Responder a la necesidad de reducir los costos en el transporte de cargas y potenciarlo es uno de los objetivos alcanzados por la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC), a partir de la modificación del Decreto 779/95 por la que la entidad trabajó junto a organismos gubernamentales. Entre otros factores, genera cambios en la carga útil de los vehículos existentes.
El decreto modificatorio incorpora, a través del Anexo R, cambios en las características de las unidades de que transportan mercadería. También se aprueba una nueva escala de distribución de ejes y con ello aumentan los valores de tara + carga, aunque se incrementa la tolerancia por cada eje. A su vez, se introduce como novedoso que las unidades tractoras deben tener mayor relación Potencia/ Peso. A su vez se redujo la antigüedad del parque automotor, lo que es una apuesta a la seguridad vial y el desarrollo sustentable. El Ministerio de Transporte de la Nación destacó la participación de FADEEAC en la gestión del proyecto que beneficia a los transportistas.
Para la Federación la propuesta más eficiente es la de elevar el límite de 45 toneladas para combinaciones de vehículos existentes, y llevarlo a hasta 55.5 toneladas mediante un sistema eficiente que no obliga a los empresarios a adquirir rodados especiales nuevos. Por eso diseñó prototipos que también atienden a la seguridad vial y la eficiencia energética, a la vez que ofrecen potenciar la competitividad de los representantes del sector. Se trata de la Propuesta para el Aumento de la Carga Útil de las Unidades de Transporte de Cargas que desarrolló el Departamento de Asuntos Técnicos e Infraestructura de FADEEAC.
El autotransporte de cargas es una pieza crucial para el funcionamiento de la economía del país ya que garantiza el traslado de materia prima para las industrias y la llegada de los productos finales a las góndolas. FADEEAC ve con buenos ojos la apuesta a potenciar la competitividad de las empresas al aumentar la carga útil de cada vehículo existente. No obstante, los costos “ocultos” entendidos como aquellos que no son medibles ni trasladables al precio final, sumados a otros más evidentes como la crecida del precio del combustible y el peso impositivo, aún complican el funcionamiento. La entidad renueva su compromiso para con la defensa de la competitividad del sector.