Por: Alexander Eslava Sarmiento (*)
El fenómeno de las cadenas mundiales de productos básicos y de suministro se remonta a la década de 1970. En la década de 1990, esas cadenas globales se transformaron gradualmente en Cadenas Globales de Valor (CGV) y abarcaron el campo de la manufactura y, desde la década de 2000, el sector de servicios. La CGV moderna se están reconfigurando bajo el impacto de muchos factores, entre otros, por la fragmentación geográfica del proceso de producción, la inclusión de alianzas estratégicas de empresas multinacionales, el uso activo de la subcontratación, la deslocalización, los cambios tecnológicos en el transporte, la falta de información sobre los procesos y actores de la cadena, lo que genera problemas de sostenibilidad y mayores costos para garantizar la resiliencia y la solidez. Las tecnologías disruptivas de la Industria 4.0 (I4.0): Inteligencia Artificial, Big Data, Impresión 3D, Tecnología 5G, Internet de las Cosas (IoT), Internet Físico (PI), Internet de los Servicios (IoS), Internet de la Industria (IIoT), Gemelos Digitales, Aprendizaje Automático, Realidad Aumentada, Realidad Virtual, Ciberseguridad, Vehículos Autónomos, Computación en la Nube, Sistemas Ciberfísicos y Blockchain han comenzado a remodelar y transformar aún más las CGV (más de dos tercios del comercio mundial se produce a través de cadenas de las CGV, en las que la producción cruza al menos una frontera, normalmente muchas, antes del montaje final).
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La Tecnología de la Industria 4.0, Blockchain al disrumpir en la Cadenas Globales de Valor, brinda oportunidades para abordar este tipo de desafíos, y transformar las cadenas mundiales de valor: genera transparencia, proporciona trazabilidad y potencial de aumento de eficiencia en una variedad de áreas, ya que permite la toma de decisiones, basadas en información, en tiempo real por parte de empresas líderes, consumidores y «stakeholders» de la CGV. De igual forma, facilita la aplicación de las regulaciones del comercio internacional por parte de los Estados, gobiernos, y la gobernanza (poder corporativo ejercido por las empresas líderes). Por tanto, Blockchain tiene el poder de reorganizar la producción global.
Cadena global de valor
Una red de producción es, en esencia, el nexo de funciones, operaciones y transacciones interconectadas a través de las cuales se crea, produce, distribuye y consume un producto y/o servicio específico. De hecho, una red de producción global es aquella cuyos nodos y vínculos interconectados se extienden espacialmente a través de fronteras y, al hacerlo, integran partes de diferentes territorios nacionales e internacionales, y cuyo propósito fundamental es crear valor transformando insumos en bienes y servicios. En consecuencia, la CGV es una red global de producción y distribución de varias entidades -empresas/organizaciones- ubicadas en global diferentes países y continentes, coordinadas, por regla general, por una gran empresa multinacional, que lleva a cabo todo un conjunto de actividades para el desarrollo, producción, comercialización y servicio postventa de bienes. Estas nuevas redes de producción suelen ser muy complejas, geográficamente dispersas y muy entrelazadas (la producción del iPhone de Apple consta de una CGV de 785 proveedores de 31 países del mundo); la CGV representa el flujo de bienes, servicios, inversiones, tecnología, información y mano de obra. Así, la CGV ha transformando el flujo internacional de bienes, servicios, inversiones, conocimientos y capital humano.
En efecto, la CGV puede definirse como una gama de actividades (diseño, investigación y desarrollo, producción de componentes, logística, ensamblaje, marketing, ventas, atención al cliente, etc.) llevadas a cabo por un conjunto de empresas en diferentes países del mundo para llevar un producto desde su inicio, su desarrollo hasta consumo. Es decir, una CGV es una serie de etapas en la generación de un producto o servicio para su venta a los consumidores, y cada etapa agrega valor. Implica una combinación de transformación física y la entrada de diversos servicios. Así, una CGV divide el proceso de producción entre diferentes países. Como resultado, se ha generado una serie de cambios que reflejan importantes oportunidades para que las empresas amplíen sus exportaciones, diversifiquen su producción y accedan a nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, y servicios de transporte. Las formas de organización para generar bienes y servicios y sus mecanismos de comercialización internacional se han vuelto más complejas. Los productos ya no se fabrican en un sólo lugar, son el resultado de una serie de procesos de producción llevados a cabo en diferentes países; las empresas se especializan en una y única tarea y no generan el producto completo como tal.
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Todas las etapas del proceso productivo, desde la concepción del producto (I+D), la fabricación de los componentes, el montaje o integración, la distribución y la comercialización, se realizan a nivel global; la empresa líder suele concentrarse en I+D, tecnología, inversión e inteligencia empresarial; prefiere mantener la gestión de esos elementos dentro de su estructura matriz porque les proporciona control estratégico sobre las decisiones de producto e inversión. Como resultado, cada etapa del proceso de producción se ha fragmentado, tanto en bienes/servicios simples como altamente sofisticados.
En consecuencia, las empresas no sólo dependen del desarrollo de sus capacidades sino también de las capacidades del entorno donde operan, de la infraestructura proporcionada por el país, que permite escalar «upgrading» de las redes globales de producción que genera sus vínculos y relaciones y políticas públicas de apoyo. Así, las empresas multinacionales asignan sus actividades productivas a diferentes regiones geográficas que le aporten mayor valor agregado. En consecuencia, las importantes reducciones de los costos de transporte y comunicaciones aceleran este proceso, así como la eliminación de barreras políticas y económicas al comercio, que han aumentado el potencial de fragmentación internacional de la producción. En efecto, las CGV se han convertido en un elemento esencial de la globalización económica. En la actualidad, la CGV cubre alrededor del 60% del comercio mundial de bienes intermedios, representa más de dos tercios del comercio mundial total de bienes.
Tecnología Blockchain (TB)
Se considera que el progreso tecnológico es uno de los factores más importantes que influyen en la evolución de la CGV. Las tecnologías disruptivas de la Industria 4.0 están proporcionando incentivos para la reconfiguración de las CGV, impulsados aún más por la pandemia de 2019 que reveló algunas de sus fragilidades y se centró en su resiliencia y robustez. La Tecnología de Blockchain (TB) es una solución digital específica, caracterizada por su estructura descentralizada, con mantenimiento de registros compartido, inmutabilidad, descentralización, confianza distribuida, consenso, seguridad, resiliencia, transparencia, audibilidad, permisibilidad, desintermediación, programabilidad y verificabilidad.
Blockchain incluye una variedad de registros transaccionales “Bloques” conectados en una Cadena Digital “Cadena de Bloques”. Los métodos algorítmicos y de criptografía se utilizan para registrar y sincronizar datos de la red y no permitir que ningún miembro de la red altere retrospectivamente los bloques. La confianza se proporciona ya que la información almacenada no se puede cambiar ni eliminar después de la entrada sin pasar por una validación rigurosa utilizando algoritmos de consenso de red, lo que permite a entidades que desconfían mutuamente intercambiar valor financiero sin intermediarios. Si bien, la Cadena de Bloques se ha utilizado inicialmente en la industria financiera, otras industrias también tienen un gran potencial para implementarla. Existe potencial para el uso de la TB en la atención sanitaria (gestión de la información), en las finanzas (servicios financieros) y en la gestión de la Cadena Global de Suministro (CGS) para una variedad de usos diferentes.
De hecho, IBM destaca que se podrían ahorrar miles de millones de dólares si se proporcionaran certificados de embarque «electronic Bill of Lading: eB/L», y demás, «electronic Certificate of Origin: eCO»; «electronic Phytosanitary Certification: ePhyto», más precisos y fiables adjuntos a los contenedores marítimos. Un caso temprano de uso de la TB en la CGS incluye su iniciativa de gestión de contenedores marítimos a través de la TB con Maersk. Unilever, Walmart y Nestlé han decidido recientemente colaborar para rastrear la contaminación de los alimentos en la CGS utilizando TB, para mejorar su responsabilidad social corporativa. De igual manera, Microsoft, IBM, Visa y MasterCard comenzaron a desarrollar productos y servicios de tecnología de contabilidad distribuida que eventualmente podrían proporcionar el mismo nivel de confianza que los sistemas actuales de Información y Comunicación (IC) tradicionales. Proponen su uso potencial en la gestión de la CGS, autenticación de productos (de arte, farmacéuticos y de lujo) y gestión del registro de propiedad intelectual, financiación comercial, gestión de facturas, programas de fidelización y customización, otros.
(*) Ingeniero. Consultor Portuario, especialista en logística internacional (Colombia).
Nota completa publicada en Revista Énfasis edición julio 2024. Ingresá aqui.