Por la Ing. Ceciles Santamaría, Presidente & CEO en Eta Mobile (Nicaragua)
La Unión Europea está dando un paso decisivo hacia una economía circular y más transparente con la introducción del Pasaporte Digital de Producto (PDP). Esta herramienta, que forma parte del ambicioso Pacto Verde Europeo y del Plan de Acción para la Economía Circular, está diseñada para ofrecer información detallada, estandarizada y accesible sobre los productos a lo largo de toda su vida útil.
Si bien la normativa aplica directamente a los países miembros, su impacto se extiende mucho más allá de Europa, afectando a toda la red de proveedores y actores logísticos que participan en cadenas de suministro globales. Para América Latina, región con creciente participación en exportaciones hacia el bloque europeo, el PDP representa tanto un desafío como una oportunidad transformadora.
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¿Qué es el Pasaporte Digital de Producto?
El PDP es una herramienta digital que contendrá información relevante sobre un producto, como su composición, origen de materiales, huella de carbono, instrucciones para su reciclaje, reparabilidad, y cumplimiento normativo. Esta información estará accesible mediante un código QR o similar, escaneable por consumidores, autoridades, recicladores y cualquier actor de la cadena de valor.
Su objetivo principal es aumentar la transparencia, facilitar el reciclaje y la reutilización, combatir el greenwashing y apoyar el consumo responsable. Inicialmente se aplicará en sectores clave como baterías, textiles, electrónica y construcción, pero se espera que su alcance se expanda en los próximos años.
Implicaciones para la cadena logística
La implementación del PDP genera un cambio estructural en la forma en que se gestionan las cadenas de suministro. Ya no se trata solo de mover productos de un punto A a un punto B, sino de garantizar que cada eslabón pueda generar, capturar y transmitir datos precisos y trazables sobre el producto.
- Trazabilidad avanzada: Las cadenas logísticas deberán incorporar sistemas que permitan rastrear cada componente y material desde su origen hasta el destino final. Esto requiere digitalización integral y plataformas interoperables.
- Recolección y gestión de datos en tiempo real: Transportistas, operadores logísticos y almacenes tendrán que adaptarse para registrar y transmitir información en tiempo real sobre condiciones de transporte, ubicación, eventos críticos y cambios de estado del producto.
- Sistemas de etiquetado inteligentes: La identificación unívoca y digital de productos implica la adopción de etiquetas inteligentes (RFID, QR, NFC), que se integren con los sistemas de gestión logística (TMS, WMS, ERP).
- Gestión del fin de vida útil: El PDP también impacta la logística inversa, ya que será más fácil identificar productos reutilizables o reciclables. Esto abre oportunidades para modelos de negocio circulares y servicios logísticos especializados en recolección, clasificación y reacondicionamiento.
- Cumplimiento regulatorio y auditorías: Las cadenas logísticas deberán garantizar el cumplimiento normativo a lo largo del transporte y almacenamiento. Esto implica procesos más robustos de documentación y auditoría digital.
Desafíos para América Latina
Para los exportadores latinoamericanos, adaptarse al PDP implica una serie de desafíos significativos. Desde mi experiencia en la implementación de soluciones tecnológicas en cadenas de suministro en la región, he podido identificar de primera mano las principales barreras que enfrentan las empresas al intentar alinearse con estas nuevas exigencias globales.
- Digitalización insuficiente: Muchas empresas aún dependen de procesos manuales y sistemas desconectados, lo que dificulta la recolección de datos estructurados. En mi experiencia, incluso he encontrado almacenes o showrooms donde ni siquiera se ha implementado el uso de etiquetas con código de barras, y en su lugar utilizan cinta adhesiva de ferretería para marcar los productos, escribiendo a mano con marcador su descripción o código. Esta realidad evidencia la urgencia de avanzar hacia estándares mínimos de identificación y trazabilidad.
- Brechas tecnológicas: La implementación de sensores, sistemas de trazabilidad y plataformas interoperables requiere inversiones que no todos los actores pueden afrontar fácilmente.
- Falta de estándares comunes: La diversidad de regulaciones y prácticas logísticas en la región complica la alineación con las exigencias europeas.
- Capacitación y conocimiento técnico: Existe una carencia de talento especializado en tecnologías digitales aplicadas a la cadena de suministro.
Oportunidades de transformación
A pesar de estos retos, el PDP también representa una oportunidad para acelerar la transformación digital y la competitividad de la logística latinoamericana:
- Ventaja competitiva para exportadores adaptados: Las empresas que adopten tempranamente estas prácticas estarán mejor posicionadas para acceder al mercado europeo, uno de los más exigentes y lucrativos.
- Impulso a la transparencia y sostenibilidad: Al adaptarse al PDP, las cadenas logísticas podrán fortalecer su reputación y atraer clientes globales comprometidos con prácticas responsables.
- Innovación tecnológica en logística: La necesidad de cumplir con los requisitos del PDP puede estimular la adopción de tecnologías como blockchain, IA, IoT y analítica de datos en los procesos logísticos.
- Fortalecimiento de la logística inversa: Este nuevo enfoque puede impulsar nuevos modelos de negocio centrados en la recolección y reciclaje de productos postconsumo, generando nuevas fuentes de ingresos.