Por: Ester Sánchez Sierra (*)
El éxito logístico del futuro se construye hoy, en un entorno donde la innovación y el talento humano se combinan para afrontar desafíos y aprovechar oportunidades sin precedentes.
A un ritmo de crecimiento anual compuesto del 6,4% que, según las predicciones, se mantendrá hasta comienzos de la siguiente década, la actividad logística global se encuentra en un punto de inflexión. La sostenibilidad y la tecnología son ahora los nuevos motores que impulsan esta transformación, requiriendo de una nueva generación de profesionales altamente capacitados.
La sostenibilidad ha dejado de ser una mera tendencia a convertirse en una necesidad para la logística actual. Empresas de todo el mundo están adoptando prácticas más respetuosas con el planeta, no solo para cumplir con regulaciones y satisfacer a los consumidores conscientes de la relevancia de cuidar el medio ambiente, sino también para optimizar sus procesos y reducir costes.
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El uso de vehículos eléctricos, la implementación de sistemas de gestión energética más eficientes y las prácticas de reciclaje y reutilización o la eliminación de procesos innecesarios son solo algunos ejemplos de cómo la sostenibilidad y la eficiencia pueden ir de la mano. Sin embargo, para llevar a cabo estas iniciativas de manera efectiva, es imprescindible contar con profesionales formados que comprendan tanto los aspectos técnicos como los principios de sostenibilidad.
Simultáneamente, la cuarta revolución industrial está redefiniendo la logística a través de la integración de tecnologías avanzadas, como la inteligencia artificial (IA), la realidad virtual (VR) y el Internet de las Cosas (IoT).
Estas tecnologías están transformando la cadena de suministro, permitiendo una mayor automatización y optimización que mejora significativamente la eficiencia operativa. La IA, por ejemplo, puede predecir la demanda con mayor precisión, optimizar rutas de entrega y gestionar inventarios de manera más efectiva, mientras que el IoT permite un seguimiento en tiempo real de los envíos, mejorando la visibilidad y la trazabilidad en toda la cadena de suministro.
No obstante, a pesar de las inmensas oportunidades que presentan estas tecnologías, la logística se enfrenta a una considerable brecha de talento.
Déficit de talento: cuando la capacitación es clave
El reto es claro: necesitamos profesionales híbridos que no solo dominen las habilidades tradicionales de la logística, sino que también estén capacitados para extraer el máximo potencial de las nuevas tecnologías y estén comprometidos y alineados con los principios de la sostenibilidad. Sin embargo, el 78% de las empresas en España reportan dificultades para encontrar estos perfiles.
Este déficit de talento no solo pone en riesgo la competitividad de las compañías, sino que también limita su capacidad para innovar y adaptarse a las demandas del mercado.
Aquí es donde la capacitación se convierte en una herramienta vital.
El compromiso con la innovación y la generación de conocimiento es fundamental para afrontar los desafíos de esta actividad esencial. Sin embargo, la falta de profesionalización en algunos sistemas educativos actuales resalta la necesidad de elevar y certificar el nivel formativo en logística. Tanto la formación reglada como no reglada son esenciales para preparar a los profesionales del futuro y cerrar la brecha de talento que afecta a la logística y el transporte.
Para conseguirlo y asegurar que las empresas puedan aprovechar al máximo las oportunidades que presenta la cuarta revolución industrial, es crucial invertir en la formación continua de los profesionales.
En el Centro Español de Logística hemos dedicado más de 45 años a esta misión, identificando gracias a nuestros asociados las necesidades reales de las empresas y también colaborando con organismos internacionales dedicados a la estandarización de nuestra actividad, como la Association for Supply Chain Management (ASCM) y la European Logistics Association (ELA). Por eso, nuestros programas de formación y certificados de profesionalidad internacionales aseguran que los profesionales logísticos estén capacitados con los más altos estándares de la industria.
Upskilling y reskilling
La capacitación continua no es solo una necesidad, es una estrategia clave para el éxito. En CEL, promovemos tanto el upskilling como el reskilling. El upskilling porque permite a los profesionales adquirir nuevas habilidades y competencias que los hacen más valiosos en sus roles actuales. Y el reskilling, por otro lado, porque prepara a los empleados para asumir nuevos roles dentro de la organización, lo que es esencial en un entorno donde las demandas tecnológicas y de sostenibilidad están en constante cambio.
Un ejemplo destacado de nuestra oferta formativa es el Máster CEL en Dirección Logística y Transformación de la Cadena de Suministro. Este programa, desarrollado desde la perspectiva de la Industria 4.0, aborda tecnologías emergentes y su aplicación práctica en la gestión de la cadena de suministro. Y además está homologado para obtener también la ELA Certification.
No solo se enfoca en la teoría, sino que el 50% de su programación se basa en experiencias prácticas a través de casos reales y herramientas innovadoras como The Fresh Connection, un simulador empresarial que desarrolla habilidades en la toma de decisiones y gestión de la cadena de suministro en sus diferentes áreas.
Además de la formación avanzada, a la hora de construir las nuevas generaciones las certificaciones y los cursos certificados también juegan un papel crucial. En CEL, como proveedor exclusivo en España de ASCM, garantizamos que los profesionales que completan esta formación responden a unos criterios estandarizados a nivel internacional, sirviendo de garantía para las empresas y sus departamentos de recursos humanos. Por lo que estas certificaciones, además de validar las competencias adquiridas, también promueven la excelencia y la calidad educativa.
Ambos ejemplos dan testimonio de que la formación continua y la actualización de habilidades son una respuesta a las demandas actuales del mercado en la que predominan criterios tecnológicos y sostenibles, pero también suponen inversión estratégica para aumentar la competitividad de las compañías.
Atracción y retención de talentos
Por último, y para asegurar la gestión futura de la cadena, debemos ser capaces de atraer y retener talento cualificado. Esto requiere de una apuesta firme por la visibilización de nuestra actividad y una inversión continua en formación y desarrollo profesional, asegurando que los trabajadores ganen sentido de pertenencia y estén equipados con las herramientas necesarias para afrontar cada transformación.
En este sentido, la colaboración entre empresas, instituciones educativas y organismos de certificación es fundamental para crear programas de formación que respondan a las necesidades cambiantes del mercado y preparen a los profesionales.
El camino hacia un futuro logístico sostenible y tecnológico acaba de comenzar, y aquellas empresas que se adapten más rápido y mejor ganarán ventaja respecto a su competencia.
Con el compromiso adecuado y visión estratégica, podemos avanzar hacia un modelo más eficiente, innovador y responsable, beneficiando tanto a las empresas como a la sociedad en su conjunto.
En CEL, creemos firmemente que el talento humano es el motor de la transformación y el recurso más valioso.
(*)Directora de Formación y Contenidos del Centro Español de Logística.