De la mano de la transformación digital, el comercio exterior atraviesa un momento de profundas modificaciones en lo que respecta a su logística, ya que la tecnología y los centros de atención al cliente remotos se encuentran en constante crecimiento.
Si bien este proceso se inició hace años con algunos intentos frustrados, los avances tecnológicos y la digitalización del comercio exterior lograron simplificar la forma de hacer negocios a nivel global.
Sin bien aún este proceso está en curso, la adaptación de la tecnología y el modo de trabajo hacen que sea irreversible este proceso de transformación tecnológica en la logística mundial.
En un futuro donde se prevé un comercio totalmente globalizado, podemos entender que seguirá la tendencia actual, donde un fabricante puede, por medio de un canal digital, comercializar un producto con un cliente que se encuentra en el otro extremo del mundo.
A su vez, existe un proceso de integración de servicios por parte de los diferentes actores que intervienen en el comercio. Tanto por parte de las compañías marítimas como de los operadores de terminales portuarias que cada día avanzan en pos de ofrecer más cantidad de servicios a sus clientes y así tratan de liderar el cambio tecnológico.
Actualmente las herramientas más utilizadas son el seguimiento de contenedores y la obtención de información relacionada a los itinerarios. Pero en los últimos años la cantidad de servicios brindados on line cada vez son mayores, desde la obtención de una tarifa on line hasta la impresión de los documentos de embarque. Asimismo, los intentos de incorporar Blockchain al comercio exterior pronostican un futuro libre de papeles y reducción de control físico de las mercaderías.
En este proceso tenemos tal vez dos grupos de actores que van en paralelo. Por un lado los dueños de los activos, ya sean buques, aviones y terminales portuarias, y por otra parte los operadores logísticos FreightForwarders, 3pl o 4pl. A este último grupo se le suman los nuevos prestadores de servicios, que nacen de la irrupción tecnológica, y por otro lado los dueños de la mercadería.
La transformación podría darse en dos fases. Una primera etapa de profundización de los servicios que está relacionada con la fusión de empresas navieras, compañías aéreas, agentes de carga y demás actores, quienes brindan más servicios y soluciones a los clientes actuales e incluso a aquellos de menor tamaño de manera directa. Y en una segunda parte que implica un avance mayor en el comercio internacional y la eliminación de barreras para que se transforme nuevamente, libre de fronteras y de intermediarios.
Si esta tendencia continúa, podemos decir que la mercadería transportada dentro de un contenedor o de un avión deja de tener un único consignatario o importador, ya que pasa a ser destinada a una empresa que distribuye la misma, para su cliente que podría ser el fabricante o bien para el canal que lo comercializa de manera digital.
Así las cosas, los próximos años nos tendrá como protagonistas de un gran cambio tecnológico. Todo lo mencionado es solo la punta del iceberg, la transformación es irreversible e inimaginable.
(*) El autor es Gerente General de Outland Logistics.