*Por: Lucas Martínez y Marizú Olivera Orquera.
Durante 2025, Vaca Muerta produjo dos de cada tres barriles de petróleo del país, alcanzando un récord histórico de 821.851 barriles diarios, el nivel más alto en 25 años, según indica un informe elaborado por el consultor elaborado por Ing. Marcelo Hirschfeldt. Este salto productivo posicionó a la región como el epicentro de la actividad petrolera y gasífera, desplazando a las cuencas tradicionales como la del Golfo San Jorge y la Austral. Este volumen de producción exige una logística cada vez más sofisticada.
La cadena logística vinculada a Vaca Muerta incluye el transporte de maquinaria pesada, insumos como arena y agua para la fractura hidráulica, productos químicos, residuos industriales y, por supuesto, el traslado del petróleo y gas extraído. La necesidad de conectar estos recursos con centros de consumo y exportación ha impulsado obras de infraestructura clave. Uno de los proyectos más relevantes es el Oleoducto Vaca Muerta Sur (VMOS), que conectará Neuquén con Punta Colorada, en Río Negro. Con una inversión estimada de USD 3.000 millones, esta obra busca duplicar la capacidad de transporte de crudo y facilitar su exportación desde puertos patagónicos.
El VMOS ya tiene un tercio de obra ejecutada y avanza en sus cuatro frentes: tendido de ductos, cabecera en Allen, estaciones intermedias y terminal marítimas, según detalla una nota periodística publicada por el medio Adnsur. Además del crudo, Vaca Muerta es clave en la producción de gas natural. En el primer trimestre de 2025, la producción de gas creció un 16% interanual, alcanzando 2.1 billones de pies cúbicos por día, lo que posiciona a Argentina como potencial exportador de GNL.
De hecho, Petrobras realizó en octubre su primera compra de gas no convencional desde Vaca Muerta, transportado por gasoducto desde Argentina a Brasil. Este auge exportador también se refleja en los números. Entre enero y abril de 2025, Argentina exportó en promedio 245.000 barriles de petróleo por día, un 42% más que en el mismo período de 2024. De ese total, 192.000 barriles diarios provinieron de Vaca Muerta, lo que representa el 78% de las exportaciones nacionales. A pesar de la caída del precio internacional del crudo, el aumento de volumen permitió una recaudación de USD 2.159 millones en ese período, según publicó la Secretaría de Energía y el Indec. Sin embargo, este crecimiento logístico no está exento de desafíos.
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El contexto macroeconómico argentino, marcado por la volatilidad cambiaria y las restricciones financieras, obliga a las empresas a recalibrar sus estrategias. Las pymes proveedoras enfrentan altos niveles de capacidad ociosa —más del 75% opera con al menos un 25% sin usar— y dificultades para acceder al crédito. Además, la fragmentación tecnológica sigue siendo un obstáculo. La integración de sistemas logísticos en entornos híbridos y multicloud requiere nuevas habilidades y una arquitectura robusta.
La logística moderna demanda trazabilidad digital, automatización inteligente y análisis predictivo, especialmente en un ecosistema donde cada decisión impacta en la eficiencia operativa. En este contexto, la logística nacional se adapta y evoluciona. Empresas como YPF, Shell, Chevron y Tecpetrol lideran el desarrollo, pero también se observa una creciente participación de operadores logísticos especializados, que aportan soluciones en transporte, almacenamiento, gestión de residuos y servicios complementarios.
Lea la nota completa en la Revista de Énfasis Logística (pag. 10).

