En el día de ayer, el vocero presidencial de Argentina, Manuel Adorni, anunció una rebaja provisoria a cero de las retenciones a la exportación de productos agropecuarios. La medida alcanza a todos los cereales y las oleaginosas y se aplica hasta que se llegue a un valor liquidado de US$7.000 millones o hasta el 31 de octubre.
Contrario a lo que suele exigirle al Congreso cuando aprueba leyes como la de financiamiento universitario, emergencia en discapacidad o emergencia pediátrica, el Gobierno no aclaró cómo se financiará esa baja de retenciones y su impacto en el declamado déficit cero.
El argumento oficial esgrimido por el Gobierno nacional para rebajar a cero las retenciones hasta el 31 de octubre es “dotar de una mayor competitividad a uno de los sectores productivos más dinámicos y relevantes del país”, según señaló en los considerandos del decreto que oficializó esta medida. Pero la realidad es que el principal objetivo es lograr un aluvión de dólares del agro que sirva para ponerle un techo al dólar y evitar que siga escalando.
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Según datos relevados por su Instituto de Estudios Económicos, aún restan comercializar 55,4 millones de toneladas de granos, lo que equivale al 43% del total producido durante la campaña 2024/2025.
De ese total, son 25,8 millones de toneladas de maíz, 21,6 millones de soja, 3,8 de millones trigo y 4,3 millones del resto de los granos (cebada, sorgo y girasol).
Leé aquí el decreto completo.
Fuentes: Infocampo y Página 12