Entrevistamos a Reinaldo Fioravanti, Líder en la División de Transporte del BID y Máster en Supply Chain Management del MIT/ZLC, para que nos brinde su punto de vista y los avances del BID con respecto a descarbonización y electromovilidad en América Latina. Sostiene que «el tema de la electromovilidad para nosotros es la mejor apuesta en el tema de la reducción de emisiones en todo el transporte. Y la electromovilidad empieza a ganar forma en nuestra región. El enfoque ha sido más en la flota de transporte colectivo».
¿Qué novedades hay en cuanto a electromovilidad en la región latinoamericana?
Hay un movimiento importante en electromovilidad en la región, por el lado del transporte colectivo. Esto es bienvenido, porque hay mucho trabajo por hacer en término de reducción de emisiones en ese sector. Otro aspecto importante son los aspectos técnicos de la electromovilidad, es decir, la tecnología de los vehículos. El precio de las baterías viene cayendo y eso es una buena noticia. Y una tendencia, un cambio importante es cómo los países y los operadores van a financiar esta flota. Porque, aunque la tecnología viene bajando el precio, aun es una inversión bastante relevante comparado a la flota tradicional. Un desafío importante que el BID viene trabajando con los países es cómo financiar esa transición a la electromovilidad. La electromovilidad ya empieza a ser una realidad y nosotros estamos bastante entusiasmados en trabajar con los países para que esto siga ampliándose.
¿Cuáles son los desafíos en cuanto a descarbonización del transporte?
La descarbonización es un tema amplio que requiere una visión estratégica. Recordemos que el sector del transporte, en nuestra región, corresponde aproximadamente al 35% de las emisiones generadas por hidrocarburos. Esto en otros países desarrollados llega a 22 o 25%. Tenemos una brecha importante para bajar. Y eso pasa tanto por el transporte público como por el transporte privado. El cambio de flota, por ejemplo, es una estrategia que va a ser fundamental para la descarbonización. Lo importante es que la descarbonización tiene que ser abordada de manera integral. Entonces, por ejemplo, una de las iniciativas clave es aumentar el transporte colectivo. O sea, tenemos que usar mucho más el transporte colectivo como parte de las estrategias de descarbonización de las ciudades y de los países.
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¿Cómo están abordando estos temas los países de Latam?
En septiembre vamos a llamar a los ministros y viceministros de transporte en la región para una reunión en Washington para discutir exactamente este tema: las estrategias de descarbonización del sector transporte. La clave es que los países están tomando esto con mucha prioridad. La descarbonización del sector es una de las prioridades principales de todos los actores del sector y nosotros como Banco de Desarrollo estamos muy montados en eso.
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¿Qué impacto tiene la transformación digital en estas iniciativas?
La transformación digital es otra tendencia o macrotendencia que viene transformando el sector trasporte y el sector logístico. Y yo diría que hay tres principales dimensiones donde la transformación digital impacta en el sector transporte:
- Eficiencia: el uso mejor de los activos. Mejor gestión de los sistemas de transporte.
- Seguridad-resiliencia: La confiabilidad es un tema que ha estado muy presente durante la pandemia.
- El propio cambio de los negocios que se genera con la tecnología o la transformación digital. El ejemplo más claro es la “uberización” de los servicios de transporte.
¿Cómo se puede aplicar la inteligencia artificial en el transporte?
Nosotros estamos fomentando el desarrollo de tecnologías en esta área. Por ejemplo, la implementación de semáforos inteligentes puede reducir hasta 30% el número de accidentes en zonas de cruces de calles. Son beneficios sociales que se generan de la tecnología. Tenemos un ejemplo muy interesante: usando inteligencia artificial mapeamos las carreteras e identificamos los puntos donde se requiere mantenimiento. Esto ha reducido el costo de hacer este inventario en más del 90%. Son transformaciones en este caso en la dimensión de eficiencia que vienen como transformadoras y lo que me llama más la atención es que a veces es muy baja inversión. La tecnología permite que de un mismo activo, de una misma infraestructura, hagas más. Eso al fin del día es un impacto bastante relevante para el sector.
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Marcela Vincenti
