Por: Jorge Tesler (*)
La región latinoamericana tampoco muestra escenarios consolidados como para arriesgar proyecciones con cierto grado de certeza. Pero si existe, un denominador común que debemos considerar como un eje central a la hora de enunciar características de los desafíos logísticos.
Entiendo que este denominador común es la alta incertidumbre en el corto y mediano plazo. Sumariamos a esto último, muy alta inflación, altísimos niveles de pobreza e indigencia, restricciones en el comercio exterior, y posiblemente muy bajo nivel de crecimiento del PBI. A nivel regional, el panorama general es también de elevada incertidumbre al menos en países con los que tenemos fronteras, por sus propios procesos políticos y económicos aun inestables. Además, se espera que haya un impacto negativo en la región por la crisis europea y americana (alta inflación, escaso crecimiento económico, y bajo consumo relativo)
Desafíos locales
A partir de dicho punto de partida, sin lugar a duda el gran desafío donde necesariamente tendremos que poner mucho foco es en la productividad de las operaciones, para paliar parcialmente el alto nivel de incertidumbre. Cada elemento o parte de una actividad deberá ser gestionada muy eficientemente, tal vez con objetivos más exigentes que los que hasta ahora teníamos. Es decir, estaremos ante circunstancias cada vez más desafiantes para conseguir los objetivos de calidad de servicio y costos operativos. Sera un tiempo donde el responsable logístico pondrá a prueba (¡¡una vez más!!) sus habilidades para gestionar el tradicional dilema “Costo vs. Beneficio”. Posiblemente veamos algún deterioro fuera de lo habitual en la calidad de servicios si no queremos incurrir en costos que conlleven a una pérdida de rentabilidad.
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También y de acuerdo a la situación de partida antes mencionada, será prudente observar muy de cerca e intentar adaptar según nuestras posibilidades y condiciones, algunas de las tendencias que estamos viendo que ocurren en países muy desarrollados en materia logística. Por ejemplo, un tema en el que permanentemente estamos viendo evolución: la necesidad de gestionar eficientemente la “distribución urbana”, ultimadamente mencionada como “última milla”, un claro desafío en Argentina por la evolución del comercio electrónico que seguirá teniendo alta participación en la distribución de mercaderías. Nos queda mucho por desarrollar en materia de infraestructuras urbanas y tecnologías en operadores logísticos para alcanzar niveles de productividad competitivos en distribución urbana. Debería acelerarse la definición de espacios para cross-dock urbano, pero al mismo tiempo avanzar en la instalación de puntos de recolección de paquetería con tecnología incluida, para facilitar el delivery seguro.
Tenemos un ejemplo en Madrid, “dentro de la movilidad urbana el peso de la distribución de mercancías ha crecido exponencialmente en los últimos años. En 2019, su peso sobre el total de la circulación en esta ciudad fue del 38% y se calcula que en 2025 este porcentaje ya será del 47%”, según los datos que maneja la Asociación de Fabricantes y Distribuidores. El reparto en la distribución urbana podría poner en jaque el tráfico de las grandes ciudades si no se toman medidas para remediarlo.
Asociado con el aumento de la actividad logística en Argentina en los últimos años, se está haciendo muy necesario gestionar sus actividades de manera sustentable, utilizando nuevas fuentes de energía, reduciendo la emisión de CO2 al ambiente, encontrando un equilibrio entre eficiencia económica y ecológica.
En Argentina, la matriz de transporte se compone casi en un 95% por el modo carretero. Siendo éste el medio de transporte más contaminante y considerando las distancias que presenta nuestra geografía, el sector carretero debería liderar el desarrollo de los aspectos de la sustentabilidad en nuestra logística.
En los países más avanzados en la materia se ha demostrado que a través de prácticas sustentables las empresas logran mejoras en su rentabilidad y se posicionan competitivamente frente al mercado en aspectos cuantitativos y cualitativos con proyectos de repago de inversión relativamente cortos. Y en esta temática, podemos decir que por la porción de empresas que están trabajando con ese objetivo en forma sistemática, aún quedan muchas por iniciar ese camino, y por lo tanto este es otro desafío para las empresas en el país
Argentina y sus desafíos en la Región
A pesar de las condiciones de partida para este análisis, expuestas anteriormente, debe reconocerse el alto potencial que tiene el pais especialmente en materia agroalimentaria.
Y es en ese tema donde se presentan los mayores desafíos en la medida que Argentina asuma un rol relevante en materia de comercio exterior regional. Por diversas razones, no se ha podido desarrollar en las principales regiones del país con importantes producciones de diversos alimentos, el concepto de polo industriallogístico para transformar la producción primaria en otra de valor agregado y comercializarla regionalmente aprovechando distintos modos de transporte. Esto conlleva a desarrollar hubs o clusters logísticos regionales concentrando volumen, recursos, infraestructuras y dotando de sinergias a la importante cantidad de empresas pymes que tenemos en cada región económica del país
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Las políticas públicas deberían facilitar ese tipo de demandas, impulsar las economías con una visión regional más integradora, no solo provincial, ofreciendo atractivos concretos y sostenibles para la inversión privada. Desarrollos de plataformas logísticas agroalimentarias pueden verse en Europa (España y Francia son ejemplos) donde la logística cumple un rol sustancial como palanca operativa de varias actividades productivas y de servicios, necesarias para ofrecer productos de calidad en varios países con altas demandas de alimentos.
Por supuesto que para alcanzar un nivel de calidad en la relación servicio-costo, habrá que potenciar la conectividad con los países de la región, de manera que nuestros productos sean realmente competitivos. Es aquí donde se presentan grandes desafíos por las inversiones necesarias, tanto del ámbito público como del privado. Aún queda mucho terreno para que el multimodalismo del que tanto se habla, pueda verse reflejado en las realidades logísticas. Y esto debería verse plasmado en un “plan de desarrollo de la conectividad regional” a partir de la integración de modos de transporte en varios nodos clave del país. Desde hace muchos años, las políticas públicas se analizan y definen (en el mejor de los casos) con una visión estrictamente unimodal, o sea cada modo elabora sus prioridades, inversiones, normativas, etc.
El gran desafío para gobiernos e inversores privados es conseguir la definición de un plan estratégico de conectividad con visión regional (por las diversas características de los productos) y multimodal (para aprovechar nuestros activos como el ferrocarril y el transporte fluvial), alineado con las políticas de promoción del comercio exterior, en el que se incluyan las inversiones necesarias, sus fuentes de financiamiento, y también todo lo relacionado con modelos de gobernanza y normativas.
De desafíos a proyectos
Los procesos internos que puede manejar un responsable logístico deberán realizarse con elevados índices de eficiencia, para moderar los sobrecostos generados por el contexto antes mencionado.
La experiencia y el conocimiento de los profesionales que ocupan posiciones clave en las áreas logísticas, serán determinantes para poder afrontar tales condicionantes. La posibilidad de tomar decisiones acertadas en este contexto cambiante y complejo será el gran desafío de los profesionales logísticos en el corto plazo.
Por lo tanto, la capacidad para pasar de desafíos a proyectos realizables necesita de varias habilidades, experiencias y herramientas que le permitan al profesional de la logística emprender este camino que no tiene un final, si no que en verdad, dado el contexto en el que convive habitualmente, nuevamente lo posiciona en una ruta que debe recorrer teniendo frente a sí un viaje más complejo, que demandará muchos años por delante donde será conveniente adaptar una estrategia de mejora continua en los procesos clave en la empresa, para asegurar poner bajo control la ecuación costo-beneficio.
(*) Coordinador del Foro Logístico Bs. As. Consultor Especializado en Infraestructuras y Procesos Logísticos. Miembro del Advisory Board del Smart Freight Center (Europa).
Nota completa publicada en Revista Énfasis edición noviembre 2022. Ingresá aqui.
