Por: Mag. Daniel Suarez Anzorena e Ing. Victoria Perusini (*)
Búsqueda de valor por la transformación digital de la cadena de suministro
El concepto de Supply Chain 4.0, donde el dato se percibe como un elemento de alto valor potencial que facilita un flujo eficiente y eficaz de bienes y servicios con destino al cliente, va siendo incorporado, con distintos grados de adopción, en las empresas de nuestra región.
El camino a transitar para lograr cadenas de suministro 4.0, plenamente conectadas de punta a punta y con capacidad de una respuesta ágil frente a sucesos internos o externos es largo, y requiere de la incorporación de capacidades digitales en todos los componentes de la empresa.
De acuerdo con el modelo conceptual que hemos adoptado en el Centro de Industria 4.0 de la Universidad Austral, y la experiencia que venimos reuniendo en los últimos años a partir de interacciones que realizamos con empresas de diversos rubros, el mayor valor de la transformación digital se obtiene a partir de un cambio en la forma de trabajo y la cultura de las personas, más la incorporación de capacidades digitales en sistemas y recursos. Por lo tanto, esta real transformación de las organizaciones debe tener un carácter holístico y estar orientada a dar soporte a la estrategia del negocio.
Te puede interesar: Contar con un Roadmap de Industria 4.0 que potencie el negocio
En ese carácter holístico, el proceso de transformación digital implica identificar y articular una diversidad de oportunidades de mejora, que requieren habilidades muy diversas debido a la naturaleza de estas. Vemos que esta necesidad de ver el bosque completo, para luego priorizar e ir lanzando proyectos parciales a un ritmo capaz de ser soportado por la organización no es algo fácil de lograr, y que en muchos casos no se encuentra todavía la forma adecuada de realizarlo.
Por otra parte, encontramos que en las empresas hay un creciente interés y práctica concreta en la transformación digital de la cadena de suministro, con aciertos y errores en esta evolución; en síntesis, la percepción es que todos estamos aprendiendo cual es la mejor forma de obtener el valor esperado de esta convergencia de tecnologías que estamos viviendo
Con el fin de compartir vivencias e identificar algunas características particulares de este proceso de cambio, nos hemos puesto en contacto con Juan José Hardoy (Ingeniero Industrial – Universidad Austral, Argentina), especializado en Supply Chain con amplia experiencia en logística para e-commerce y retail, así como en el aspecto comercial del desarrollo de negocios y la gestión de proyectos. En su actividad profesional ha transitado por diferentes perfiles de empresas como Unilever, Garbarino, Coto y actualmente se desempeña como Gerente de Logística y Distribución de Mirgor.
Abordando un panorama general
Comenzamos nuestra entrevista consultándole sobre cómo percibe la visión que actualmente tienen las empresas respecto a lo que implica Industria 4.0, y cuál es el valor esperado para la cadena de suministro.
Al respecto nos describió esa visión como la disponibilidad de datos, para poder ser trabajados con herramientas de análisis y poder así contar con un bagaje de información que permita tomar decisiones. En su experiencia el nivel de aseguramiento esperado de esa información depende de la cultura de la empresa; en algunos casos se espera un 80% se seguridad para avanzar en las decisiones, y en otras, donde se admite un mayor nivel de riesgo, es suficiente contar con un 20%.
Por otra parte, percibe que muchas veces no se encuentra debidamente automatizado el proceso para obtener datos en tiempo y forma, requiriendo un esfuerzo, músculo humano, muy considerable para contar con los mismos. El “detrás” del dato, los procesos y recursos necesarios para obtenerlos, se suelen minimizar en cuanto a cómo lograrlo.
También en el siguiente paso, que permite pasar del dato a información adecuada para la toma de decisiones, y en la posterior utilización de la misma, advierte la necesidad de un mayor profesionalismo; hay una considerable oportunidad de desarrollo en todo esto, particularmente en las cadenas de suministro de productos de consumo masivo, dado el alto nivel de exigencia que genera el retail.
Entiende entonces que estos aspectos dificultan o reducen la real obtención de ese valor esperado en la cadena de suministro y la consiguiente mejoría en los resultados del negocio.
Los desafíos y experiencias del camino
Luego invitamos al Ing. Hardoy a que nos comentara sobre su experiencia respecto a la evolución de las capacidades digitales en los diferentes ámbitos laborales en los que se ha desempeñado. A partir de las preguntas efectuadas nos fue transmitiendo diversos desafíos observados, así como sugerencias que pueden orientar frente a los mismos:
- Los escenarios son diversos. Según las empresas, el nivel de madurez en la adopción de capacidades digitales para ir hacia Supply Chain 4.0 es diverso. En general se encuentra un mayor nivel de adopción en las internacionales, facilitado por la cultura corporativa, y en los grupos empresariales grandes.
- En las empresas se van realizando permanentemente cambios, pero a veces falta trabajar más en la planificación, en el diseño de la transformación digital.
“Por ansiedad, porque el cliente o la organización lo pide, o por alguna razón las empresas entran en la transformación digital; cómo lograr que eso suceda es el gran desafío: ¿Cómo y cuales con las capacidades para lograrlo? ¿Se tiene un plan para ver cómo lograrlo?”.
Es clave contar con un plan estratégico actualizado y realizar periódicamente revisiones tácticas para ir guiando adecuadamente la ejecución. En ciertos casos parece que se quiere “correr antes que caminar”.
- La visión general que van adquiriendo las empresas sobre el valor que puede aportar la transformación digital es válida, pero cada una, incluso cada unidad de negocio puede requerir una particularización del proceso de adopción. No existe una receta única, es un trabajo artesanal.
- Dos dificultades del camino: Procesos y cultura. “A veces es más fácil estar en los problemas del día a día que estar en lo estratégico y a la gente le gusta estar en la trinchera”.
Es muy importante no dejar de lado lo básico: procesos bien definidos por sus operadores; hay que cuidar que por la “adrenalina de la trinchera” no quede la necesaria adaptación de los procesos que requiere la digitalización solo en manos de IT.
“En el retail es más complejo aún, porque el cliente/consumidor está en el frente y es volátil, y la competencia es muy agresiva”.
Robustecer la cultura de mejora continua, dedicarle tiempo a la identificación de la mejor manera de realizar las actividades, celebrar las conductas asociadas al seguimiento de procesos. Aquí también aplica lo de aprender a caminar bien antes que poder correr y saltar vallas: Podemos encontrar que se quiere implementar IA, pero no existen procesos bien definidos y ejecutados.
- Por otra parte, a nivel personal se encuentran condiciones favorables, principalmente en las nuevas generaciones. Debemos aprender a disfrutar en el mundo laboral, aun viviendo en una situación de cambio continuo, como ocurre en el actual contexto de permanente innovación impulsado por el aporte de las tecnologías digitales.
“El cambio es constante, hay que aprender a disfrutar el proceso; no vamos a encontrar nunca eso que estamos anhelando, hay que disfrutar viviendo en el cambio. Es un camino largo, que no termina”.
- Finalmente, mantener e incorporar más el uso de los datos para tomar decisiones. Particularmente recordar la importancia siempre actual de los tres ciclos clásicos de planificación, aunque la volatilidad del entorno en este momento sea muy alta.
Te puede interesar: IA en la Supply Chain
Dando cauce a un proyecto de transformación digital
Todas estas experiencias que nos ha compartido el Ing. Juan José Hardoy, alinean plenamente con el conocimiento que hemos venido adquiriendo y transmitiendo en el Centro de Industria 4.0 a lo largo de nuestras actividades de investigación y transferencia con empresas en los últimos años.
Retomando su observación sobre que en algunas empresas puede hacer faltar trabajar más en el diseño de la transformación digital, nuestra experiencia nos indica la conveniencia de encararla con un par de etapas iniciales a partir de las cuales se logra crear un cauce claro de acción. La primera nos lleva a obtener un panorama general del estado de madurez de gestión y digital de la empresa, una planta o un conjunto de procesos clave para la organización; la segunda a identificar un conjunto de medidas de naturaleza holística, y su posible secuencia y relaciones.
Dentro de la primera etapa un tema clave, además de verificar la existencia de una misión y visión de la empresa, es contar con una estrategia clara de negocio. Esta es una premisa elemental, dado que la incorporación de capacidades digitales debe ser realizada con un criterio de dar soporte al negocio. Una consecuencia inmediata de este hecho es la observación anteriormente presentada de que cada organización y unidad de negocio debe construir su propio camino.
Luego el mapeo general debe abarcar los diferentes componentes que constituyen la empresa: sus recursos, sistemas de información, estructura organizacional y cultura; el motivo para obtener este panorama holístico es que los dos primeros componentes aportan capacidades digitales que habilitan la evolución hacia Supply Chain 4.0, pero el real cambio de la empresa, con el que se logran la agilidad y adaptabilidad esperadas, se da a partir de un real cambio en la cultura y forma de trabajo de todos los integrantes de la organización.
En la segunda etapa se buscará una secuencia ordenada de implementación de mejoras y que al mismo tiempo atienda a los temas de mayor urgencia detectados por la Dirección de la empresa. Como dos características deseables en este road-map están el priorizar los “quick wins” para ganar inercia positiva en el proyecto de transformación, y, por otra parte, tender a nivelar el estado de las capacidades digitales entre los cuatro componentes mencionados, para que las limitaciones en alguno de ellos no inhiban obtener la secuencia esperada de Dato – Conocimiento – Acción.
Recién aquí, definido este cauce, con la gestión de un equipo adecuado que de soporte a la Dirección de la empresa y viceversa, se irá avanzando de forma más eficiente en este proceso de cambio, que a lo largo del camino irá requiriendo ajustes a medida que se gane en experiencia y por el impacto de diversas variables externas e internas.
El camino es largo, pero el valor que se va obteniendo es real.
(*)Mag. Daniel Suarez Anzorena (Director) e Ing. Victoria Perusini (Consultora Sr.) Centro de Industria 4.0 de la Universidad Austral.