El OLS está formado por industrias, operadores logísticos, profesionales independientes, docentes y representantes de entes estatales vinculados con la actividad logística, y desde su creación en 2013 busca establecer un marco apropiado para los análisis, debates y propuestas de proyectos que impulsen la labor público-privada en pos de una logística argentina cada vez más sustentable.
En esta cuarta versión de su encuesta participaron 64 empresas, de las cuales un 29% está formado por empresas logísticas (tanto operadores logísticos como transportistas de carga) y un 13% por empresas de consumo masivo con una participación relativamente equilibrada entre empresas chicas, medianas y grandes. Todas ellas fueron consultadas sobre aspectos que permiten medir el nivel de importancia que la sustentabilidad de las operaciones ocupa en su gestión, así como identificar prácticas concretas en favor de la sustentabilidad y estimar el impacto de su actividad en el medio ambiente.
Políticas y medición
Con respecto a las políticas sustentables que aplican las empresas, se ha notado un aumento con respecto al año anterior. Las mismas, si bien constituyen un conjunto de intenciones, resultan clave para analizar el nivel de compromiso empresario. En lo que hace a las acciones concretas o estrategias para alcanzar la sostenibilidad se observa un crecimiento en las capacitaciones y aplicación de normas de estandarización. El porcentaje de empresas que realizan capacitaciones sobre sustentabilidad pasó de 39% en 2016 a 60% en 2017 y el que aplica alguna norma de gestión ambiental pasó de 44% en 2016 a 53% en 2017.
La mayoría de las empresas aplica dos o más estrategias de sustentabilidad. En el transporte lo hace un 74% y en los depósitos un 71%. La mayoría de las empresas no realiza mediciones sobre su impacto en el medio ambiente, pero hay un porcentaje que está empezando a implementarlo. El 30% de las empresas mide su huella de carbono, pero también hay un 22% que está trabajando en su implementación.
De los datos relevados por la Encuesta se observa que existe un claro interés por parte de las empresas en introducir la temática en sus políticas. Ahora bien, también es creciente o de mayor especialización las acciones concretas. Pero con una deferencia, se ha observado que son pocas las empresas que realizan mediciones y tienen seguimiento del tema.
Desde el Observatorio destacan que si bien se registran valores crecientes, lo que manifiesta un interés en la temática, es posible que el salto de este estadio de madurez a otro superior sería dado por la medición, el registro y evaluación del impacto de las medidas tomadas por la empresa. Esto último se considera condición necesaria para discernir entre proyectos y tener una clara idea o magnitud de la creación de valor de la empresa aplicando estas estrategias o considerando a la sustentabilidad como uno de sus intereses.
Normas de gestión ambiental
Siempre de acuerdo a lo relevado por la última encuesta, un 28% de las empresas no han adoptado ningún tipo de normas de gestión ambiental y un 21% están en proceso de aplicar alguna norma, lo que implica que actualmente el 49% de las empresas consultadas no tienen ninguna norma de gestión ambiental implementada. Dentro de las que sí aplican, la que se da en mayor medida es la ISO 14001. También hay otras normas pero en porcentajes relativamente menores.
Es de destacar que en este último año aumentó el porcentaje de empresas que implementa alguna norma de gestión ambiental, independientemente de cuál o cuántas de ellas aplica: de un 44% en 2016 al 53% en 2017, lo que muestra una tendencia creciente.
Prácticas de sustentabilidad
En cuanto a las prácticas concretas desarrolladas en favor de la sustentabilidad, el relevamiento permitió identificar las mismas por actividad, entre las más relevantes se destacan:
Transporte: Dentro de las estrategias de sustentabilidad en el transporte, la que más aplican las empresas es la optimización de ruteos (con un 78%), que se podría decir que es una medida de eficiencia para reducir el consumo (Ver Gráfico 1). Mientras que la estrategia que se encuentra en menor proporción es la mejora en la eficiencia de consumo de los vehículos, con un 34%. Esta opción implicaría un salto tecnológico para poder recurrir a elementos de menor consumo, lo que implica una mayor inversión. Dentro de las empresas encuestadas, el 26% aplica solamente una práctica, mientras que el 74% aplica dos o más prácticas. También hay que tener en consideración que existen más prácticas que no están enumeradas en la encuesta. Sin embargo, el porcentaje que aplica más de una es alto.
Por otro lado, el tema sobre el cual las empresas gestionan planes escritos de contingencia sobre riesgos ambientales en transporte en mayor medida son los derrame con un 71%, seguido por los accidentes viales con un 67%.
Depósitos: A continuación se enumeran las distintas estrategias de sustentabilidad que utilizan las empresas en los depósitos (Ver Gráfico 2). El 71% de las empresas define dos o más estrategias de sustentabilidad en manejo de depósitos. Las distintas categorías incluyen:
• Obtención de energía eléctrica de fuentes renovables.
• Uso racional del gas.
• Aplicación de normas LEED (no necesariamente certificación, se refiere a si se aplica esta buena práctica).
• Minimización de ruidos por encima de las exigencias reglamentarias.
• Iluminación natural.
• Uso racional del agua.
• Gestión de residuos por encima de las exigencias reglamentarias.
• Uso racional de energía eléctrica.
En las estrategias de sustentabilidad en los depósitos sucede algo similar que en los de transporte. La mayor parte implementa estrategias relacionadas con la eficiencia. Mientras que las estrategias menos utilizadas requieren de un salto tecnológico. La estrategia implementada por más empresas es el uso racional de la energía eléctrica con un 84%. Está relacionada con un ahorro de energía cuidando que se use racionalmente. Por otro lado, la menos utilizada es la obtención de energía eléctrica de fuentes renovables con un 16%. Ya que aplicarla implica una tecnología que actualmente no muchas empresas disponen en el país. Sin embargo, está empezando a tomar relevancia de a poco y está logrando generar interés en distintas empresas u organizaciones.
Reportes y huella de carbono
Sobre la generación de reportes de sustentabilidad, los resultados se reparten en partes relativamente equitativas entre los que no tienen ningún tipo de reporte de sustentabilidad (31%), los que están trabajando en su implementación (32%) y los que sí tienen (37%). De todas maneras, dentro del porcentaje de los que tienen reporte de sustentabilidad, hay algunos que profundizan en cuanto a logística y transporte (22% del total) y otros que no (15% del total).
Hay un 70% que actualmente no está realizando medición de su huella de carbono. Sin embargo, el 22% está trabajando en su implementación y si a futuro logra implementarlo se podría proyectar que aproximadamente la mitad lo estaría implementando (52%).
En cuanto a la segmentación por tipo de actividad, en las empresas de consumo masivo se puede ver que es dónde un porcentaje mayor mide su huella de carbono (57%). Esto se puede dar ya que es más importante mantener una buena imagen para ellas, ya que esta puede impactar en sus ventas al estar más relacionada con la mirada pública. Por otro lado, se puede notar la diferencia que se da entre operadores logísticos y transportistas de carga. El 33% de los operadores logísticos realiza estas mediciones mientras que en esta muestra no hubo ningún transportista de carga que lo haga. Esto se puede deber a la mayor complejidad que disponen los operadores logísticos en comparación a los transportistas, lo que le puede permitir disponer de más herramientas y realizar este tipo de procedimientos de medición.