Hay algunos temas del deporte que hoy se reproducen en las empresas ¿Cuáles son estos temas? Uno de ellos es que en el deporte no es suficiente hacer las cosas bien. Si nosotros queremos ser campeones de un torneo y hacemos las cosas muy bien, pero después hay otros equipos que las hacen un poquito mejor, nosotros perdemos ese torneo. Salimos segundos. Pero las hicimos bien.
Si queremos estar mejor que otros equipos y no hacemos las cosas lo suficientemente bien para estar por encima de ellos, vamos a retroceder, pero eso no significa que lo hicimos todo mal, significa que hay alguien que lo hizo mejor: y esto es un elemento en el deporte que condiciona todo nuestro accionar. Vivimos constantemente evaluando lo que hacemos en función de un rival: si lo que hicimos es suficiente o no para ser mejores que ese rival. Por lo tanto, el concepto de calidad, el concepto de eficiencia en el deporte no es un concepto en sí mismo.
En el mundo de las empresas, me dicen que cada vez es más así. Entonces cuando hablamos de liderazgo, esta premisa es fundamental: un liderazgo en función de esa competición, en función de lograr la máxima eficiencia de un equipo para ganar.
Liderar significa guiar. Tenemos que guiar a un grupo de personas hacia un objetivo, hacia un lugar. Lo primero que necesitamos tener muy claro es adónde los queremos llevar. Parece una obviedad pero es una obviedad que muchas veces no es clara.
Decir por ejemplo “quiero que mi equipo mejore” no es un objetivo claro. Mejorar no es claro. “Tenemos que cambiar” no es claro; “tenemos que ganar” no es claro. ¿A dónde los queremos llevar?, ¿cuál es el lugar preciso?, ¿queremos ser campeones?, ¿queremos llegar entre los cuatro primeros?, ¿queremos no retroceder?
La gente que es liderada quiere saber adónde la quiere llevar su líder. No exhortaciones generales, sino metas específicas y claras. Y nosotros como líderes tenemos que convencerlos de que el cambio es posible.
Hablemos también de cómo enfrentar los malos resultados y cómo salir adelante en equipo. En el vóley suele suceder que el equipo da vueltas alrededor de lo que no funciona, no da vueltas alrededor de las soluciones posibles. Dedica mucho tiempo a explicar por qué algo no va y no a encontrarle la solución. Y éste para mí es otro elemento fundamental a resolver para construir buenos equipos.
Cuando las cosas no resultan como esperábamos, no usemos la energía —que es limitada, no es infinita— en echar la culpa al otro, utilicémosla para resolver el problema como se nos presentó, no para analizar cómo debería haber sido.
Otro tema fundamental es cómo provocar el cambio para mejorar. Si le proponemos a un jugador o a un equipo cambiar 10 cosas —digo 10 porque es un número redondo— él o ella o el equipo va a tener que dedicar el tiempo que tiene a disposición en el entrenamiento en 10 cosas. Supongamos que le dedique una hora a cada cosa. ¿Qué es lo que va a ocurrir? Va a ocurrir que ese jugador o ese equipo va a ser un poquito mejor porque en cada cosa va a mejorar un poquito. Y esa mejoría casi no se va a notar. Entonces los problemas que me traen el no mejorar subsisten porque la mejoría no es suficiente para que las cosas cambien.
Este cambio tan poco notorio hace perder motivación. Eso hace no tener feedback, el instrumento principal de aprendizaje del ser humano (hago una cosa, funciona, sigo en ese camino; hago una cosa, no funciona, cambio).
¿Qué pasa si en lugar de proponer 10 cosas, analizo cuáles dos de cambiarlas lograría el jugador o el equipo un salto de calidad, es decir, se obtendría una mejora de nivel completamente?
¿Y cómo establezco cuál de esas 10 acciones es la más importante? La establezco por dos motivos: porque la puede cambiar rápido. No elijo la más difícil para él, quizá le pongo la más fácil pero que pueda cambiarla rápido; y porque al mismo tiempo sea significativa para el rol que tiene que jugar. Esto es decisivo. Si cambia esto, salta de calidad.
Esto no significa que las demás cosas no se entrenen. Por supuesto el jugador entrena todo, lo corregimos en todo, pero hay una cosa que ya no es una más. Es en la que le hablamos siempre, lo llevamos a charlar afuera del entrenamiento, le volvemos a decir, le hacemos ver el video, todo para esa cosa que queremos mejorar para que salte de nivel. Una vez que logró ese cambio, de las que quedaron elegiremos cuál es la más importante ahora una vez que ésta ya está resuelta. Eso produce que la gente nos crea, porque dice “ah, puedo cambiar, lo que me propone, puedo lograrlo”.
Ver video adelanto: https://youtu.be/hrYCkCNh_w4
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