Por: Romina Verstraete *Partnerships Manager en Quintino Material Handling Solutions y Alex Ramirez *Director of Business Development en Quicktron Robotics.
La adopción de tecnologías y en especial la robótica, en diversos grados, ha sido en Latinoamérica no muy diferente del resto del mundo. Por supuesto su implementación se presentó en diferentes parámetros de tiempos de adopción, pero las industrias pioneras y sus aplicaciones en determinadas operaciones según pudimos observar, se asemejan bastante.
Una adopción temprana mostró en industria manufacturera (en los años 90´timidamente y fue creciendo gradualmente con alta adopción en llegada la década de 2010), principalmente en el sector automotriz, empujados por sus casas matrices ubicadas en los otros continentes y sobre procesos donde la manipulación repetida era muy nociva para los trabajadores y mostraba gran deterioro de la salud física de los colaboradores.
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Así, los primeros pasos de los robots se presentan con el objetivo de ganarle a las limitaciones físicas de los colaboradores y buscan lograr una mejor performance y mayor facilidad en manipulación de materiales y cargas industriales, presentando eficiencia, libertad y seguridad a la hora de operar la carga pesada y de gran porte.
Otra aplicación muy exitosa a nivel industria fueron las operaciones de precisión para tareas de microposicionamiento y repetitivas de detalle. Este es el caso de los robots antropomórficos con su variedad de ejes (articulaciones), y por otro lado, los robots cartesianos (spider), con movimientos más veloces.
Estas primeras ediciones de robots aportaron confort y eficiencia a los depósitos o línea de trabajo, en la industria. Incluso, en la década del 2010 se presentan incorporados como tecnología colaborativas que trabaja en contacto con humanos, a diferencia de los primeros robots que permanecen aislados detrás de celdas de seguridad. Todos ellos estáticos en un lugar, o a lo sumo mediante el uso de un eje más, se podían desplazar sólo unos metros.
La irrupción del robot en la logística
Ya por 2015, la actividad industrial de la región Latinoamericana que implementaba en sus procesos cadena de suministro, exponía cierta madurez a la hora de incorporar dispositivos de innovación en sus procesos de trabajo. Se vislumbró e implementó herramientas tecnológicas como maquinaria que aportaban fuerza y precisión en el flujo constante operativo, y más allá de la oferta, los profesionales dedicados a la logística comenzaron a demandar y planificar la posibilidad de implementación de robótica, que facilite suplir distancias en los depósitos o almacenes.
La respuesta a esas inquietudes, fue una temprana en incipiente aparición dispositivos móviles que se mueven con el objetivo de transportar carga, primero pesada y luego más liviana, buscando la eficiencia y orden de flujos continuos, flexibles y hasta con optimización progresiva.
Así debutaron los primeros pallet shuttles que se mueven por los racks dejando atrás la necesidad de pasillos para traslación de autoelevadores, o los AGV (vehículos autónomos guiados), que distribuyen cargas en los centros de distribución que trabajan 24×7 horas, y se autorregulan la carga. Llegando así, hasta nuestros días los AMR (Autonomous Mobile Robots), que cada vez presentan más funcionalidades implementables modularmente y cada vez más livianos.
Aquí es donde se comenzó a entender otra lógica en la manera de implementar la logística interna o intralogistica. Se preparó la evolución de lo que era un almacén de operación tradicional, en un fulfillment con altos standares de SLAs (indicadores de niveles de servicio tanto de envío como entrega), y aparece la optimización de la operación, en contante evolución.
Los nuevos retos logísticos, requieren nuevas lógicas: Goods to person y point to point
El eCommerce o comercio digital ha empujado a la logística hacia una dinámica ágil, flexible y trazable.
Partiendo de estas bases y sumado a los efectos del consumo digital vertiginoso, que fue desencadenado durante la crisis sanitaria a nivel global en 2020, en los últimos años el segmento de la logística requirió mayor eficiencia e innovación de lo que hasta el momento presentaban las operaciones, que principalmente eran manuales puras.
Lo último en implementarse secuencialmente en el mundo son los robots logísticos: goods to person y point to point. Fueron dinámicas que hasta hoy demandaba que las personas se desplacen para buscar la carga o para traladarla, de un punto a otro. Aquí la robótica está poniendo el ritmo necesario a operaciones claves dentro del fulfillment: picking, packing y clasificación. O sea en castellano básico, estas dos lógicas resuelven los principales problemas de la operación intralogistica.
Goods to person, resuelve que las cargas, sin importar su dimensión llegan a las personas. Por ejemplo en una operación de picking (preparación de pedidos), el clásico viaje del Picker, se suple por un movimiento donde los ítems viajan de forma autónoma hacia la bahía o estación de picking, donde el colaborador recibe y prepara el pedido sin necesidad de desplazarse de su sector.
Por otro lado, el point to point, se ocupa de las interfaces de cada operación:
- En la periferia del centro de distribución, almacén o bodega.
- Las conexiones o transferencias de flujos de procesos interoperacionales.
- Los movimientos de recepción en el inbound o expedición en el outbound.
Recordemos que los traslados internos, eran trayectos que tradicionalmente operaban las personas repetidamente durante toda la jornada laboral. Esto resultaba un importante ítem en materia de costo dentro del centro de distribución.
Por supuesto hay maquinaria y equipamiento para resolver estas lógicas y se presentan mediante distintos matices tecnológicos. Esto depende del tipo o forma y peso de cada carga, como así también la cantidad de ciclos necesarios. Cada operación es como la familia, un mundo aparte. Pero lo que sí está más que claro, es que sin tecnología que traiga performance, una operación logística hoy no podrá dar su próximo salto de calidad.
¿Robots o Inteligencia Artificial?
Como ya sabemos ver la punta del iceberg, no significa ver el iceberg completo y su magnitud. Los robots no son la solución, sino sólo una parte visible y tangible de la revolución que aporta en las industrias la innovación.
Los robots son las herramientas periféricas de las soluciones tecnológicas, pero no la solución en sí. La parte más interesante, es como la inteligencia del sistema va determinando y encontrando puntos óptimos de operación, y en constante performance.
El rol de la sostenibilidad
Hoy vivimos tiempos donde la responsabilidad social y las actividades de triple impacto están tomando fuerza para llevarnos a un mundo de mayor conciencia. Aquí es importante destacar a los robots como un gran recurso ya que ahorran espacio, infraestructura y consumo de energía.
El miedo a la tecnología, mitología moderna y maquinas autónomas
- Mito 1: Los robots son para capex muy grandes:
Una buena evaluación del roi demuestra que no es así. Los sistemas que podemos ver implementados como ejemplo siempre son mega desarrollos, pero en pequeños espacios, y en operaciones medianas pueden brindar gran valor, por ejemplo, en manipulación de ítems con alto ticket.
- Mito 2: Los robots son para operaciones muy grandes y exigentes:
Los robots no sólo benefician a grandes corporaciones, sino que también son cada vez más accesibles para las empresas medianas en Latinoamérica. Esto se debe a la reducción de costos de la tecnología robótica y a la mayor disponibilidad de soluciones adaptadas a diferentes escalas. Para las llamadas Pymes, los robots pueden significar una mejora significativa en la eficiencia y la capacidad para competir en mercados dominados por grandes jugadores.
- Mito 3: Los robots son complejos:
Los brazos robóticos, hoy son commodities, la clave reside en dos aspectos clave: el griper y el flujo de alimentación o infeed, en la periferia del robot. Para que su uso sea realmente potenciado, esto es conocido por la industria a la hora de paletizar.
En logística, en tiempos donde la flexibilidad y la modularidad son palabras que mandan, estos sistemas facilitan mucho la tarea operativa, solo hay que aprender su lógica, que seguramente cuestionara y re-cuestionará la forma habitual de hacer las cosas para implementar mejores procesos que se contraen. También desaparecen interfaces que ya dejan de tener sentido de existencia, los flujos se interconectan, cambian su orden o incluso pueden desaparecer.
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En resumen, todas las tecnologías en sus inicios, son resistidas. Naturalmente el miedo y el desconocimiento son un síntoma e indica que no es cuestión de adoptarla o no, solo es cuestión de tiempo. La adopción temprana, su comprensión y acepción como herramienta complementaria, y no suplementaria, es clave para mantener la competitividad y el liderazgo en el negocio que estamos, sea cual fuere.
Por todo esto, y en pleno desarrollo de la cuarta revolución industrial donde el mundo físico y el digital se funden, urge comenzar a contemplar la incorporación de tecnología de eficiencia en las operaciones diarias de una industria.
Y vale destacar, que lo importante no es la tecnología en sí, sino la capacitación constante de los recursos humanos para poder optimizar la implementación de tecnología. Las industrias necesitan contar con personal en constante preparación con pasión por aprender. Hoy los stem o humanos 4.0, son la clave para lograr la eficiencia esperada.