combustibles más costosos de la región. Si se considera el valor del litro de nafta al dólar oficial, el país ocupa el cuarto lugar en el ranking sudamericano. Sin embargo, si la comparación se hace utilizando la cotización del dólar paralelo, desciende al quinto puesto.
Próxima suba
A este contexto se suma la inminente actualización de precios prevista para marzo. Según fuentes del sector, los combustibles sufrirán un nuevo incremento, estimado en torno al 3%, impulsado por la actualización del impuesto a los Combustibles Líquidos y al Dióxido de Carbono (ICL). A esto se suma la reciente suba en los valores de referencia de los biocombustibles, que también genera presión sobre los costos.
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Desde las principales petroleras aseguraron que se está negociando con el Gobierno para moderar el impacto de los aumentos y evitar un efecto inflacionario pronunciado. Sin embargo, las empresas sostienen que el precio de los combustibles aún muestra un rezago con respecto a la evolución de costos y a la cotización internacional del petróleo.
De esta manera, el sector de los combustibles sigue atravesando un escenario complejo, con un mercado en contracción, señales mixtas en la demanda y nuevos ajustes de precios en el horizonte. La evolución del consumo en los próximos meses dependerá de factores como la estabilidad económica, la política de precios del Gobierno y la respuesta de los consumidores ante un escenario de costos crecientes.
