La Asociación Argentina de Logística Empresaria (ARLOG) informó que lanzó la versión virtual de los cursos que se dictan mensualmente.
La capacitación denominada Análisis para la gestión integral de los costos en la operación logística, dará inicio el proximo 26 de enero. Tiene como objetivo transmitir a los participantes los conceptos para realizar el seguimiento de los resultados del negocio en relación con la operación logística.
También se busca lograr brindar herramientas para comprender la relación que existe entre los costos, el servicio y las modificaciones de cualquiera de sus variables, sin perder de vista la eficiencia y excelencia.
Temas:
-De qué hablamos cuando decimos “Costos para la Toma de Decisiones.
-Una mirada “integral” del Negocio donde operamos.
-Análisis y enfoque de lo General a lo particular en cada una de las operaciones.
-Entender si existen relaciones entre las distintas operaciones y cuál es la contribución al negocio total.
-Desagregado por cada área que participa en la prestación del servicio.
-Organigrama funcional de la organización y su participación y relación en cada Negocio.
-Asignación de Recursos (Dotación, Equipamiento, Insumos, Servicios).
Los interesados deben consultar información en mediante email : edu@arlog.org
La industria de juguetes infantiles ha experimentado un notable crecimiento debido a diversos factores, entre los que destaca la optimización de sus cadenas de suministro, encontrando la capacidad para adaptarse a las demandas del mercado actual. Este crecimiento se ha logrado mediante la implementación de una logística integrada, que les permite, garantizar una visibilidad completa de sus cadenas de abastecimiento, que sirve de apoyo, a la gestión comercial de sus marcas. Todo esto en función de cadenas más estable, flexibles y a la vez mas resilientes, donde se facilita la administración de los recursos, el flujo de información y el foco en las actividades críticas del negocio.
7 claves para una logística integrada en la industria de juguetes
Atender a la necesidad de los clientes cuando compran a través de canales digitales. Otorgar un sólido servicio y soporte al cliente en cada etapa de este proceso.
Encontrar nuevas formas de dar eficiencia la administración de inventarios en mercados cada vez más dinámicos y demandantes.
Brindar una robusta capacidad de almacenamiento y una extensa red de distribución.
Entregar productos hasta la puerta de los clientes en los tiempos esperados, garantizando la conexión fluida de todos los procesos en la cadena de suministro.
La comunicación con los diferentes actores de la cadena logística es fundamental en estos modelos con soluciones integradas.
Conocimiento profundo de las necesidades de los clientes de cada canal y de cómo se utilizan los recursos para atender estos requerimientos de una forma eficiente y con menor impacto al medio ambiente, alineándose con las estrategias comerciales de las principales compañías de juguetes a nivel mundial.
Una solución omnicanal, que asegure una eficiencia operativa y un óptimo resultado financiero, en momentos donde es necesario reaccionar frente a cambios en los comportamientos de compra o en una baja estimación de la demanda.
Contract logistics, servicio muy bien posicionado en México
El integrador logístico A.P. Moller – Maersk asume operaciones logísticas de gran escala para los fabricantes de este sector. Esteban Atehortua, Vertical Head de Lifestyle de Maersk, explicó que el crecimiento acelerado que Maersk ha tenido en este segmento se basa en entender qué necesitan los clientes y en proponer soluciones con alta generación de valor, que atiendan estos requerimientos.
“Hoy en día Maersk cuenta como clientes a cuatro de las cinco compañías de juguetes más grandes del mundo y su éxito se debe a su fortaleza en contract logistics, servicio muy bien posicionado en México. La tendencia al e-commerce, ha permitido implementar soluciones de almacenamiento y distribución para atender todos los canales comerciales de nuestros clientes, soportados en tecnologías y procesos de talla mundial ya validados por muchos de ellos», detalló Atehortua.
En el caso de los juguetes, la tendencia de estandarizar el manejo de inventario o almacenamiento a través de un operador logístico comenzó gracias a que el comportamiento de los consumidores cambió. Esto que ocasionó que las compañías de este sector tuvieran que consumir muchos recursos dedicados a sus operaciones logísticas.
“La demanda de esta industria es muy grande porque los precios, la competencia y las temporadas cambian muchas veces al año. Esto ocasiona un sobreesfuerzo para estas compañías para poder mantener una cadena de suministro estable y ágil, frente a cambios repentinos en el mercado”, enfatizó Atehortua.
En la evolución continua de la logística urbana, las entregas out of home (OOH) y los microhubs están emergiendo como soluciones clave para enfrentar los desafíos del crecimiento urbano y la demanda de entregas rápidas y sostenibles.
Entregas out of home: la nueva normalidad
Las entregas out of home (OOH) se refieren a la recolección de paquetes en ubicaciones centralizadas como taquillas inteligentes, puntos de conveniencia, o tiendas colaboradoras. Este modelo ofrece múltiples beneficios:
Reducción del Tráfico y Emisiones: Al centralizar las entregas en puntos específicos, se reduce la cantidad de vehículos necesarios para la distribución puerta a puerta, disminuyendo así la congestión y las emisiones de CO2.
Flexibilidad para el Consumidor: Los consumidores pueden recoger sus paquetes en el momento que les sea más conveniente, lo que mejora su experiencia y satisface las demandas de flexibilidad.
Eficiencia Operativa: Las empresas de logística pueden consolidar múltiples entregas en un solo viaje, optimizando rutas y reduciendo costos operativos.
Cómo Escoger la Correcta Ubicación para las Entregas Out of Home:
La ubicación de los puntos de recogida out of home debe considerar factores como la densidad poblacional, la accesibilidad y la conveniencia para los consumidores. Es esencial que estos puntos estén situados en áreas de proximidad o cercanía, como tiendas de conveniencia, farmacias, y supermercados locales, para maximizar su uso y eficacia. Esto asegura que los consumidores tengan fácil acceso a estos puntos durante sus rutinas diarias, lo que mejora la practicidad y la aceptación del modelo OOH.
Microhubs: la revolución de la última milla
Los microhubs, o centros de micro-consolidación, son pequeñas instalaciones logísticas ubicadas cerca de los puntos finales de entrega. Estos hubs juegan un papel crucial en la logística urbana por varias razones:
Mejora en la Eficiencia de Entrega: Al estar ubicados cerca de los destinatarios finales, los microhubs permiten entregas más rápidas y frecuentes, reduciendo el tiempo y la distancia que los vehículos deben recorrer.
Reducción de Emisiones: Utilizando vehículos eléctricos o bicicletas de carga desde los microhubs, se minimizan las emisiones de carbono, contribuyendo a objetivos de sostenibilidad urbana.
Optimización del Espacio Urbano: Los microhubs utilizan espacios infrautilizados en las ciudades, como almacenes temporales o incluso áreas dentro de establecimientos comerciales, adaptándose a la disponibilidad de terrenos en entornos urbanos densos.
Cómo Escoger la Correcta Ubicación para los Microhubs: La selección de ubicaciones para los microhubs debe considerar la proximidad a los centros de demanda, la accesibilidad para vehículos de reparto, y la disponibilidad de espacio adecuado. Es crucial que estos hubs estén situados en áreas de alta demanda y bien conectadas con la infraestructura urbana para facilitar una operación eficiente y minimizar el impacto en el tráfico.
Desafíos y oportunidades
Aunque las entregas OOH y los microhubs presentan claros beneficios, su implementación enfrenta varios desafíos. La coordinación entre múltiples partes interesadas, la necesidad de inversiones iniciales significativas y la adaptación a regulaciones locales son algunos de los obstáculos principales.
No obstante, las oportunidades son vastas. La colaboración entre gobiernos, empresas de logística y comercios locales puede acelerar la adopción de estos modelos, promoviendo políticas que apoyen la infraestructura necesaria y fomenten prácticas sostenibles.
Impulsar las entregas OOH y los microhubs no solo mejora la eficiencia logística, sino que también contribuye significativamente a la sostenibilidad urbana. Con la creciente urbanización y las expectativas de los consumidores por entregas rápidas y ecológicas, estos modelos se posicionan como pilares fundamentales para el futuro de la distribución urbana de mercancías.
La clave del éxito radica en la innovación continua y la colaboración estratégica entre todos los actores involucrados. A medida que las ciudades adoptan políticas más estrictas sobre emisiones y buscan soluciones para la congestión, las entregas OOH y los microhubs se consolidarán como estrategias esenciales para una logística urbana eficiente y sostenible.
¿Estás listo para transformar tu logística urbana con entregas OOH y microhubs?
(*)Presidente Ejecutivo y fundador VallejoGroup. Consultor. Director independiente. Mentor.Speaker internacional.
Panamá se destaca como un destino estratégico para la inversión extranjera, gracias a sus numerosas Zonas Económicas Especiales (ZEE) y Zonas Francas. Estos espacios, cuidadosamente diseñados, ofrecen condiciones inigualables para los negocios, con incentivos fiscales significativos y procedimientos regulatorios simplificados. El país ha implementado un conjunto de marcos legislativos y programas que no solo fomentan la manufactura y la logística, sino que también facilitan el establecimiento de sedes regionales y operaciones de manufactura multinacional. Con una infraestructura robusta y un entorno político y económico estable, Panamá presenta una oportunidad atractiva para las empresas que buscan optimizar sus operaciones, reducir costos y expandir su presencia en América Latina y el Caribe.
Beneficios de las ZEE
Se han establecido varias Zonas Económicas Especiales (ZEE) enfocándose en la manufactura, ensamblaje, investigación y logística. Estas zonas ofrecen significativos incentivos fiscales y procedimientos regulatorios simplificados, aumentando el atractivo de Panamá como centro de negocios. Una de las ZEE más prominentes es la Zona Libre de Colón (ZLC), la más grande del hemisferio occidental. Establecida en 1948, la ZLC alberga más de 2,000 empresas dedicadas a la reexportación de productos a América Latina y el Caribe. Las empresas que operan en la ZLC se benefician de exenciones de impuestos sobre importaciones, exportaciones, reexportaciones, ingresos, ganancias de capital y dividendos, lo que la convierte en una opción atractiva para las empresas que buscan minimizar sus obligaciones fiscales y optimizar sus operaciones logísticas.
Oportunidades para el Nearshoring
Además de la ZLC, Panamá ha desarrollado otros programas de ZEE para fortalecer la manufactura y los procesos de valor agregado dentro de su sector logístico, reforzando su posición como un centro de nearshoring. Actualmente, Panamá cuenta con 15 zonas francas activas y siete más en desarrollo. Estas zonas están diseñadas para atraer empresas dedicadas a la manufactura para exportación, ensamblaje, industrias de alta tecnología, procesamiento de productos terminados o semiterminados, servicios logísticos, servicios ambientales y actividades de investigación. El régimen ofrece exoneraciones fiscales competitivas e incentivos migratorios, incluyendo visas para inversores, ejecutivos, empleados de confianza, expertos, profesores, estudiantes e investigadores.
Panamá: Líder en el Índice de Precios del Transporte en la Región
En el ámbito de la competitividad económica, la estructura de costos del transporte juega un papel fundamental. Panamá se destaca en este contexto al presentar el índice de precios del transporte más bajo de la región. Este hecho, revelado por diversos estudios comparativos, subraya las ventajas estratégicas del país para la inversión y el desarrollo empresarial.
La eficiencia del sistema de transporte panameño se refleja en sus costos operativos reducidos, resultado de una infraestructura bien desarrollada y políticas gubernamentales favorables. La posición geográfica privilegiada de Panamá, junto con el Canal de Panamá, ha potenciado su capacidad para ofrecer servicios logísticos y de transporte a un costo significativamente menor en comparación con otros países de América Latina.
Para los empresarios, esta ventaja competitiva se traduce en menores costos de distribución y logística, lo cual es crucial en la optimización de la cadena de suministro. La reducción en los gastos de transporte no solo mejora los márgenes de ganancia, sino que también incrementa la eficiencia operativa y la capacidad de respuesta del mercado.
Adicionalmente, el enfoque de Panamá en la mejora continua de su infraestructura de transporte y en la implementación de tecnologías avanzadas refuerza su posición como un hub logístico y de negocios de primer nivel. Esta combinación de factores convierte a Panamá en un destino atractivo para la inversión y expansión empresarial.
Hub de las Américas
Panamá se ha consolidado como el «Hub de las Américas» debido a una combinación de factores estratégicos y ventajas competitivas únicas. A continuación, se detallan las razones principales:
Panamá se encuentra en el centro del continente americano, actuando como un punto de conexión natural entre América del Norte, América del Sur y el Caribe, y con Europa y Asia a través de sus enlaces marítimos y aéreos. Esta posición central permite tiempos de tránsito más cortos y eficaces para el comercio intercontinental.
El Canal de Panamá es una arteria vital del comercio global. Su expansión, completada en 2016, permite el paso de buques Post-Panamax, que pueden transportar hasta 14,000 TEUs, duplicando así la capacidad del canal. Esto facilita el movimiento eficiente y rápido de mercancías entre el Atlántico y el Pacífico.
Panamá cuenta con importantes puertos en ambos océanos. En el Atlántico, el puerto de Colón es uno de los más grandes de América Latina. En el Pacífico, los puertos de Balboa y PSA Panamá son igualmente significativos. Con el 23% de las grúas portuarias de América Latina ubicadas en Panamá, el país ofrece capacidades de carga y descarga excepcionales.
El Aeropuerto Internacional de Tocumen es un centro neurálgico de carga aérea, con 400 vuelos diarios a más de 80 destinos en América, Europa y Asia. La expansión del aeropuerto con la Terminal 2 y los planes para una Zona Libre de Comercio en el aeropuerto aumentan aún más su capacidad y eficiencia en el manejo de carga.
Panamá ofrece una conectividad multimodal que incluye el Canal de Panamá, el ferrocarril y una red de carreteras bien desarrollada. Esta infraestructura permite un tránsito rápido y eficiente de mercancías entre el Atlántico y el Pacífico, así como hacia el resto de América Central.
El sector logístico representa el 19% del PIB de Panamá y sigue creciendo. La infraestructura avanzada y las políticas favorables atraen a multinacionales que buscan optimizar sus cadenas de suministro y reducir costos operativos.
Marco legislativo que favorece las operaciones
La ubicación estratégica de las Zonas Económicas Especiales (ZEE) cerca de los principales centros de transporte maximiza la eficiencia logística y la centralización industrial. El enfoque de Panamá para atraer empresas multinacionales y operaciones de manufactura se ejemplifica mediante dos marcos legislativos clave: la Ley de Sedes de Empresas Multinacionales (SEM) y la Ley de Servicios de Manufactura Multinacional (EMMA).
La Ley SEM, tiene como objetivo atraer a empresas multinacionales para establecer sedes regionales en Panamá. Las empresas que califican bajo la Ley SEM disfrutan de una gama de incentivos, incluyendo exenciones fiscales sobre dividendos, intereses y regalías, así como tasas reducidas de impuesto sobre la renta para empleados expatriados. La ley también facilita los procesos de visado para los trabajadores extranjeros y sus familias, simplificando la reubicación de personal clave a Panamá. Actualmente hay 199 empresas establecidas bajo este régimen especial. Las empresas del sector aportan más de 11 mil empleos directos, de los cuales el 46% están ocupados por nacionales, e indirectos son arriba de 20 mil. Los sectores donde operan las empresas SEM establecidas en Panamá son automotriz, aeronáutica, entretenimiento, publicidad, mercadeo, investigación, calzado, textiles, logística, telecomunicaciones, seguros, energía, construcción, consultoría general, entre otras.
La Ley EMMA, extiende beneficios similares a las empresas de manufactura. Ofrece significativos incentivos fiscales, incluyendo exenciones de derechos de importación, IVA e impuesto sobre la renta, para servicios prestados a entidades relacionadas fuera de Panamá. La ley también simplifica las regulaciones laborales, permitiendo a las empresas mayor flexibilidad en la contratación y gestión de su fuerza laboral. A diferencia del régimen de Zonas Francas, las empresas EMMA deben servir al grupo empresarial multinacional propio, en lugar de dirigirse directamente a los consumidores. Para calificar, las empresas participantes deben tener un mínimo de $75 millones en activos o tres subsidiarias.
Tanto las leyes SEM como EMMA proporcionan sólidos incentivos para atraer negocios extranjeros. Sin embargo, existen diferencias entre los regímenes de Zonas Francas y EMMA,
particularmente en lo que respecta al alcance de los servicios, el impuesto sobre las ganancias de capital y las regulaciones laborales. Por ejemplo, las empresas EMMA pagan una comisión del 2% sobre las ganancias de capital provenientes de la venta de acciones, mientras que las empresas de Zonas Francas están exentas. Además, las empresas EMMA no están obligadas a obtener un Aviso de Operación y están exentas del impuesto correspondiente, mientras que las empresas de Zonas Francas están sujetas a un impuesto de capital anual del 1% con límites mínimos y máximos específicos.
El completo marco de ZEE, zonas francas e incentivos legislativos específicos posiciona a Panamá como un destino competitivo para negocios internacionales, aprovechando su conectividad, ventajas geográficas y condiciones económicas favorables para atraer y retener empresas globales.
Los Beneficios de los Tratados de Libre Comercio de Panamá para Inversionistas Extranjeros
Panamá ha firmado numerosos tratados de libre comercio (TLC) que han sido cruciales para su crecimiento económico y su atractivo como destino de inversión. Estos acuerdos han abierto nuevas oportunidades para las empresas y han fortalecido la economía, ofreciendo un entorno favorable para la inversión extranjera directa (IED). A continuación, se detallan los principales beneficios que estos tratados ofrecen a los inversionistas extranjeros.
Los TLC de Panamá permiten a las empresas establecerse en un mercado con acceso preferencial a numerosos países, incluyendo Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá, y varias naciones de América Latina y Asia. Estos acuerdos eliminan o reducen significativamente los aranceles y barreras comerciales, facilitando la exportación de productos y servicios desde Panamá hacia estos mercados con condiciones más favorables.
Los TLC proporcionan un marco regulatorio claro y predecible, ofreciendo seguridad jurídica a los inversionistas extranjeros. Estos acuerdos incluyen cláusulas que protegen las inversiones y establecen mecanismos de resolución de disputas, lo que reduce el riesgo asociado con la inversión en un país extranjero. Esta estabilidad jurídica es un factor clave para los inversionistas que buscan minimizar riesgos y asegurar la rentabilidad de sus inversiones.
Panamá ofrece una serie de incentivos fiscales y aduaneros para los inversionistas extranjeros, muchos de los cuales están enmarcados dentro de los TLC. Estos incentivos incluyen exenciones de impuestos sobre la renta, reducción de aranceles de importación y beneficios fiscales en zonas económicas especiales. Estos atractivos incentivos ayudan a reducir los costos operativos y a maximizar los beneficios de las inversiones.
Gracias a los ingresos y la atención generada por los TLC, Panamá ha podido invertir en una infraestructura de clase mundial. El país cuenta con el Canal de Panamá, una de las rutas de comercio más importantes del mundo, y con puertos modernos, carreteras eficientes y una conectividad aérea robusta. Esta infraestructura facilita el transporte y la logística, haciendo de Panamá un hub regional ideal para la distribución de productos.
Los TLC han permitido a Panamá diversificar su economía más allá del Canal y el sector financiero, abriendo nuevas oportunidades en sectores como la agroindustria, tecnología, manufactura y servicios profesionales. Esta diversificación crea un entorno atractivo para los inversionistas que buscan oportunidades en diferentes industrias, reduciendo la dependencia en un solo sector y proporcionando un portafolio de inversión más equilibrado.
Panamá alberga más de 50 bancos internacionales, consolidándose como un centro financiero robusto y diversificado. Esta infraestructura bancaria facilita las transacciones internacionales y ofrece una amplia gama de servicios financieros de clase mundial. La dolarización de la economía panameña también proporciona estabilidad monetaria, eliminando el riesgo de fluctuaciones cambiarias y ofreciendo un entorno financiero seguro para las inversiones.
Los TLC han fortalecido las relaciones diplomáticas y comerciales de Panamá con otros países, facilitando la cooperación en diversos ámbitos, como el desarrollo sostenible, la protección del medio ambiente y la promoción de derechos laborales. Estos vínculos internacionales fortalecen la reputación de Panamá como un socio comercial confiable y atractivo.
Según un informe de Deloitte emitido en 2023, el 75% de las empresas globales han experimentado disrupciones significativas en sus cadenas de suministro, lo que ha impactado gravemente en su capacidad para mantener operaciones continuas.
Entre los riesgos más notables se encuentran:
Pandemia de COVID-19: Provocó la escasez de materias primas, retrasos en la producción y problemas en el transporte global.
Conflictos Geopolíticos: La guerra entre Rusia y Ucrania afectó el suministro de energía, cereales y metales, lo que resultó en un aumento significativo de los costos y la necesidad de encontrar nuevas rutas comerciales.
Crisis de la Cadena de Suministro en el Canal de Suez: En 2021, el bloqueo del Canal de Suez afectó al 12% del comercio global, mostrando la dependencia del mundo en puntos críticos de transporte
Fluctuaciones de Precios: La volatilidad de los precios de los combustibles y las materias primas ha afectado gravemente los márgenes operativos de las empresas.
Estos eventos han dejado en claro que la gestión de riesgos en la cadena de suministro ya no puede ser reactiva, sino que debe ser proactiva, adoptando herramientas tecnológicas que permitan anticiparse a las disrupciones.
La Importancia de la Planificación en la gestión de riesgos
Autores como Christopher y Peck (2004), argumentan que la resiliencia de la cadena de suministro depende de la capacidad de identificar vulnerabilidades y gestionar la flexibilidad operativa. La implementación de metodologías como el Failure Mode and Effects Analysis (FMEA) permite a las empresas evaluar los modos de falla y sus impactos antes de que afecten la operación. A su vez, el marco deBusiness Continuity Management (BCM), promovido por Bhamra, Dani y Burnard (2011), subraya la necesidad de contar con planes de continuidad que incluyan estrategias de recuperación, asignación de responsabilidades y comunicación efectiva para garantizar la supervivencia ante eventos disruptivos.
Un estudio reciente de McKinsey & Company (2023) identificó que las empresas que invierten en planificación avanzada y tecnologías pueden reducir sus costos operativos en un 15% y experimentar un 50% menos interrupciones graves. Estos datos sugieren que, aunque la planificación tiene un costo inicial, sus beneficios a largo plazo superan con creces la inversión, especialmente cuando se incorporan herramientas tecnológicas que permiten automatizar y optimizar la toma de decisiones.
De la teoría a la práctica
La tecnología juega un papel crucial para pasar de la planificación a la acción. Un ejemplo claro es la industria farmacéutica, que durante la pandemia de COVID-19 implementó soluciones tecnológicas para mejorar la gestión de inventarios, redirigir rutas de transporte y coordinar operaciones en tiempo real. Estas medidas permitieron a las empresas adaptarse rápidamente a las restricciones y cambios en la demanda.
Un caso destacado que podemos tomar como caso de éxito es el de Euroswiss, una empresa dedicada a la venta y distribución de insumos médicos hospitalarios. La implementación de un DMS software de ruteo y control de entregas ha permitido ahorrar hasta un 80% en tiempos de planificación y reducir los costos operativos en un 35%, debido a la identificación de desvíos y cuellos de botella.
Otro sector que ha adoptado Software para optimizar su gestión es el de operadores logísticos, donde han mejorado el almacenamiento en sus depósitos y aumentado la cantidad de mercancía movida con el mismo personal. Empresas como Yusen Logistcs y Expreso Suburbano han logrado reducir el tiempo de despacho y optimizar el uso del espacio, aumentando la eficiencia operativa, gracias a la incorporación de tecnología.
En el eCommerce, la alta demanda de entregas rápidas ha llevado a la implementación de sistemas de trazabilidad y monitoreo en tiempo real. Esto no solo mejora la visibilidad del proceso, sino que ha permitido reducir en un 25% los intentos fallidos de entrega, optimizando la eficiencia logística.
Los eventos recientes han mostrado que la gestión de riesgos en la cadena de suministro no es una opción, sino una necesidad crítica. Las empresas que adoptan plataformas tecnológicas avanzadas—que incluyen trazabilidad, ruteo inteligente, digitalización de documentos y gestión de inventarios—pueden anticiparse a los desafíos y optimizar su operación. Estas herramientas proporcionan visibilidad en tiempo real, facilitando una toma de decisiones ágil y basada en datos La diversificación de proveedores, la mitigación de dependencias y la inversión en soluciones tecnológicas son estrategias clave para mantener la resiliencia. En este contexto, la adopción de tecnologías avanzadas no solo mejora la eficiencia, sino que también asegura la rentabilidad a largo plazo. Como indican los estudios del MIT, las empresas que invierten en tecnología logran ser más rápidas y resilientes ante las crisis.
Adaptarse a estos cambios no solo implica sobrevivir a los riesgos, sino prosperar en un entorno en constante evolución.
Por: Gabriel Perez Gerente de desempeño Ambiental en Andreani Grupo Logístico y Miembro de la Comision de Sustentabilidad de CACE, y Romina Verstraete BD y Marketing Manager en Quintino Material Handling Solutions, Subdirectora de la Comisión Logística de CACE
Cuando hablamos de logística, como parte de un sector más amplio, podemos decir que existe un consenso en las estadísticas globales acerca de que el transporte (en todas sus formas) es responsable de aproximadamente el 24% del total de las emisiones globales de carbono. (1)
A su vez, aquellos que estamos inmersos en la industria logística también coincidimos en que existe cada vez más conciencia sobre el impacto que produce nuestra actividad y la necesidad de gestionarlo.
Es central y relevante, porque para llevar adelante nuestro trabajo demandamos energía en diversas formas: energía eléctrica para la gestión de procesos en almacenes y combustible para el transporte de larga distancia y última milla. También generamos scrap y utilizamos packing, que terminan repercutiendo en otros recursos naturales.
Es por esto que, al momento de armar una estrategia de descarbonización, lo primero que debemos pensar es en medir de dónde partimos. Conocer las distintas fuentes de origen que generan las emisiones redundará en una estrategia más clara y focalizada para su reducción. Dependiendo del tipo de empresa, el foco estará puesto en reducir el consumo de combustible en el transporte, la energía eléctrica en los almacenes, etc.
Sin embargo, a medida que las empresas incrementan su ambición climática y maduran en la contabilización de sus propias emisiones, comprenden que gran parte de la huella de sus productos y sus servicios sucede fuera de la frontera de sus operaciones, a lo largo de la cadena de valor, dónde la logística es central y relevante.
Si hablamos de energía, por ejemplo, cuyo principal origen es de fuentes fósiles y cuya quema es una de las principales causantes del calentamiento global, los inventarios de emisiones consistirán en un listado integral de fuentes y emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) cuantificadas (GEI), resultante de las actividades y/o servicios de una organización, expresado en equivalentes de dióxido de carbono (CO2).
Al hablar de este tipo de energía, debemos hablar de 3 alcances para su gestión en una empresa (2):
Emisiones directas de fuentes controladas por la empresa.
Emisiones generadas fuera de la organización pero consumidas dentro de esta, por ejemplo la energía eléctrica adquirida de la red.
Las emisiones que suceden en la cadena de valor, aguas arriba y aguas abajo, con menor control por parte de la empresa, o no asociadas al proceso directo. Son las más difíciles de contabilizar y gestionar, y existen más de 15 categorías (gestión de viajes de colaboradores, emisiones del ciclo de vida de los insumos, logística tercerizada, etc.).
Dicho de otro modo, la logística en todos sus procesos es generadora de emisiones del tercer tipo de alcance para quienes nos confían sus productos y, justamente, es este tipo de alcance el verdadero desafío, ya sea en su dimensionamiento, en su medición o en su gestión.
Si a los dadores de carga le sumamos los destinatarios, clientes de nuestros clientes, la sustentabilidad (o la ausencia de ella), impacta no sólo en la reputación sino también en la experiencia de marca. El tipo de vehículo que se usa, el tipo de packing asociado, la posibilidad de ofrecer compensación de las emisiones, son atributos que empiezan a formar parte de dicha experiencia.
Particularmente para quienes gestionamos la sustentabilidad en nuestras organizaciones entendemos que se trata de gestionar el contexto, los riesgos y las oportunidades. Es la gestión de aquellos temas que pueden poner en riesgo al negocio en caso de ser desatendidos.
En relación a cómo mapear los riesgos y oportunidades, destacamos una de las metodologías y plataformas de rendición de cuentas más aceptada, que es la que propone CDP (Carbon Disclosure Project) (3). Resulta muy práctica pues distingue principalmente dos tipos de riesgos (que pueden dar lugar a oportunidades si se gestionan en forma temprana). Ellos son:
Los riesgos físicos,aquellos que ¨se sienten en la piel¨. Es decir los riesgos del impacto del clima sobre nuestras operaciones, como temperaturas extremas y olas de calor prolongadas con impacto sobre almacenes con temperatura controlada, inundaciones que provocan cortes o anegamientos de rutas y caminos, y otros eventos extremos.
Los riesgos de transición, que se relacionan con nuevas regulaciones ambientales que impliquen restricciones, multas, impacto en la reputación de marca por no gestionar, pérdida de clientes por no estar a la altura de sus propias estrategias ambientales, entre otras.
Ambos son importantes y deben ser gestionados.
Teniendo todo esto en cuenta, concluimos que la logística es parte del problema y de la solución, que debe medir sus impactos y que forma parte de una cadena de valor dónde múltiples actores ya comienzan a medir, gestionar y definir estrategias de reducción y necesitan que la logística acompañe.
Lo primero es entender que podemos tomar dos posturas: esperar sentados que llegue la tecnología o solución ideal, o entender que ya existen muchas soluciones al alcance de la mano para ser más eficientes. Más eficientes significa menor uso de recursos. Menor uso de recursos es cuidar los costos, y ser más sustentables. La ecuación comienza a cerrar. Vamos a los ejemplos.
Cuando gestionamos sustentabilidad en la actividad logística, vemos 3 pilares o campos de actuación, todos complementarios entre sí, donde las iniciativas no compiten, se potencian dinámicamente. Esto nos recuerda que en logística la constante es el cambio; por eso la importancia de sostener la acción en el tiempo, aceptando cambios de mejora para adaptarse y reflejar realidades y aprendizajes que performan constantemente el plan original.
Infraestructura y procesos: revisando la contracción de las cadenas de valor y la importancia de la trazabilidad estandarizada, como medio de optimización de materias, y sobre procesos a mejorar. A través de toda la cadena de valor, todo lo que implique disminuir consumibles, inkless, paper less, cartón less, plastic less, es una gran ganancia para el planeta, y sostenibilidad económica para las empresas, y optimización de tareas para los colaboradores. Trabajar en el flujo ininterrumpido de los ID y sus trackeos puede aportar enormes mejoras.
Una de las grandes deudas de nuestro rubro es la logística inversa, que hoy conlleva procesos muy improductivos desde todos los puntos de vista. Desde la distribución, hasta la intralogística de regresar a ser un sku nuevamente, más allá de la solución para el buyer.
En lo que hace al transporte, también hay que considerar la oferta disponible de alternativas, siempre considerando un mix de soluciones de acuerdo a la matriz energética con la que contamos como país. Existen soluciones locales de biocombustibles con cortes superiores a los que se comercializan, y ya hay casos probados de éxito en su funcionamiento.
Fomentar el uso de GNC, sumar telemetría para monitoreo de hábitos de conducción, suplementos aerodinámicos para reducir el uso de combustible.
Tecnología: en plena cuarta revolución industrial, la visión artificial, la IA para reconocimiento de contenidos, o incluso adelantarse a la etapa de packing para fusionarla con la operación de picking genera grandes ganancias en tiempos y resultados, pero hay que planearlo y acomodar procesos rompiendo tradiciones, con tecnologías como el autopacking. Los ejemplos son infinitos. A través de la computer visión, podemos aprovechar la infraestructura de cámaras y enseñar a partir de imágenes a detectar ineficiencias que pueden dar lugar a decisiones sobre ahorro de energía, de insumos y otros recursos.
La cultura de la transformación digital es el inicio de un cambio genuino y consciente de las organizaciones, para que no solo sean campañas de green marketing. Quienes gestionan la sustentabilidad deben encontrar en los equipos de tecnología socios para dinamizar las soluciones que hacen más eficientes el uso de los recursos naturales (menos combustible, energía, insumos, etc). A su vez, los equipos de IT deben incorporar en sus casos de negocio las ¨ganancias¨ ambientales para incorporar en los repagos de un proyecto.
Personas: detrás de la tecnología y los procesos hay personas que toman decisiones, que conducen vehículos, que utilizan de forma más o menos eficiente la energía. La clave es trabajar sobre los hábitos en base a datos. De nuevo, los equipos de data analytics son clave y deben interactuar con los equipos de sustentabilidad. No hay tecnología o infraestructura que sea eficiente si por detrás no hay personas y líderes convencidos acerca de que gestionar con impacto, con un propósito más allá del beneficio económico.
Ahora bien, no todas las organizaciones cuentan con los recursos, ni equipos y deben priorizar. Cuando gestionamos esta agenda también consideramos el tamaño y maduración de cada organización, su realidad económica y su capacidad de incorporar las mejores prácticas. Desde la Comisión de Logística y el Grupo de Proyecto Estratégico de Sustentabilidad de la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), así lo entendemos. La CACE promueve el crecimiento de la economía digital en emprendedores, PyMES y empresas; impulsando el desarrollo sostenido del país y todas sus regiones. En estos dos Grupos de Trabajo articulamos para crear contenidos para todos sus socios entendiendo que la logística sustentable es un valor transversal a todas las actividades económicas.
Uno de los primeros pasos a dar es entender cómo, desde lo cotidiano, administrar mejor los recursos, entendiendo por ejemplo cómo gestionar la factura de luz para ser un consumidor consciente. Si bien no todas las organizaciones pueden empezar con grandes planes para gestionar la sustentabilidad, siempre puede darse el primer paso de forma gradual. Quizás no sea económicamente viable para una pequeña empresa colocar paneles fotovoltáicos o el repago sea demasiado extenso. Pero si está al alcance comenzar a gestionar la energía desde los hábitos, pequeños automatismos, y un tema no menor, cómo medir y controlar las tarifas de energía.